Friday, December 28, 2007

Eres...

"Creo que te lo he dicho todo, mas el deseo de seguirte confesando mis cosas sigue intacto. Que yo, por ti, soy un loco en un mundo de dementes. Que quisiera ser el navegante de tu mundo, el descubridor de tus tierras, de cada grano de arena de tu piel, de cada rincón de tu cuerpo. Que soy un niño bajo tus ojos, y en tu ausencia un fantasma. Y bajo tu encanto, la vida se torna verde. No sé qué hacer contigo... eres la luna, los peces, los mares, las estrellas, las confesiones, la tierra y mi todo."

Wednesday, December 19, 2007

Victoria!

"Una luz se da a conocer. Tímido, el sol se revela de entre las montañas. Un hermoso amanecer después de tantos días bajo el velo de la oscuridad, invade las tierras del campo de batalla. Desde lo lejos, el Ángel logra distinguir un ser. Caminando medio moribundo, el Gran Caballero se hace presente... victorioso.

-Has ganado la batalla, Gran Caballero. En el nombre del Maestro... ¿qué deseas a cambio?
-¿Qué deseo a cambio?... A mi niña, a mi amor. Estar con ella y regocijarme entre sus brazos. Sentir cómo sus manos curan cada una de mis heridas. Tenerla conmigo. Ser suyo. Encontrar con ella la paz jamás descubierta. Quererla. Amarla. Brindarle la felicidad que se merece.
-Así será, noble Caballero. Ve por ella.

Y así, el Gran Caballero, después de meses confinado a vivir la guerra, se retira. Para descansar. Para dejar las armas. Para visitarla. Para decirle cuánto la quiere..."

Sunday, December 16, 2007

Cerca está la victoria...

"Mariposa mía, que rara vez te posas en mi mano, te tengo un encargo, una encomienda de amor.

Dile a mi niña, sí a ella, que destruya los asaltadores de nuestros momentos.
Dile a mi niña... que no deje de cultivar lunas y estrellas.
Dile a mi niña... que no deje de viajar conmigo a otros mundos.
Dile a mi niña... que detenga la matanza de mis sentidos.
Dile a mi niña... que iré por ella.
Dile a mi niña... que la amo."

Y la mariposa vuelva, a manos desconocidas, de forma de luz...

-Caballero exhausto y hastiado...
Caballero desaventajado y rodeado...
Caballero idealista y enamorado...
Ve por ella...-

"Sí, Maestro..."

-Verás que es dulce el jugo de las uvas que crecen en medio de espinas.
Verás que el sol es mucho más bello aún naciendo de la oscuridad...
y verás que es indescriptible el momento en el cual la tengas en tus brazos.

La victoria será tuya, Gran Caballero,
y tuya será la gloria de su recuerdo eterno...-

Y el Caballero retoma la moral que se creía perdida.
Le dará la batalla de su vida al Enemigo Digno...

Sunday, December 02, 2007

Contra el fuego invasor...

"Un día, yacía en el suelo de los pastizales desconocidos. Pastos extensos y altos. Sentía el suave cosquilleo de las hojas revolviéndose entre sus entrañas y sus heridas. Rápidamente se levantó, pero antes siquiera apoyarse en su pierna, quedó pasmado ante una escena: La desnudez total de una mujer, quien se bañaba en las cercanías de un lago. Las telas blancas colgando de la rama de un árbol, quien ya era cómplice de la depravación. El Caballero no era la excepción, y, curioso, se acercó lentamente, tratando de no ser descubierto. La blancura de su piel fácilmente se confundía entre lo cristalino de las aguas. De pronto, el Caballero siente una niebla cubrir rápidamente el divino paisaje... y el fuego invasor...

Entonces despierta.

- ¡Levántate! - Le ordena el Enemigo Digno. El pobre Caballero había sido abatido. Su cuerpo no lo soporta. El fuego está en su interior y no puede contenerlo. Maldito dolor. Maldito sufrir... y entonces... ¡DESPIERTA!

Ira. Enojo. Furia. Locura de batalla. Está malditamente dominado por la droga de la sangre ajena. Su espada está sedienta... muy sedienta. Lo quiere a él. Lo desea a él... y carga contra todo.

Entonces grita.

Se siente el grito corromper el fúnebre silencio del campo de batalla. Cada insecto, ser, roca y grano de arena, teme al endemoniado Caballero. Los muertos temen al que corrompe la paz del lugar. Los miles de cuerpos...

El Ángel teme por él. Teme por su vida."

Monday, November 26, 2007

Días oscuros...

"El Caballero una vez más vuelve a los viejos y harapientos aposentos de la tierra. Del hueco entre el jardín y el lago color escarlata. Enfermo y cansado de desiluciones, el Caballero se replantea su moral, su porvenir, su existencia total. La maldita monotonía de sus días, de sólo espadas y sangre, es la agonía de este desgraciado.

- Muchos son los días oscuros, mi amor. Ya no logro ver tu luz. Todo es igual. Nada es distinto.

Se lava las manos en el río sangriento.

- No queda mucho, mi niña, mas desespero... Quiero navegar contigo al fin del mundo, y vivir otra vida más... sólo contigo. Empezar a forjar, otra vez...

El ángel lo mira, triste y decaído.

- No intervengas. - Ordenó Dios.

El ángel lo sabía... lamentablemente lo sabía..."

Thursday, November 22, 2007

Si me dijeran...

"Desdichado Caballero... exhausto y casi muerto. En medio del campo de batalla... sollozando. En vano trata de recomponer la moral. Poco a poco se ve acorralado en la peor de las desgracias... destrozándose en el alma.

- Te amo mi amor... te amo - Y busca torpemente su espada sin filo casi. El ángel siente lástima por él. Y Dios le dice:

- Él lo decidió... y, si es necesario, con su vida pagará - El ángel lo sabía, y aún así, una tristeza inmensa albergaba su corazón por el desgraciado que yacía en la tierra, tirado. Entonces va hacia él... desea escuchar al Caballero...

- Si me dijeran... "pide un deseo", desearía conocerte de nuevo. Sentir la chispa que una vez abundó en mi cuerpo. Nombrarte "mi razón" otra vez. Encontrar el consuelo en ti... otra vez. Volver a descubrir que te confundo muchas veces con flores y luces. Si me dijeran... "pide un deseo", desearía quererte de nuevo. Volver atrás, a los viejos tiempos, donde nada ni nadie nos detenía. Donde la ignorancia de ambos y mis nervios eran cotidianos. Volver a sentir la emoción de escuchar tu voz por primera vez. Arribar a la primera noche que soñé contigo. Tensar por primera vez mi alma al desearte a mi lado. Si me dijeran... "pide un deseo", desearía volver a descubrir. Descubrir que te amaba.

El ángel no pudo cumplirle su deseo...
El Caballero levantó armas, por quizás última vez..."

Saturday, November 17, 2007

Maldito tiempo...

"Y no sólo el Enemigo Digno es quien le brinda una mortal batalla al exhausto Caballero. En el ambiente, en el mundo de este Gran Guerrero, abunda por mares otro enemigo... el tiempo. El desdichado Caballero, después de unos días de eterno combate, encuentra algo de descanso... y piensa:

"La verdad ya desespero. A medida que se exterminan los días que se entrometen entre tú y yo, mi ansiedad de ti se incrementa más y más. Ya quisiera estar allí y ser sólo tuyo. Por esos siete días serlo. Voy contando los días, las horas, los minutos... los segundos. Iluso, a veces creo sentir que al abrir la puerta de mi casa, estás tú sentada en el sofá, esperándome...

Me haces falta..."

Y vuelve al combate, con una lágrima oxidando el yelmo..."

Saturday, November 10, 2007

Debajo del escudo...

"Habiendo terminado la mayor de sus confesiones, el pobre Caballero levantó una vez más sus armas. El cansancio lo desanima un poco, a pesar de sentir en sus labios el sabor de ella. Sólo queda una batalla más que liberar bajo su nombre. Pero el pobre hombre no tenía idea que sería la batalla más trágica, la más sangrienta de todas. Antes de retomar la marcha, piensa:

"¿Pensarás en mí, amor de mi vida? La duda me acosa. Ahora peleo por todo lo que es real, por todo lo que eres tú. Porque le he declarado la guerra a todo lo que se oponga a tu dulce decreto de amor. Porque te defenderé mientras siga vivo. Te amo."

El Enemigo Digno. Por fin el Caballero dio con él. Ya no serían luchas contra innumerables ejércitos, sino contra uno que posee la fuerza de millones. El Caballero no era rival. Lo que hizo después fue confuso para el Enemigo Digno... el Caballero buscó un girasol... y la puso debajo de su escudo. Se paró en medio de la senda y enseñó su espada. Le prohibió el paso a su Enemigo Digno diciendo:

"Para cuando termine este combate, esta flor estará intacta... ven por ella"

Thursday, November 01, 2007

Las 100 razones...

