"¿Creen que un hombre puede dejarse encantar por una mujer con sólo un encuentro?
Si es así,
¿creen que él pueda alimentarse día a día de sólo sus imágenes, sueños, recuerdos, una sonrisa siquiera?
Y si ella lo sabe,
¿creen que ella tendrá compasión por él... o lo pondrá a prueba para rectificar si es un hombre digno de ella?
¿Creen realmente en "quien poco pide, poco merece"?
Son las 6:37 de la mañana. Me aqueja un fuerte dolor de la cabeza, un raspón molesto en mi garganta, y quizás tenga fatiga de una pronta gripe. Sin embargo, aquí estoy, frente a una pantalla, deliverando una posible última vez.
Son las 6:38 am. Creo que me iré a ver el amanecer..."
Saturday, January 23, 2010
Thursday, January 21, 2010
Disparo...
"Los días pasan inertes, para variar. Ayer, mientras iba por ahí, una chica se topó conmigo de accidente.
- Disculpe señor.
- Señorita, no me diga señor por favor. No me sume años que no tengo.
- Lo siento, pensé que era ... mayor.
Se tomó su momento para buscar una palabra adecuada, aunque de haberme dicho "más viejo", no me hubiera molestado. Ha sido lav ida la que me ha tirado años encima, haciendo eternos estos malditos días.
Ya te quisiera de vuelta, en esos pocos días que fueron tan cortos y, a la vez, tan dichosos. Cómo te amo...
Ahorro energías para una batalla que quizás no llegará."
- Disculpe señor.
- Señorita, no me diga señor por favor. No me sume años que no tengo.
- Lo siento, pensé que era ... mayor.
Se tomó su momento para buscar una palabra adecuada, aunque de haberme dicho "más viejo", no me hubiera molestado. Ha sido lav ida la que me ha tirado años encima, haciendo eternos estos malditos días.
Ya te quisiera de vuelta, en esos pocos días que fueron tan cortos y, a la vez, tan dichosos. Cómo te amo...
Ahorro energías para una batalla que quizás no llegará."
Tuesday, January 19, 2010
Lo que sabemos...
"¿Y qué hay y qué hay? Maldita sea, si mi mente ya comienza a escupir palabras, letras, y uno que otro beso que ya he soñado.
El hombre, que lo sabe, yace sereno, tranquilo y en paz.
El hombre, que lo sabe, también sabe que todo lo demás es sólo detalle.
El hombre, que lo sabe, siente que puede tomar el Universo en la palma de su mano.
El hombre, que lo sabe, siente por igual que puede retirarse sin dar batalla alguna.
¿Y sabes qué, querida cara amiga? Yo también lo sé...
Si Ella es tan efectiva, sagaz, poderosa, silenciosa.
Nunca arrogante, siempre segura. ¿Para qué dudar de su método?
Y no, las batallas del ayer quedan en el ayer; no obstante, intento revivirlas.
Para que, lo que yo ya sé, valga un poco más la pena.
Para que, lo que yo ya sé, tome un precio más alto, más inalcanzable.
Miro la luna... la siento más cerca.
Miro el mar... lo siento aterrador.
Miro el fuego... lo siento mío.
Miro la tierra... la siento de nadie.
Te miro a ti... y te siento tan lejana.
Esos hombres, y yo también, lo sabemos, cariño.
Pronto moriremos."
El hombre, que lo sabe, yace sereno, tranquilo y en paz.
El hombre, que lo sabe, también sabe que todo lo demás es sólo detalle.
El hombre, que lo sabe, siente que puede tomar el Universo en la palma de su mano.
El hombre, que lo sabe, siente por igual que puede retirarse sin dar batalla alguna.
¿Y sabes qué, querida cara amiga? Yo también lo sé...
Si Ella es tan efectiva, sagaz, poderosa, silenciosa.
Nunca arrogante, siempre segura. ¿Para qué dudar de su método?
Y no, las batallas del ayer quedan en el ayer; no obstante, intento revivirlas.
Para que, lo que yo ya sé, valga un poco más la pena.
Para que, lo que yo ya sé, tome un precio más alto, más inalcanzable.
Miro la luna... la siento más cerca.
Miro el mar... lo siento aterrador.
Miro el fuego... lo siento mío.
