Tú, que hace 62 días dejaste de caminar entre nosotros, aún denotas una presencia mortal entre quienes te quisimos. Los recuerdos hechos fotografías, platillos, jardines y mar. En tu memoria transcribiré algunos pensamientos, aunque en los mil intentos fracase unos mil también. Logro rememorar tu lento y quejumbroso andar, tal cual quien camina sobre espinas, queriendo salir de la prisión de nuestros hogares y poder observar tu amado jardín. Tu último venir fue digno también de recordar. Disfrutaste tanto revivir esos tiempos de antaño en los que solías observar detenidamente el mar, cuando las paredes no nos separaban tal cual fronteras a países (y hoy hay cercos eléctricos). Tus historias de cuando solías ser como yo, comparando universos completamente diferentes, mientras te acomodabas en tu gran sillón de cuero, tal cual el aprendiz platicando con su maestro. Un par de lágrimas se mecen entre mis mejillas cada vez que tu imagen invade mis humildes palabras...
Tu rectitud siempre me asombró. Ya hubiera querido viajar en el tiempo y admirar tu juventud, como también el momento en el que encontraste a tu compañera de vida entera. Lo lamento, viejo amigo... para ella le tengo otras palabras...
Un beso de un mortal, un abrazo de un niño...
Q.E.P.D. Jorge Miranda (sé que te llamas Pedro,pero te encantaba que te dijeran Abuelito Jorge...)
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1 comment:
Sigue adelante, hermano. Las pérdidas siempre duelen, en especial si se pierde a alguien importante y especial(valga la redundancia), pero no debemos olvidar que estamos vivos, al igual que muchos otros, y son ellos los que mas nos necesitan en los momentos duros.
Seguiré leyendo tu blog, ansío ver publicaciones nuevas ^^ Éxito para tí.
Nuffz
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