"Porque me quieres.
Porque me adoras.
Porque te bastan dos palabras para iluminar mis días.
Porque eres el cielo en la tierra.
Porque estás pendiente de mi bienestar.
Porque no me tienes que decir nada, y aún así lo entiendo todo.
Porque me lo dices todo, y no te entiendo por completo.
Porque me intuyes.
Porque me conoces.
Porque sólo veo mi vida contigo y nada más.
Porque contigo quiero conocer todo.
Porque me es difícil decirte esto.
Porque me es fácil señalarte todo.
Porque por ti conquistaría el mundo entero.
Porque por ti enfriaría los malditos infiernos.
Porque por ti he cambiado.
Porque sólo contigo soy yo.
Porque tu sonrisa es lo que espero de mí.
Porque tu alegría es lo que ansío de mí.
Porque tu felicidad es mi misión.
Porque me encanta tu mirar.
Porque quisiera besarte.
Porque sé distinguir al sol de ti.
Porque eres un mal del cual no me quiero curar.
Porque a la vez eres una bendición.
Porque te gusta verme feliz.
Porque contigo siempre es temprano.
Porque sabes cuándo actúo mal, y aún así sonríes.
Porque por ti soy valiente.
Porque me desnudas mirándome.
Porque te quisiera dar todo.
Porque me haces desear ser mejor de lo que soy.
Porque cuando hablo de ti, me creen loco de amor.
Porque tu ser es mi credo.
Porque te he peleado, y ahora, en este mismísimo momento.
Porque por ti derrotaría a la muerte.
Porque es contigo con quien sueño.
Porque es contigo con quien me imagino.
Porque me haces sentir especial.
Porque eres la razón de mi existir.
Porque contigo no soy yo.
Porque no te logro definir.
Porque el mundo entero conspira contra mí por ti.
Porque con gusto los desafiaría por ti.
Porque te veo siempre, aunque no estés.
Porque por ti deseo vivir.
Porque por ti deseo morir.
Porque te temo.
Porque sé que me amas.
Porque por ti soy fuerte.
Porque por ti soy débil.
Porque eres lo más maravilloso que he conocido en este mundo.
Porque sin ti no sabría vivir.
Porque eres mi sinfonía en el campo de batalla.
Porque mis lágrimas tienen sabor a ti.
Porque mi sangre posee tu silueta.
Porque mi moral eres tú.
Porque fui tuyo.
Porque fuiste mía.
Porque adoras la ingenuidad.
Porque me descubres con facilidad.
Porque no te puedo mentir nunca.
Porque soy tuyo.
Porque cualquier cosa que me haga recordarte, me reanima.
Porque comparo tu sonrisa con la luna.
Porque las estrellas tienen tus ojos.
Porque eres mi espada.
Porque con mi propia vida, te protegería.
Porque no ha habido otra batalla que realmente haya valido la pena.
Porque eres imperfectamente perfecta.
Porque por ti construiría un Universo sólo para nosotros dos.
Porque siento devoción hacia ti.
Porque deseo oírte siempre.
Porque posees el único calor que me abriga.
Porque me gustan tus detalles.
Porque cuando somos nosotros, el resto no existe.
Porque mis emociones hacia ti son indeterminables.
Porque la batalla por ti es eterna.
Porque cada día pienso en la nueva marcha en tu conquista.
Porque cada mañana es un nuevo día que dedicarte.
Porque contigo gobierno los momentos de la felicidad.
Porque me cuidas.
Porque sabes la mayor de mis debilidades.
Porque te secuestraría, para tenerte para mí por siempre.
Porque por ti gusto del patético fantasma de la ilusión.
Porque la verdadera gloria es morir por ti.
Porque eres la luz de todos mis caminos.
Porque te deseo.
Porque esta pasión por ti desea consumirse.
Porque alguna vez nos envidiaron.
Porque me vuelves idiota.
Porque tú eres mi felicidad.
Porque eres la totalitarista de los jardines de flores.
Porque eres el escape divino de este infierno.
Porque desearía caer en tu red de aromas.
Porque somos tan similares.
Porque somos tan distintos.
Porque conquistaste todo mi ser.
Porque me has vuelto un completo loco.
Y porque mi corazón tiene tu nombre impreso.

Por estas 100 razones, y miles más, y sus derivadas...

TE AMO."

Friday, October 26, 2007

El Gran Día...

"Se sienten los jadeos. El rechinar de las placas de acero. El Caballero inspirándose en sus emociones y en la mujer que abunda en todo su ser completamente, cruzando el infinito campo de batalla, derrotando al innumerable enemigo presente. Mientras tanto, el ángel lo observa, detenidamente. Se pregunta: '¿Cuál fue el día en el que este hombre cualquiera se convirtió en este gran ser? ¿Cuándo fue que adquirió tal valentía, coraje y valor?' El portador de la Gran Armadura, el responsable de ser el verdadero Mártir del Sacrificio, el verdadero devoto único de su propio amor... "¿cuándo fue?" se pregunta el ángel. Irrumpe en su pasado, buscando el momento exacto... y lo encuentra. Un pobre muchacho, común y corriente... colegial. Mocoso para muchos. Hijo de un padre estricto y mortal. Sólo posee a su madre de apoyo. Desesperado. Solitario. Débil. Infeliz. Se considera así mismo insignificante. El ángel no logra comprender por completo que este niño sería quien lo sorprendería en el arte de la dignidad, cargando la espada como vía de felicidad. Entonces logra comprender por qué...

Ella. La niña. Su niña. Su mayor anhelo, sueño y deseo. Sin concepto ni significado alguno conocido. Indefinible. Indeterminable. De tez blanca... divina. Como porcelana de cristal. De un mirar que salvaría al pobre desgraciado de las mismísimas fauces del infierno. De labios gruesos, color carmesí. Imperfectamente perfecta. Un error que Dios cometió, pero que no quiso corregir, porque así tal cual estaba perfecta. El ángel está pasmado. Perplejo. En la memoria del hombre, hay un día remarcado... un 22 de Septiembre. Ése es el día. Ése fue el gran día. La entrega voluntaria del niño. La transformación de hombre a Caballero, y sólo necesitó tres palabras de ella:

'SI TE AMO'"

Sunday, October 21, 2007

Cuando se trata de ti...

"Pienso frecuentemente, cuando se trata de ti, mi niña, de dedicarte algo... ¿pero qué? Cuando se trata de ti, no es escribirte unos cuantos párrafos, o libros, mi amor. Cuando se trata de ti, no es de bajar estrellas, o cruzar océanos. No se trata de... no lo sé amor... de derrotar a millares de hombres que atenten contra vos. Cuando se trata de ti, no es construirte un Universo nuevo. Cuando se trata de ti, no es lucharte cada día como realmente te lo mereces. Demostrarles a todos que lo imposible lo puedo cumplir, cuando se trata de ti. Cuando se trata de ti, tampoco es salvar cada alma de los pecados, ni menos tratar de salvar la mía de ti. Sí, mi amor, de ti misma, maldita hermosa bendición. No. Cuando se trata de ti, este conjunto de ideas para dedicarte, no están ni a tus pies. Y aunque me las pidieras, seguiría así. Lo siento mi amor. Sólo te tengo este corazón y unos cuantos infinitos de "te amo" ... ¿te son suficientes?"

Friday, October 19, 2007

Para Dominique...

"Antes de que el Caballero marchara, escribió una carta y la dejó sobre las únicas flores que se encontraban en el campo de batalla. Mientras se alejaba, un ángel, curioso, dio a la carta... y la leyó. Decía:

'Para Dominique. Para la mujer que conquistó todo mi ser. Se avecina mi hora, amor. Se acercan y debo enfrentarlos. Pero antes, quería dedicarte unas cuantas palabras siquiera, mi niña, mi amor, mi todo.

Oscuros son estos momentos, mas tu imagen pálida e invicta los ilumina. A ti, a quien amo, te confieso que miles de corazones de otros amantes nos envidiaron. Sí mi amor, nos envidiaron durante esas horas donde fuimos nosotros y nada más. Yo fui tuyo. Tú fuiste mía. Todo el Universo conspiró contra nosotros, pero les dimos batalla, como ahora la doy por ti. Cada instancia bendita de ti ha sido un milagro en mi vida. Cada palabra tuya una canción diferente. Y cada sueño una ambición. He peleado contra los mil infiernos existentes, y pelearé contra otros mil. Tu silueta yace en mí como esencia pura... como el acero de esta hoja a su espada. Me das fuerza... y muy bien sabes, mujer mía, mujer querida, mi mujer amada, que sacrificaría todo por ser el mediador de tu felicidad, aunque me conforme con una sonrisa tuya, con tus oceános que desatan olas de encantos, con las hojas de cristal minúsculas que invaden cada centímetro de tu piel... de tu cuerpo... y de un afán... de mis labios tristes que nunca han conocido los tuyos. Ahora, bien quisiera un último mirar tuyo, que me digas esas dos palabras una última vez...

Ya vienen. Esta espada, esta armadura, este escudo y este cuerpo servirán bajo tu nombre único. Servirán bajo el nombre de nuestro amor que está fuera de todo conocimiento conocido o por conocer... y moriré con gusto por él... moriré con gusto por tí.

Te amo. Adiós.'

Triste, el ángel dejó la carta y divisó hacia lo lejos alguna señal del Caballero. Se había perdido entre el horizonte... y el ejército que se aproximaba. Sólo logró escuchar un grito de guerra, y unas hojas de espada chocar..."

La última marcha...