Miro la tierra... la siento de nadie.
Te miro a ti... y te siento tan lejana.
Esos hombres, y yo también, lo sabemos, cariño.
Pronto moriremos."
Friday, January 15, 2010
Las campanas de las 11 de la noche...
Era tarde. Los campanazos de ese gran reloj estremecían mi corazón durante mi lenta retirada. El silencio me dejaba en claro de lo dormida que yacía mi ciudad, dándome poderosos pensamientos:
-"¿Qué eres para mí? Toma una estrella y fragméntala en miles de millares de pedazos. En cada uno de ellos imprégnale un hermoso recuerdo. Luego las vuelves a unir, formando grandes y brillantes bolas de cristal. Hazlo con cada estrela a tu paso. Con cada una, vas conformando la silueta del ser amado. Con cada cristal en cada centímetro de su cuerpo. Ésa es una idea de lo que eres para mí..."
Eran ya pasadas las 11 de la noche y sólo quería volver a la plaza donde pude verte por primera y última vez.
-"¿Qué quiero de ti? No lo sé..."
Y la mente me traslada a muchos lugares, en cuestión de segundos. Una escena, una taza de café, un cigarrillo... un beso. Una bellísima sonrisa.
-"... luego te miré a los ojos. No noté malintención alguna... me siento más segura... sólo quiero que seas feliz... no me mantengo a tu lado por lo que fuiste o lo que eres, sino por lo que podrías llegar a ser..."
De pronto la maldita calle desierta. Ni un solo perro durmiendo en cartones, ni siquiera un pobre y miserable borracho tirado en las aceras. El último campanazo de las 11 ya me había derrotado la frialdad... y comencé a llorar.
Vagos recuerdos quedan. La casa, la cama deshecha... y yo tirándome en ella, resignado.
-"Qué bueno haberte conocido... me gustas... mi niño..."
Tus palabras envenenan mi sueño, como un desgraciado insecto contra el poderoso escorpión. La diferencia yace en que el insecto se defiende... yo no.
Abro los ojos. Allí estás, cobijándome en la suavidad de tus brazos, en la dulzura de tus labios. Vuelvo a abrirlos... ya no estás. Es otro lunes.. otro maldito lunes escrito en mi historia. Sin embargo, el sol brilla diferente.
He muerto... y he vuelto a nacer. Gracias, vida mía.
-"¿Qué eres para mí? Toma una estrella y fragméntala en miles de millares de pedazos. En cada uno de ellos imprégnale un hermoso recuerdo. Luego las vuelves a unir, formando grandes y brillantes bolas de cristal. Hazlo con cada estrela a tu paso. Con cada una, vas conformando la silueta del ser amado. Con cada cristal en cada centímetro de su cuerpo. Ésa es una idea de lo que eres para mí..."
Eran ya pasadas las 11 de la noche y sólo quería volver a la plaza donde pude verte por primera y última vez.
-"¿Qué quiero de ti? No lo sé..."
Y la mente me traslada a muchos lugares, en cuestión de segundos. Una escena, una taza de café, un cigarrillo... un beso. Una bellísima sonrisa.
-"... luego te miré a los ojos. No noté malintención alguna... me siento más segura... sólo quiero que seas feliz... no me mantengo a tu lado por lo que fuiste o lo que eres, sino por lo que podrías llegar a ser..."
De pronto la maldita calle desierta. Ni un solo perro durmiendo en cartones, ni siquiera un pobre y miserable borracho tirado en las aceras. El último campanazo de las 11 ya me había derrotado la frialdad... y comencé a llorar.
Vagos recuerdos quedan. La casa, la cama deshecha... y yo tirándome en ella, resignado.
-"Qué bueno haberte conocido... me gustas... mi niño..."
Tus palabras envenenan mi sueño, como un desgraciado insecto contra el poderoso escorpión. La diferencia yace en que el insecto se defiende... yo no.
Abro los ojos. Allí estás, cobijándome en la suavidad de tus brazos, en la dulzura de tus labios. Vuelvo a abrirlos... ya no estás. Es otro lunes.. otro maldito lunes escrito en mi historia. Sin embargo, el sol brilla diferente.
He muerto... y he vuelto a nacer. Gracias, vida mía.
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