“Oh Guardia, ¿qué harás allí? ¿Qué hay de atractivo en ese lugar, en ese maldito lugar? Ni idea alguna tendrás de lo que pisas, del santuario de momentos forjados en ese bendito rincón. La sensación del gigante azul, descansando a tus pies, con el respirar del Maestro Divino, transformado en gaviotas. La furia estrellada en la tierra, en las rocas, mientras cierto ser, de origen desconocido, me atrapaba en sus brazos. ¿De dónde llegó? Qué sabré yo, maldita sea. Fue un extracto de deseo cumplido, como también el mismísimo extracto de canto cantado. La voz hecha terciopelo, inyectándome el placer de la tranquilidad, de la paz que tanto ansiaba de años idos. ¿Pero qué diablos has de saber tú, Guardia, que proteges el recuerdo, la memoria de aquel instante? No te preocupes, piedad y misericordia tendré sobre ti… por ahora. Porque el pasado no es más que agujas y plumas. No es más que momentos. La gloria de ése instante yace en mi memoria, y es algo que posee con garantía, porque una vez me enamoré, y allí, oh amigo Guardia, allí fue.”
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
Es extraño cuando dices "Porque el pasado no es más que agujas y plumas. No es más que momentos."
Recuerdo tantas agujas clavadas en mi pasado, recuerdo tantas plumas que simplemente vuelan... se van. El que esos momentos sean solo eso, es un arma de doble filo, pues hacen tan cortas las tardes compartiendo con un amigo, y tan largas las horas de esperas a veces, en fin! el tiempo es así.
Me gusta como escribe,
^^ Solo quería pasar a saludar.
Angela.
Post a Comment