"Ya no es batalla... es una guerra total. El pobre Caballero observa impotente la nueva estrategia de quien parecía ya derrotado. Arriesgándolo todo, ha enviado al campo de batalla su última fuerza. ¡Oh maldita sea, el Caballero está solo! Se avecina lentamente un amanecer rojo para este Gran Guerrero. Entonces es cuando aprecia lo inevitable. A pesar del fuego, de las tinieblas, de la tormenta... de la sangrienta mañana, él empuña su espada... y comienza su última marcha...

- Por tí, mi amor... por tí..."

Te amo...

Monday, October 15, 2007

Coraje

"Coraje...
Yo tengo un concepto de coraje. Varios lo afilian al mero hecho de enfrentarse solos a miles. Estar frente a la boca del dragón, a las fauces del infierno. Pero no. El coraje de este Caballero no es desenvainar su espada y derrotar a millones. No es caminar en medio de la incertidumbre. Su coraje tampoco es estar entre lo ajeno, ni es tratar de vencer lo invencible. Mi coraje nunca ha sido el sobrevivir cada campaña que posee la vida contra mí. No. Mi coraje es más sencillo, más simple, pero a la vez, más complicado. Más difícil de acarrear. Más imposible de ganar. Mi coraje es tenerte entre mis brazos, mi amor... mi coraje... es sólo besarte. Es sólo quererte. Atreverme a acercarme... atreverme a tocarte. Llenarme de valentía para rozar ese fuego tuyo. Mi coraje... es amarte."

Saturday, October 13, 2007

A morir...

"Helo aquí, sentado... descansando de la batalla. La dulce trinchera que alberga la paz. El Caballero aprovecha el tiempo para meditar... ¿por qué está aquí?... ¿por qué lucha?... ¿por qué batalla con tanta pasión y afán? Entonces fácilmente recuerda: Ella. No logra comprender el todo de sus sentimientos, de sus emociones. Su existencia se basa en un solo ser que no logra tocar por ahora. Las palmas de sus manos buscan desesperadas ese bendito terciopelo de su piel, tocando una hoja... o hundiéndose bajo el agua. Hermosa sensación. Cualquier buen Caballero sabe que se puede perder fácilmente la moral en el campo de batalla y así olvidar la razón de su combate. Pero éste no. Su devoción es infinito mismo. Sabe que con cada vaivén de su espada, es un paso menos que dar. Sabe que con cada enemigo derrotado, se acerca más y más. Sabe que con cada victoria, es una nueva oportunidad... una nueva oportunidad de dar a ella. Y ya puede levantarse una vez más... su imagen está en todo y en todos. Inserta en lo incierto, bendita en lo maligno. Agua que cura todo rastro de fuego, incluso el de nuestro Caballero. La debilidad de la cual gusta... un vicio. Un vicio a voluntad. Le gustaría saber porqué la quiere. Porqué la ama. Porqué la desea. Porqué la necesita... porqué cada palabra que cruza por sus enamorados pensamientos posee su esencia. Una dulce obsesión.

Resuena en su mente.

-Te amo. Te amo. Te amo.

La cree con ella. La imagina abrazándola.

-No te dejaré. Nunca.

Y alucina besándola... con el silencio como el más fiel aliado existente... por unos cuantos segundos. Y le promete...

-Por ti... hasta la muerte.

Desenvaina una vez más la espada, gritando en medio del campo de batalla. Contra el viento, contra el fuego, contra todo... a morir."

Monday, October 08, 2007

Resurrección...

"Los respiros recrean la saga de la vida. La mano recupera su vieja fuerza y la moral se reestablece. Los ojos se abren lentamente, ardiendo bajo la luz encandiladora. La espada se desenvaina... bellamente... como el arco iris apareciendo entre el sol y la lluvia. El escudo, acero de héroes, se acomoda en el brazo izquierdo... decidido. El yelmo cae orgulloso en su cabeza... dispuesto. La armadura se blande ante su cuerpo. El tiempo de gloria ha vuelto para el viejo Caballero. Una rosa cae. Él la recoge, y la lleva consigo en su corazón. Debajo del escudo, pero encima de todo. Encima del mismísimo mundo que lo ha acogido. El descanso ha terminado... es tiempo de batalla...

- Voy por ti mi amor... voy por ti.

La armadura será fría, pero cálido su corazón... la siente con él. La desea con él. La quiere con él. Devoto, reza por unos cuantos minutos por ella. Comienza una vez más la larga travesía, la difícil jornada, el riesgoso viaje del amor. Seguro, decidido, fortalecido... susurra su nombre... lo recita con ahínco... y comienza a caminar..."

Thursday, October 04, 2007

Estos días...

Días homogéneos. Días aburridos. Días de uno... no de dos. He vuelto al tiempo sin sentido, al sendero sin rumbo... y, sim embargo, cierta parte de mí todavía la siente conmigo, palpable... a pesar que mis manos y mis labios la desconozcan completamente. Sólo tengo de ti humildes imágenes. Me aíslo para recordarte mejor... buscando en los alrededores algún girasol.

Anoche me lo dijiste. Tres veces. Ignoré por segundos los miles de kilómetros que nos separaban. Hermosa ficción. Pero ahora, hoy, aquí... he de sufrir el peor de los castigos. Me lo merezco. Actitudes y decisiones patéticas, dignas de un derrotado. He de pagar el maldito precio, y cuando toda sangre envenenada haya sido derramada por completo, volveré... volveré por ti. Te batallaré como nunca antes lo había hecho... porque los días de gloria de este exhausto caballero esperan impacientes su arribo, y no los hará esperar. No más...

Te amo...

Friday, September 21, 2007

La Batalla de los Cinco Infiernos

Primer Infierno: Contacto.

Ella. La conocí en Marzo si bien recuerdo, en una mañana de charlas. De cabellera oscura y tez blanca. Encantadora. Creo que robaría la mirada de cualquier hombre. Su sonrisa resaltante y su alocada personalidad. Curiosamente, toqué su mano antes siquiera conocerla. Pequeña, pero atrapaba por completo mi todo.

-Entonces el Caballero se impregnó de divinidad y bendijo su armadura.-

Mediamos nuestras primeras palabras a la mitad de la mañana.

-Disculpa...
-¿Sí? - Me sentí enmudecer, y el momento se tornó incómodo.
-Eh... ¿te gusta este estilo de música? - Descaradamente puse un audífono en su oreja y toqué cierta canción para acertar mi hipótesis.
-¡Sí!...¿cómo supiste? - dijo emocionada.
-Por tu anillo. - Mentí, lo noté en su mirada, no sé cómo, pero fue así. Y así comenzó todo. Adivinando una trivialidad.

Reingresando al auditorio, repudié la jornada. Condenadas charlas acerca del emprendimiento y la perfección constante de la persona en el país. Bah... uno que lamentablemente lo aprendió desde pequeño, en el seno familiar, donde la ira sin pretexto del padre luchaba constante contra la serenidad eterna de la madre y era una guerra sin fin. Entonces fue cuando ella tiritó.

-¿Tienes frío?
-Sí... - Sin que ella se fijase, ya me había sacado la camisa, y se la ofrecí.
-Gracias - Me dijo, y la usó como frazada. Su delicadeza de actuar y el perpetuo mirar me conquistaron lentamente. Quizás fue su coqueteo nato. Quizás fueron sus labios color carmesí. Quizás...

De pronto sentí el alivio: la charla tocó su fin. No hallaba la hora de salir de ese lugar, pero algo estaba cambiado y mis tonterías me dejaron llevar por el instante. Quizás para mal.

-El Caballero afiló su espada... -

Al salir, ella me siguió. Charlamos un poco. De todas maneras, el momento lo favorecía. Ella desconocía completamente del lugar... y yo también. Éramos novatos de ese nuevo mundo.

Y en su casa escribí algo. No le di mucha importancia. Lo escribí por querer hacerlo y saciar esa necesidad, como el perro que quiere comer estando lleno.

-¿Puedo leerlo?
-Claro. - Ella era una perfecta hechicera. En su voz yacía el encantamiento y en su mirada la confirmación de éste.

-¡Qué hermoso!
-Quédeselo si lo desea.
-¿Sí?... - se sonrojó. - Muchas gracias... - Y firmé con mi nombre esa hoja.

Arribó la tarde rápidamente, y sin darme cuenta, ya estaba acostado en el pastizal junto a ella. Inserto en la incertidumbre, le confesé media vida. Y ella a mí. Fue nuestro momento.

-¿Cuál es tu fantasía?
-Que llegue mi príncipe a caballo y me rescate de una torre.- Y por un segundo sentí que la amé.

Creo que le dio mucha importancia a una rama cortada, tirada entre hojas secas, porque la recogió y me la dio. Yo la guardé... todavía la tengo guardada. Sentí su mirar ordenándome "cuídala, porque yo te la di". Y he obedecido. Desde ese día que cada pasar de mi existencia posee algo de ella, en mi alrededor o en mi interior.

-Y comenzó la marcha del Caballero... -

Segundo Infierno: Incertidumbre.

Los días siguientes fueron confusos. La presencia divina de ella distorsionaba la realidad como la conocía y la transformaba en un mundo ideal. Coloreaba este ambiente de blanco y negro, floreciéndolo. Sin mayor esfuerzo, se ganó una devoción total de mi ser. Entonces fue cuando quise ser de ella y que mi todo también fuera ella. Ella. Ella. Ella.

Eran las cinco de la mañana, después de una fiesta, en la entrada de su casa. Ni el momento propicio, ni el lugar indicado.

-Te amo. Siento que te mereces la felicidad de todo el mundo y yo trataré de ser el mediador de ella.
-...-Trató de hablar, pero la corté.
-No digas nada. No mates la ilusión. - Y le di un beso en su mejilla sonrojada. Lento, apasionado, como si fuera en sus labios, impregnando un fragmento del amor que sentía, tratando de hacerlo tangible. Tratando de convertirlo en mero placer. La abracé y ella entró a su casa, mirando hacia atrás. Observándome subir esas escaleras, entre los focos de la calle y el ruido silencioso de la noche.

-El Caballero había brindado su primer golpe... comenzó su batalla.-
-Pobre e insignificante ser, condenado a batallar entre fuego y cielo.- Declaró Dios.
-Esta vez será diferente.- Señaló el Caballero, seguro de sus palabras.

Las semanas volaron, y la cotidianidad se hacía presente. La rutina y la homogeneidad de esos días me volvían preso de la realidad, pero la diferencia estaba en ella. Aquella mujer que la veía de momento en momento y sentía que bailaba conmigo, en medio de la explanada, bajo la mirada de todos.

-¿Me dejarás sola?
-Nunca.- Y me abrazaba. Me hacía suyo por unos cuantos segundos, y ésa era mi gratificación temporal. Como pobre niño, volvía a mi casa feliz...

Tercer Infierno: Realización.

Mi trofeo fue su confianza. Poco a poco, ella entraba en mi red de amor y buscaba en mí la sombra del desierto, el paraguas de la lluvia... la tranquilidad del campo de batalla.

-El Caballero siente la victoria llegar, y pelea apasionadamente hasta el fin.-

La noche helada carcomió nuestros cuerpos y nos obligó a acercarnos... como también la voluntad de cada uno. Se dejó querer por un momento... se dejó amar por un segundo, con la inminente invasión de mis labios, quienes rápidamente acertaron en los suyos, en medio de la sorpresa y la ingenuidad. Desesperado, la había besado. Y ella no parecía enfadada.

-El Caballero canta en la fogata junto a sus camaradas, orgulloso del triunfo cometido.-

Mi vida me regaló nuevos tiempos. Su sonrisa era más radiante y yo por fin podía osarme a imitarla. La sentía mía. Durante un mes y medio, el dulce sabor de sus labios quedó prendido en mí, como el licor que recién se prueba.

-La espada del Caballero poseía la rosa de ella... y su pasión había crecido.-

Es un recuerdo alegre... el hecho de robarle un beso. La sorpresa... lo súbito... lo espontáneo. Ella era así... yo lo fui una vez. Con ella.

Cuarto Infierno: Cúspide.

Aunque fueran escasos, los días soleados incrementaban mi amor por ella. Ciego, creía ver la posibilidad de estar con ella. El sentido de mi vida existía y tenía nombre. Me propuse la idea y comencé a salir con ella. Benditos fueron los días en los que todo el mundo dejaba de existir por unas horas, y nosotros dos poseíamos lo nuestro. Forjando cada segundo con un poco de amor, un poco de amistad, más otro poco de verdad, y un último de placer. Era todo perfecto. Invierto minutos en revivir cada instante.

-El Caballero se sentía en la cima de la duna, feliz y satisfecho.-
-Lo siento hijo mío, no eres feliz.- Decreta Dios.
-He peleado y he triunfado. No hay nada que lo cambie.-

Ella me seducía.

-Dime que me quieres.
-Mentiría si lo dijera. Yo te amo.

Difícil es plasmar estos recuerdos en palabras. No poseo poder para siquiera comparar las chispas que despertaron cuando nuestros cuerpos yacían muy cerca y deseaban un poco más. Mi corazón la amó un poco más, usando mis labios y mis brazos como armas, atacando y atacando. Y después del combate, la paz de sus ojos cerrados y su desvanecedor respiro conquistado por el sueño. Mi mano la ayudaba a mantenerse en ese estado. Fui feliz.

Quinto Infierno: Desilución.

-El Caballero refina su vieja armadura, afila una vez más su espada, levanta el escudo y se prepara para la última pelea de su campaña.-

El sexto mes fue el decisivo. Era hora de cambiar mi patética existencia. Hacer formal la inserción de mi niña en mi vida. Fui un alucinado valiente y creyendo dominar el fuego, acerqué mi mano.

-¿Qué sientes por mí?
-Te quiero mucho. Soy feliz contigo. Me encanta estar contigo...
-Pero no me amas...

Entonces me quemé.

-Te lo dije, valeroso Caballero.- dijo Dios.
-Lo sé.- Se levantaba del suelo, con la armadura rota, el escudo partido y la espada trizada.

Mi batalla había terminado. Y lamentablemente no había muerto.

-El Caballero levantó sus armas y partió vuelta a casa, queriendo haberse quedado entre la tierra y una espada.

Thursday, September 20, 2007

Desilución...

"Y la espada es envainada una vez más... la sangre que vertió en batalla no valía la pena..."

Saturday, September 15, 2007

Soliloquio

"¿Por qué el hombre tendrá esa manía de querer saber hacer más cosas? Esa añorada ambición, la destructiva... la que carcome por dentro hasta las putrefactas entrañas del corazón desolado... porque quiere perfeccionarse... porque desea alegrar más a su mujer... o a quien le pretenda hacer suya. Impresionarla. Hacerle saber que la puede enamorar de mil maneras diferentes. Que en el libro de su vida no habrá página en blanco... sin su nombre repetido más de un par de veces. Que puede recordar las primeras palabras que cruzó con ella. Que guardará hasta el final de sus días la flor que le dio sólo porque se la quiso dar. Que su trabajo, su oficio, su cargo, su vocación, su diplomado... a voluntad propia, es amarla... incluyéndome en este soliloquio..."

Tuesday, September 11, 2007

El descanso...

"Ya no hay más batallas. Ya no hay más luchas. El Caballero se encuentra ante una gran encrucijada: El total abandono de esta legendaria conquista... o el millón de años de espera. Por ahora, ha optado por la espera y se ha dejado llevar por su ilusa luz de esperanza. Espera cualquier milagro... el patético fantasma de la ilusión ha invadido una vez más al desgraciado. El viento lo consuela, como también las hojas que fallecen, creyendo que son sus dedos. Y la piensa... constante. La recuerda como un rayo de sol que atravesó su armadura y su corazón. En medio de la paz y la tranquilidad del combate, el Caballero dedica sus pensamientos a su amada. Su pensamiento es su espejo. Su dulce aroma emanado hasta en el más crudo invierno, hasta en el más sangriento campo de batalla, hasta en el más oscuro cementerio de árboles. Su melodía tocada en cada rincón del mundo, viendo las estrellas estremecerse por el violín de su voz. Inmerso en ella, el Caballero comienza su sueño. La siente junto a él... hecha de porcelana... real. El miserable de amor, aprende de ella, bailando con ella, cantando con ella, riendo con ella, imaginando la verdadera vida... la verdadera felicidad. Pero no la quiere soltar. Pobre hombre, sabe que sueña... y no la quiere soltar. El atardecer lo destruye... pidiéndole a ella "quédate..."
Se desvanece, entre rosas de hielo y luces. Entre paraísos y mares. El Caballero se despierta desconsolado... y comienza a caminar."

Sunday, September 09, 2007

En la costa...

"Quizás las nubes oscurecían nuestro día, pero tus ojos reflejaban constelaciones enteras. El frío también lo opacaba, mas el abrigo de tus brazos fue mi escudo. Y el mar como pretexto improvisado... y el viento que provenía de él. Amando cada centímetro de tu rostro, cada nota de tu melodía, cada infinidad de tu aura. La esperanza pronta a llegar, en forma de ti, alegrándome... sin importar el tipo de batalla que deba enfrentar por ti. El Caballero ha levantado su espíritu por última vez para terminar con esta legendaria historia... ya te siento llegar, mi amor. Mi espada yacía en el aire, constantemente, y mi mano izquierda buscaba desesperadamente la tuya... pero ya la encontré..."

Thursday, September 06, 2007

¡A la carga!

"Y en el lugar menos apropiado, en el momento menos esperado, el Caballero se somete a la más riesgosa de sus hazañas: La completa aniquilación de sus miedos, la tentación del momento... la eventual derrota de este guerrero, hechizado y confundido... apasionado y sin razón. El cantar de la victoria y el trofeo en forma de beso, la dicha de su aroma. El Caballero de roca, hecho arena. El Caballero de hielo, hecho agua. Ella ahora es su mundo, su Universo entero controlado sólo por la yema de sus dedos y sus labios. La tiene... es suya... por fin lo es. Pero sólo de piel... no de alma. Pero sólo de cuerpo... no de corazón. Sin embargo, el Gran Caballero no piensa dejar el campo de batalla. La lucha continúa... y ante las grandes puertas del infinito, él entra... sin miedo... valiente y osado, sin importar que este portal lidere a las entrañas de Hades. Ya siente el frío otra vez, gritando "¡a la carga!"

Thursday, August 30, 2007

La Bufanda...

"Piedras, espinas, invaden el camino del Caballero, como también el frío invernal. "Es difícil" dice el pobre guerrero que trata de mantenerse en pie ante la adversidad, solitario en su armadura, caminando contra el viento... lentamente, encerrado en una ilusión, soñando con ojos abiertos... lo ideal. Ciego por el aroma que emana la bufanda que carga, larga y suave, como una hoja de trigo. A pesar del óxido, a pesar de la sangre, a pesar del sudor y el constante jadeo, la bufanda mantiene la presencia de su amada."

Monday, August 20, 2007

Caballero

"He recuperado la moral.
La batalla se ha reanudado.
Y tu corazón será mi destino.

Oh mi niña, oh mi amada, maté la ilusión por unos cuantos días para no imaginarte en todos lados, ni en todas partes. Dichoso el minuto en el que mi ser encontró lo más cercano al cielo, la amable criatura, divina. Defenderé hasta la muerte los recuerdos compartidos, las sensaciones, los escalofríos, las miradas y las palabras que más de una vez dijiste, me condenaron a obsesionarme más y más de ti. Ahora, en mi solitario y frío lecho, siento arder mi corazón cuando tu silueta conquista mis pensamientos, deseando que estuvieras aquí... conmigo.

Cuando estamos solos, anhelo con murmurarte las palabras exactas y ahogar tu bellísima voz por unos segundos, pero el nerviosismo es más rápido y me reprime. El deseo de yo ser por quien piensas y sonríes, permanece invencible ante el infierno de la adversidad. Te daría todo... y un poco más. ¿Qué sería de mí si me amaras tanto como yo te amé... como yo te amo ahora... como yo te amaré eternamente? ¿Qué sería del caballero que no poseerá otra batalla más por pelear, porque ya ha salido victorioso en la ardua lucha del amor? El regocijo de tenerte, mi amor, y el merecido descanso eterno, hasta que el destino decida poner a prueba el amor que siento por ti, y con gusto pelearé por ti.

Te amo."

Thursday, August 16, 2007

Misterio

"He vuelto a la desilución. Miro hacia atrás y aprecio mis patéticos intentos de conquista. Intentos de logros, de cambios, de drásticos cambios. Sollozo. Después de todo lo soñado, sigo aquí, en medio de la trinchera, en la mismísima trinchera donde he sangrado lágrimas y he llorado sangre por quienes parecían la esperanza hecha personas. Un amigo una vez me dijo: "Prefiero el caos a una realidad tan charcha". Tiene razón. Y ahora... ¿qué hare?. Desespero con la pregunta sin respuesta. Enloquezco por la solución.
Siento lástima por las balas de mi adolescencia disparadas en vano, rebotando en el concreto indestructible del dolor. No quiero... No... Por dios no... No deseo volver a sonreír irónicamente. Puedo contar con los dedos de las manos los minutos en los que creí que era feliz. Quizás menos. Misteriosamente sigo en pie. Sin razón... sigo vivo."

Wednesday, August 15, 2007

A pesar de todo...

"Entremedio de la indignación y la tragedia, fallezco mis piernas, descalzo de consuelo y amor, aunque sarcásticamente posea la cabeza al frente de batalla. El olvido como cotidianidad, la frustración como pan. Que todo el tiempo del mundo se mate de pronto por un rocío de alegría, parecería un sacrificio digno... y egoísta. Las malditas cicatrices del pasado vuelven a arder, en lenta agonía. Yo creo soportarlo, me hago la idea, me creo la ilusión de fortaleza e indestructibilidad. Como dicen por allí, la esperanza es la mejor mentira de todas. Ando ciego. Quiero andar ciego. Quiero yacer ciego e ignorante. O bien... saberlo todo, y aún así sonreír... a pesar de todo."

Saturday, August 04, 2007

Frío infernal

"Una noche eterna. El invierno atacándola y las estrellas ocultas. Aunque los ejércitos de mi corazón yacen derrotados y desvalidos, sigo vivo. Sigo firme. Sigo adelante, sin querer reconocer la terquedad... la necesidad... la desesperación por haber caído en el abismo de tus ojos. Llorándote, sabiendo que mis lágrimas te recorren banalmente, como la lluvia sobre las montañas. Sin encontrar consuelo, como sentir el frío infernal de mi alma en pena. Débil e inútil, con alas cortadas. Sin importancia, como gota en el océano. Patético y solitario, deambulo en las tinieblas, con la certidumbre de mi propósito. Demacrado y sangrando, doy pasos lentos e inseguros, pero siempre adelante. No hay batalla. No hay choque de espadas. Sólo existe la resistencia en el infierno... y la imagen terca de un paraíso."

Friday, July 27, 2007

Veinte años...

"Un día que parece ser uno cualquiera, pero en el fondo no lo es. Es una celebración de batalla. 365 días de eterno combate contra mí mismo, y al parecer la lucha persiste. La búsqueda del deseo verdadero, del afán verdadero... del único que me ha mantenido en pie hasta ahora, perseverante... ambicioso... terco. Un año más que parece ser tanto de esperanza, como de tragedia... 20 otoños... 20 primaveras...¿quién sabe? Días invadidos de la diversidad de emociones. Benditas y malditas. La batalla dedicada a la búsqueda de un propósito final, y la gloria venidera por cumplimiento de ese propósito: Tú, mi amor, sólo tú. Otro año más condenado a pelearte hasta el último aliento. Condenado a batallar por un ideal. Ideal altruista. Ideal que nunca acabará... nunca morirá... nunca fallecerá. Mi ambición la revive constantemente. Ésa es mi vida... nacer por mi amor... crecer por mi amor... luchar por mi amor... y morir por mi amor."

Tuesday, July 24, 2007

La noche...

"Bajo las luces de la luna cruzando a través de la capa de nubes, los dos seres se convirtieron en uno. Bajo el encanto del deseo y placer. Emborrachados del dulce jugo de amor transformado en lujuria. Porque él dijo: "Esta noche será nuestra, y vivirá ardiente en mi recuerdo, hasta que la tierra deje de girar". Entonces los tejidos ya eran algo innecesario. Y ella los dejó caer, lentamente, con el profundo respiro de él en sus labios. Dejándose revelar bajo la luz de la oscuridad, ella atacó..."soy tuya..." Fundidos en el lecho, las miradas fogosas, las manos deseosas, las pieles insaciables y los corazones generosos dieron paso a los gemidos callados en la encerrada habitación. La secreta conspiración, ahogada en el fuego de los dos cuerpos. El mundo a su alrededor, extinto. El excitante terciopelo de la mujer, la sed de placer del hombre, elementos dignos del acto. Y de pronto... el clímax. Los cuerpos yacen, derrotados, fundidos otra vez en uno solo, besándose hasta la muerte de la noche."

Saturday, July 21, 2007

Para que el momento no duela...

"Poseo una rutina. Una forma que pretende ser efectiva, aunque nada es perfecto... excepto ella.

Para que el momento no duela... no mencionar mucho su nombre, ni lo que gusta decir o hacer. Quizás sea necesario de olvidar algunas cosas, como el color de sus ojos, o su tez. O la manera divina de envolver mi mundo en su manto de color rosa.
Para que el momento no duela... dejar de lado la confusión. Ella es la incertidumbre de mi vida. Cerrar los ojos ocasionalmente, para no verla en todos lados, ni en todas partes. Ignorar la luz del sol, que se asemeja a la de sus ojos.
Para que el momento no duela... simplemente dejarse llevar... escucharla, sentirla, verla, quererla... amarla... porque me han elegido el momento para conocerla, y saber que desde ese momento estaría encadenado a ella... y morir amándola."

Te amo...

Thursday, July 19, 2007

Recuerdo...

"Deambulo pensándote, mi amor.

Los días han contraído la pestilencia de la muerte, mientras que mi deseo me mantiene invicto ante ellos. No sé cuánto duraré en pie, mi niña. Los minutos confabulan contra mi eterno sueño de poseerte por un momento. Quizás qué me depara el mañana. El dulce afán de mirarte una vez más es lo que me mantiene vivo. Y mi mano con tu piel blanquecina. Y la travesía de ésta por tu rostro. Lentamente.

Las noches son mi martirio. Son el fracaso del día sin ti. La impotencia de mi ineptitud. Pero me mantengo invencible. Tu recuerdo me mantiene invencible."

A mi Domi. A mi niña. A mi gran voz de apoyo en los días que caigo sin encontrar fondo. A la mujer que le debo un mundo. Te quiero mucho.

Saturday, July 14, 2007

Pensaba

"Pensaba...

Me han condenado a vivir una travesía eterna de desesperanza. Me han llenado de una vida interminable. De una maldita inmortalidad. El divino espectador de seres queridos falleciendo... lentamente. Ni los intentos de batallar hasta la muerte apaciguarán esta maldición. Ni siquiera por esa persona amada. Maldita impotencia.

El sable yacía dentro del cofre, aburrido e inútil. Así también mi corazón inerte, sin el fuego pasional de la batalla. Hasta que ella, con su mirada ardiente, ha revivido mi corazón. No pretendo luchar en el mismo campo de batalla, sino esperaré armado y listo la nueva esperanza... ¿qué?... ¿tan típico de mí, cierto?... Encontrar una esperanza y lucharla hasta que la tierra deje de girar. Pero esa es mi existencia... una incesante búsquerda de pequeñas luces en un mundo de sombras. Al parecer nunca terminará. ¿Qué espero? ¿Qué deseo? ¿Qué necesito? ¿Qué añoro? Sólo hago una cosa: Sonreír. Sonreír irónicamente a la muerte.

Nada de esto fue planeado. Sólo este humilde legado a quienes, alguna vez, se den la molestia de apreciar mis palabras y que sepan esto: Yo existí. Yo viví. Yo amé.

Lo sé... sólo pensaba..."

Friday, June 29, 2007

Mariposa blanca

"A pesar de todas las cosas, poseo un deseo loco de dejar todo atrás, renunciar a mi vida entera, y secuestrarte... tenerte para mí por siempre, como el viejo Fantasma de la Ópera a su Christine. No se lo quiero decir a nadie, pero a la vez deseo gritarlo: Me intuyes, me adivinas entero, como la dulce mirada de mi madre buscándome curiosa, tratando de descifrar lo que siento. No creo que en todo este Universo se logre crear otro ser o conocer otro ser tan fantástico como tú. Es fría esta maldita noche... tiritando te escribo... lentamente... sí mi amor, lentamente, con un tiempo que creo tener y a la vez no tenerlo. Por mí simplemente te besaría en una esquina, y en realidad ya lo hice, en tu puerta, como un patético ladrón de amor. Patético de niño. Niño de inocente. Inocente de ignorante. Sí, querida mía, de uno que añora mil cosas, pero todas ellas contenidas en una sola: Tú.

A pesar de todas las cosas, todo esto suena egoísta, banal y meramente terco. Quien tiene que sonreír eres tú. Quien tiene que revivir eres tú. Quien tiene que maravillarse de la hermosa vida que se nos ha brindado eres tú. Tu sonrisa, tu bondad, tu propio tú, merecen de la felicidad del mundo entero. ¿Pero sabes qué, mi amor? Me gustaría ser yo el dueño de esa felicidad a brindarte. Me gustaría ser ese pequeño sol que brillará cada día de tu vida. Me gustaría simplemente que todo tu universo fuera paralelo al mío, y vivir juntos en una eternidad incierta, que sólo nosotros podamos crear y gobernar. Y sino... me gustaría lucharte, pelearte, batallarte con toda la pasión que mereces, niña mía, y morir en el intento. En el intento de algo que valía la pena. En el intento de una felicidad plena. En el intento de mil estrellas iluminando un solo golpe de gloria empuñado en toda mi espada que tiene grabado en su luz tu nombre... intacto. Invencible. Invicto. Que tú seas la Gran Razón de todas mis añoranzas. Sí mi amor... moriría por ti.

El cielo sería más azul si lo miraras constantemente, como así también mi vida si por un momento me quisieras tanto como yo te quiero ahora, en este preciso momento, en el que te pienso incesantemente, y hasta te lloro. Lágrimas saladas, lágrimas ensangrentadas... que poseen tu imagen plasmada. Tu rostro sonriendo plasmado. Como dije una vez, en la primera carta que te dediqué, bella mía: "Quizás qué pensarás de mí después de esto..." Pero, a estas alturas, ya nada importa. Solo venía de visita a este planeta, buscando un roce de alegría, y lo encontré... mi amor te encontré. Nunca creí que realmente existieras. Hasta dudé. ¡Perdóname mi amor por dudar de ti, pero no creí que fuera cierto! Oh, si sólo mi amigo Werther me comprende perfectamente. Por nada ni con nada logro olvidar por un momento la suavidad de tu pelo cosquilleándome el rostro decaído, cuando nuestros brazos se cruzan, cuando más desconfías de mí, porque temes a que ataque otra vez, bella mía. Con nada logro olvidar tus ojos oscuros e intimidantes, conquistadores de mundos. Sí mi amor, una mirada y una sonrisa tuya son tu mejor arma.

Me encanta mirarte, así de detenido como observar el segundero de mi reloj avanzar. Lentamente. Detenidamente. Minuciosamente. Tratando de encontrar el origen de tu bella luz encandiladora. Nunca creí que en este infierno habría un escape de paraíso como tú.

He perdido mi aliento.

Soy un alma en busca de cumplir su último deseo para descansar en paz. Al parecer viviré entremedio de la paz y el infierno. No creas, mi amor, que eres una lágrima en mi vida. Eres sino la ironía de las cosas. Y aún así, cruzaría los senderos de llamas infinitas por ti. Debo amar cada detalle tuyo, porque lo quiero. Debo amar cada palabra que haz dicho, a pesar de que la haya escuchado bien o no por estar más bien fijado en tus ojos. Sí mi amor, me distraes. Apareciste tan súbitamente en mi empobrecida existencia, como la mariposa blanca que de pronto se cruza en el camino de un perro vagabundo. Y entre dejarte volar o atraparte en un vaso de cristal, aunque me duela, prefiero que seas libre, y ciegamente lo hago, queriendo que sólo vueles cerca de mi corazón.

Perdóname. Perdóname por todo esto. Perdóname por todas las cosas de mi vida. Hoy es un día de gloria en tu existencia. 365 días más que vivir. 365 días más en los cuales existir... sólo te digo esto : No existas mi amor... vive. Vive cada día como si fueras a fallecer en el siguiente. Y luego no mueras. Luces y sombras invadirán tu divina presencia. Deseo que prevalezcan indestructibles las luces. Que las sombras sean erradicadas fácilmente. Creo que soy una mi amor. Lo siento.

No te preocupes. Pronto me iré.

Sí... ahí viene mi amor. Ojalá que, cuando mi furibunda cara cruce en el fantástico mundo de tus recuerdos... sonrías. Porque eso quise ser en tu vida: Una sonrisa constante. Como tú lo fuiste en mi vida. No me arrepiento de ello. Nunca. Ni muerto.

Adiós.

Un beso. Siempre tuyo. "

Friday, June 22, 2007

Vencido

"Está nublado. Lo está para mí de hace días... desde que toda esperanza fue apagada de golpe. Desde que cada emoción se tornó gris. Desde que la resignación y el dolor son meras costumbres. Desde que la moral dejó de existir. Desde que comenzó la marcha de los ejércitos de la muerte... buscándome... constantemente. Dicen que ya no vivo... y que no merezco estar aquí. No estoy escondiéndome. Sólo los espero. Arrodillado... con un lápiz en la mano... y mis ojos cerrados."

Saturday, June 16, 2007

Nuestro pacto secreto...

"¡Qué irónico! Creía estar renunciando al mayor de todos mis deseos, al más añorado, y brindo un último ataque, a pesar que sabía que todo estaba perdido. Sentí el fuego de mi corazón dominarme. Aniquilando la intimidante distancia, había creado un sello de amor. ¡Mi niña, por segundos me amaste! ¡Por segundos fui el hombre más feliz del mundo! ¡Por segundos sentí la esencia de miel en mis labios! Los mil y un efectos posibles en fracciones de segundos... ¡y aceptaste mi gran afán! La noche lucía contenta, enorgullecida de mi acto de valentía. Mis días de blanco y negro fueron, hasta ese martes... que a besos y palabras lo pintaste como tú quisiste. Pintaste esa noche... en día. Pintaste las flores marchitas... en primavera. Todo lo que conozco, soy y seré, fue tuyo, es y será. Me transmitiste la alegría del mundo. Destruiste mi tristeza entera. Descubrí el placer hecho piel y pétalo de rosa. Bendita sea la pared que te sostuvo mientras mis brazos te encerraban completamente. Y tu mirada buscando mi respuesta. Y tus manos acariciando las mías. Y tu aroma hipnotizándome. Y el silencio ideal. "

Sunday, June 10, 2007

Cinco horas...

"La oscura tarde fue testigo. La eternidad poseía una forma... después de todo. Forma de ángel, de ninfa. Y caminé a su lado. Y reí a su lado. Admiré su rostro, sus ojos, y me desilucioné de las estrellas. Me bendijeron con cinco horas junto a ella. Cinco horas en las que sólo un segundo le bastaba para fascinarme. Un segundo para abrasarme. Un segundo para besarme. Miles de pequeñas alegrías contenidas en el más encantador ser existente. Fuimos ella y yo. Por cinco horas lo fuimos, y nada más. Me sonríe constante y desinteresadamente, sin saber lo que revivía en mí. Desesperado, trataba de gritarle por los ojos lo que tanto deseaba confesar otra vez, mas ella, tímida, se escondió en mi pecho, acurrucándose. Vencido y derrotado, cesaba el fuego de mi sinceridad. Y ahora pienso: Creo que nunca te dejaré, aunque eso me cueste la felicidad de miles de años. Sin embargo, la batalla ahora se ha tornado más dura, porque no hay enemigo contra el cual luchar. No he logrado conquistarte por completo, y creo que nunca lo lograré. Creo que nunca te dejaré. Ojalá me concedieran el deseo de morir por ti, mas me han condenado a verte en cada rincón de mis días. ¡Qué manera tan irónica de amar! Pensar en el final de mi existencia, y a ti como el verdugo más hermoso que he conocido. Todo se ha muerto a mi lado, y aún así cuento los segundos que han pasado desde la última vez que te vi. Creo que nunca te dejaré. Una rosa marchita y las hojas heridas por mis palabras serán el legado que dejaré atrás... y un corazón deseoso de amor.

Prometo que si llegas a mi lado, no te tendré por mucho tiempo... aunque planee tenerte por siempre."

Thursday, May 24, 2007

Cuando...

"Cuando las flores mágicas lluevan...
cuando resuciten de la imaginación los unicornios, dignos estándares de la esperanza...
cuando el último grito de muerte sea apagado por la brisa divina...
cuando los hombres se sonrían unos a otros...
cuando la sangre deje de derramarse en los eternos campos de batalla...
cuando los sueños crucen los campos de la realidad...
cuando la eternidad sea de cristal...
cuando el sol ilumine hasta el último rincón de mi tierra...sin fin...
cuando las estrellas sean mis canicas...
cuando pueda abrazar la luna...
cuando dejen de existir los corazones negros...
será el día en el que cumpla mi mayor anhelo:
Sentir la esencia angelical de tus labios"

Friday, May 18, 2007

Robo de miradas...

“Estuve presente en el divino santuario que acoge tu persona. Tu todo más bien. Y te tuve en brazos. Una y otra vez. No te quería soltar, como si la muerte nos rodeara. No sé si es una dicha o un sarcasmo… pasan los días… inertes. Gimiendo de dolor por tu ausencia. Te pienso infinitamente. La falta de ti es mi eterno martirio, porque posees la llave de mi corazón. La llave de la eterna salvación. Me robas miradas… constantes… Siento miles de gritos alrededor, pero el canto de tu voz las apacigua lentamente, como el viento acariciando cada hoja marchita. Hipnotizantes ojos y curvas… el dulce sonido de tu voz aclamando mi nombre en gritos de ternura y pasión, con el acto seguido de atraparme en medio de ti y plasmar inyecciones de cariño (¿o será amor?) en mi desgastado cuello. Benditas sean las mil emociones que trato de descifrar, en este misterio de amor, por sólo mirarme. Siento que me invaden miles de manos invisibles en todo mi rostro. Lentamente me reviven… lentamente.”

Wednesday, May 09, 2007

Nuestro imperio de fuego.

"Hay días de gloria. Hay días de pequeñas victorias para todos. Ayer fue el mío. El viento me acompañaba en mi dicha. Era de noche, con frío como el aliento de la muerte. Yacía apoyado en la pared y tú, amenazante, te acercaste. Teniéndote tan cerca pude deslumbrar mejor tus ojos. Dueños de una pequeña flama, como una vela, que ni el más grande de los tornados podrá apagar. Doncella de doncellas, me miraste intrigada, curiosa, impaciente por la respuesta. Sin embargo, me di el lujo de disfrutarte admirándote en tu belleza divina. Tu belleza es mi maldición. Los escasos centímetros también lo eran. Mi corazón, agotado de latir, pedía misericordia. Y mi mente se la condedió dejando soltar las palabras reprimidas por tantos segundos eternos. Sólo fueron dos. Al escucharlas, tus mejillas revelaron un color rojizo, digno de rosas. Fue entonces cuando me atrapaste una vez más. Y tus labios inyectaron su bendito veneno en mi cuello. Dos veces. A pesar del frío, sentir tu cuerpo apegado al mío fue como la lluvia de mil flamas hacía mí. Flamas extasiadas de felicidad. Hartas de ella. Por segundos, nuestro acto fue nuestro imperio de fuego...
nuestro...
sólo nuestro..."

Tuesday, May 01, 2007

Un vicio llamado tú.

"Y en medio de la maldita madrugada, bien deseo que conquistes mi todo con tu luz. Que cada rincón de mi ser posea impregnado tu aroma de lirios. Que la dulce esperanza de tu mirar esté hasta en el más desamparado corazón... el mío. Porque te necesito... te necesito hoy y siempre. Y ahora que te pienso, yazgo en la desesperación de la paciencia, en las oscuridad eterna... descubriendo tu luz, el sol me es una simple y banal sombra a tu lado. Te pienso y bien quisiera darte el paraíso sólo existente en esta maldita mente. Maldita por tu encanto... eterna condena. Una pizca de tu tan bendita y maldita belleza lleva a la locura hasta el más frío de los hombres. Quiero un poco de ti... embriagarme de ti. Ser destruído en medio de tus brazos. Que el bendito jugo de tus labios envenene mi cuerpo mortal. Cántame mi niña. Que cada palabra de tu boca sea el gatear de este lápiz y de estas manos que intentan plasmar un poco de ti."

Friday, April 27, 2007

Obra de hoy : felicidad en sueños

"En las faldas de una montaña, con traje de gala, yacía yo, pobre alucinado que admiraba la vista nocturna de la ciudad. El espectáculo de luces y oscuridad, las pocas estrellas reveladas y las tantas cubiertas por las nubes. Sin luna. Mezcla de melancolía y soledad sentía. De pronto, las luces se apagan. Incertidumbre en las sombras. Pero, para gusto propio, las estrellas quisieron revelarse. Ahora el espectáculo poseía su segundo acto: La noche eterna. Tanteando, mi mano descubre piel de terciopelo. La luna aparece entre las nubes, llena, en medio del tercer acto de este divino espectáculo: La aparición de ti, mi amor, vestida de blanco. En ese momento, las ninfas y los ángeles vestían de blanco. Me sentía tonto, estúpido a tu lado. Pero me gustaba. Mi corazón, mi cabeza, mi cuerpo entero, tiritaban de nerviosismo. Pero me gustaba. Me encantaba. Me encantaba la pérdida total de mi razón al ser sometido ante la luz de tu mirada. Mi sorpresa fue mi felicidad. Eras la mezcla perfecta de todos los colores existentes. No pude decir algo, sino abrazarte. Y bellamente, sin oposición, aceptaste mi humilde ofrenda de cariño. Se desató la batalla de deseos reprimidos...
tocándote...
acariciándote...
sintiéndote...
queriéndote...
Entonces fue cuando trataste de murmurarme algo al oído. No te pude comprender. Me miraste de frente, y con tu gracia divina, modulaste esas dos precisas palabras. Con el coraje de miles de hombres, fui exterminando cada centímetro que me separaba de ti... y con la valentía de millones, me atreví a forjar el sello del amor. Todo mi fuego acumulado, consumiéndose en un disparo de placer. Y cuando nuestros labios dieron fin al ritual del amor, las cortinas cayeron lentamente, desvaneciéndote entre las luces y sonrisas. Resignándome a abrir los ojos una vez más, te dedico estas palabras, de un sueño que parecía real"

Saturday, April 21, 2007

Confesión de un día.

"Bien quisiera saber qué versos expresar en estas horas de la mañana. Mi caminar es de viejo vagabundo. De digno derrotado. Y, aunque lo quiera o no, veo que mi todo tiene algo de ti, niña, pero nada eres tú en tu totalidad. Me resigno a sentir tu maldita ausencia en mi caminar... y a imaginarte temporalmente. Llego al bendito lugar que me hizo conocerte. Sentándome en las faldas de la batalla intelectual, forjando las trincheras del futuro... ignoro el cañoneo del conocimiento, y solo te pienso una y otra vez. Como niño enamorado. Escribiendo tu nombre en las últimas páginas de mi cuaderno... como niño enamorado. Horas pasan... horas de suplicio pasan. Las siento mientras veo las ramas de los árboles mecerse. Y los pájaros volar. Y las nubes cubrir lentamente el sol. Y el viento consolar el rostro de este loco. De este loco por ti. Dibujando tu sonrisa. Y cuando menos lo espero, te veo. Todo pensamiento desaparece lentamente. Más rápido desaparecen al sentir tu mano aprisionando la mía. Me miras como si me conocieras bien. Y no, mi amor... no tienes idea de lo que siento. Te atrapo en mi red de amor... en mi red de deseos. Y tú caes en ella... voluntariamente. Ahora es cuando quiero morir. Ahora es cuando deseo dejar de existir... en medio de mi mayor dicha. En medio de ti. En medio de tus brazos. En medio de tus labios... ahora es cuando añoro terminar mi vida. Y así como así... te vas. Los pensamientos reanudan el asedio. Y también el frío. Con el sol siendo carcomido por el mar en un espectáculo de colores, lloro tu nueva ausencia. Un escalofrío me ordena irme de este lugar. Con tu nombre y dos palabras escritas en una hoja, dejo este lugar. Asesinando otro día de mi existir, me dispongo a caer en la tumba de las noches, y en la cuna de las mañanas. A soñarte. Porque estoy enamorado de ti"

Te amo...

Wednesday, April 18, 2007

Para ti... sólo para ti.

"Te tengo a mi lado, como siempre lo había querido...
y no sé qué hacer.
Mis latidos aumentan.
Mi sangre comienza a hervir.
He liberado una batalla contra mis pensamientos.
Mi todo tiembla.
Entonces es cuando tú inicias un ritual.
Te me acercas...lentamente.
Tus manos rozan las mías...suavemente.
Tus brazos rodean mi cuerpo.
Sin dejar de mirarme.
Y yo bien quisiera darte todo un mundo.
Por sólo tenerte.
Por sólo mirarme.
Por sólo conocerte.
Por sólo existir.
Pero sólo tengo mi corazón.
Y dos palabras."

Te amo mi niña...
Hoy y siempre

Saturday, April 14, 2007

Milímetros

"Te tuve a milímetros.
Oh, mi niña, esa dicha de tenerte en mis brazos.
Otro momento que he congelado por todos los tiempos.
Lanzaste palabras, las memoricé todas...
Admiré tus labios moverse,
rojos y seductores.
Tu tez blanca y desnuda...
siendo invavida por mi mortalidad.
Siendo invadida por mi maldita mano.
Siendo depravada por ella.
Electrocutándome de tu suavidad.
Y mis labios lanzaron un único gran disparo a tu mejilla...
sin que te opusieras.
Fuimos nosotros.
Fuimos nosotros dos.
Por segundos lo fuimos.
Por escenas, por imágenes,
lo fuimos.
Creí estar perdido en mi camino.
Tu mirada me ha iluminado una vez más.
Me aparta de las mil sombras.
Me atrapa también.
Se apodera de mí por completo.
Sólo puedo aceptar que soy tuyo.
Que lo fui y siempre lo seré"

Tuesday, April 10, 2007

Regocijo

"No te vi otra vez.
Te quería preguntar si manejas el tiempo.
Si eres dueña de los cielos.
Si eres dueña de cada hoja marchitándose...
si eres dueña de las mariposas posándose en tu mano.
Si eres dueña de los vientos eternos...
de las olas del mar.
De mi mirada melancólica.
Del fuego de mi corazon.
De mi mente sin razón.
De todas mis palabras.
Y de la conquista total de mi ser.

(En el atardecer...ese mismo día...)

Maldita soledad.
Malditas palabras lanzadas al viento...
Maldito vacío.
Sólo me regocija el recuerdo y los segundos que congelé contigo
de ese miércoles bendito..."

Thursday, April 05, 2007

Sueño fugaz

"A pesar de vivir este infierno cada día, tú apareces como un sueño fugaz.
Y en él te poseo.
Y en él me amas.
Y en él soy feliz.
Y en él hay siempre luna llena.
Y en él las nubes no existen...
ni los gritos,
ni los sollozos...
ni la muerte,
ni la desesperanza.
Un mundo de ideales.
Y los reyes somos tú y yo.
Donde nuestros momentos son segundos eternos.
Y tus miradas interminables.
Y nada es inalcanzable.
Pero tuve que abrir los ojos..."

Friday, March 30, 2007

Encanto

"Hay tantas cosas maravillosas en este mundo, y tú estás sobre todas ellas... te veo resplandecer en tu plenitud, en el fondo de esta habitación oscura, en mi soledad... te veo. Deambulo en calles, pasajes... tratando de encontrarte una vez más. De llenarme de ti una vez más. En una flor, en una luz, en una cicatriz de nube. Tu aura me invade de pronto... aura de suplicio, aura de perdición, sin embargo, te sigo persiguiendo. Te quiero a mi lado, te necesito a mi lado. Sin querer memoricé tu aroma... sin querer, memoricé tu silueta... sin querer, memoricé tus diversas curvas... condenándome a desearte. Si niña, te quiero"

Saturday, March 24, 2007

Ese día...

"Y ése día en el que el sol parecía no acabar, nuestros pies invadieron los jardines... sonreías, y mi vida entera de agonía parecía desvanecerse. El prado te tuvo en tu plenitud. Dormitabas. Quizás qué pensaban los dioses de mí al tenerte acostada a mi lado... cambiarían su inmortalidad por ser yo en ese momento, quizás... mi humilde mano de intento de poeta tocó tu rostro... y por un momento pensé que tocaba una felicidad eterna. El resto era el resto... el resto era sombras... el resto era ajeno... el resto era su mundo, porque esos segundos fuimos nosotros dos... y nada más. Sentía tus respiros en mi cara y con tus ojos entrecerrados me miraste. Sentía la luz pasar entre las nubes, como tu mirada entre tus pestañas. De niño, el nerviosismo, la vergüenza, me dominaban. Y sí mi amor es cierto, no sabía qué decirte. De golpe me abrazaste... me atrapaste... soy tuyo... y no pretendo dejarte escapar en esta complicidad de dos. Y tus labios... ¡mi amor tus labios!... perfección absoluta de vida, placer y dicha... sí, niña, me enamoro de los detalles... de tus detalles... rememoro esto, creyendo que sería un día común... y ahora... es el día en el que perdí mi razón por ti..."

Tuesday, March 20, 2007

Te lo digo sin rodeos...

“Y ya te lo dije. Te lo he confesado mi niña… quizás ahora qué me depara el futuro entre nosotros dos… me dices “¿tan rápido?”… yo te digo: “los sentimientos es cosa de segundos, pero olvido de miles de años”. Mi amor… la amo, créalo o no, la amo. Desde hoy hasta el final de las eternidades. Pero… después de caminar, yacía derrotado en las faldas de mi montaña, llorándote desconsoladamente, porque creo saber cómo terminará todo esto… creo sentir la derrota llegar, a pesar de mi coraje en batalla, de mi espada que sigue luciendo su filo, y mi armadura que aparenta indestructibilidad…¿qué estoy haciendo, mi amor? Te lloro como si te hubiese perdido, cuando ni siquiera te he ganado en batalla.Bien sabes tú, caro amor, que daría la vida por ti… por ti entraría en las gigantescas cargas de ejércitos malditos y perdidos… destinados a ganar lo que todo buen hombre desea… la gloria. Y yo pretendo hacerte mía. No a la fuerza, querido amor, sino con el maldito tiempo que detesto. Lo sé, soy obstinado. Déjame ser… te ví y me perdí bajo tus perlas y diamantes de tu rostro, ante la vida de tus labios, ante la pureza de tu piel… ante tu niña interior y tu mujer exterior.

Monday, March 19, 2007

Vuestro amor, mi batalla...

"No debo acelerarme. El guerrero no gana una batalla por derrotar rápidamente a su enemigo, sino por la estrategia formulada.

Y es que en sí el amor es una estrategia... es esta lucha eterna que poseo. Ella se llama... no... no puedo decir su nombre en vano. No quiero, no puedo, no debo perderla. Ya me di cuenta de mi misión a cumplir: Alegrarla, entretenerla, distraerla, llenarla de una dicha inimaginable, que conmigo sienta lo que con nadie ha sentido antes... y mi recompensa será mi propia felicidad...quizás ella misma.

Creo que fue el fin de semana más largo que he tenido. ¿Por qué será?... ¿porque la soñé, la imaginé, la pensé... la sentí conmigo? Quiero... no... quiero suena banal... deseo ser un caballero de la luz, el caballero que es para ella, para llenarla de dicha y defenderla a toda costa... aunque, como dije antes, perdiera la vida en el intento.

Creo que sólo con un acto de devoción podré ganarme su confianza... creo...

Como decía la canción:

"Y no sé, y no sé, y no sé... si amarte o retroceder..."

Te amo. Y bien quisiera que el amor que te brinde sea tu felicidad. Ese es mi mayor anhelo. Por ahora me resigno a verte y quemarte con mi mirada, encontrando en ti el reposo, la dicha, la exterminación de la soledad. Que me mires con tus ojos morenos, que me tomes mi mano cicatrizada de batalla con la vuestra. Y que me beses con tus labios llenos de vida...

¿Seré superficial?... quizás... quizás sólo resalte vuestros detalles físicos, pero me encanta vuestro ser..."

Confesión

“Quizás qué pensarás de mí después de esto…

Al recordar tu hermosa silueta, mi niña, me invaden imágenes de tiempos recientes… tú una vez dormiste a mi lado, y yo no pude sino admirarte en tu plenitud mientras mantenías cerrados tus ojos. No he podido resolver el misterio de tu mirar, la exquisitez de tu piel, el sabor de tus labios… tú, mi enigma más querido.

Te quiero, te quise y te querré, palabras que te repetiré una y otra vez, y creo que no me cansaré… te las puedo escribir, gritar, decir, dedicar… lo que sea, pero después de todo, siguen siendo pobres... Oh querida mía, te pido ayuda. Ayúdame a saciar esta sed de pasión, ayúdame a saciar esta sed de amor, ayúdame a saciar esta sed de cariño, ternura… esta sed de ti… ya la luna no me sirve, mi amor, ni el mar, ni el sol, ni el cosmos…

Esta botella me ayudará a encontrarte… estoy perdido sin ti… náufrago en la isla de mi corazón.

Se desborda mi amor por ti en mis lágrimas que caen incesantemente… en la sangre que fluye en mi cuerpo… y en la que he derramado… No pienso renunciar a ti, aunque me cueste la vida misma. Sólo tengo de ti un pequeño retrato y los espejismos breves que acosan mi mente. ¿Ya habré enloquecido?


Te amo…

Oh carta querida, siente la dicha de estar en sus manos, en sus divinas manos, dicha que no puedo disfrutar por ahora… sé feliz por mí, carta querida, de ser admirada por sus ojos mientras que leen mi señal de auxilio…

Ya la derrota se aproxima…

Veo borroso y me siento caer, pero sigo palpando tu piel en mi cabeza…

Ten calma amor, ya me voy...

Sólo quería que supieras que te amo…

Me voy…

Adiós…”