Sunday, May 18, 2008

He caído...

"Es cierto. ¡Oh que duele que lo sea! Tanto pesar para el desgraciado Paladín que una vez más ha caído en batalla. ¡Oh, Maestro, y lo peor que no fue a lanza enemiga! Caí ante sus palabras, las benditas palabras de la mismísima boca que en centenares de veces gocé de probarla. La que logró quemar cada pedazo de mi cuerpo. Sí, esa misma... y, a la larga, ha terminado siendo otro recuerdo más, plasmado en palabras, papel y lágrimas, lágrimas sangrientas, guardadas en el morral de mi vida. Las cargas, el peso de la pobre y patética conciencia...

No me he rendido. Nunca me rendiré, es cierto. Pero cuánto duele seguir de pie...

La vida y sus infortunios ya no me logran sorprender en lo más mínimo, y no lo harán ya. Sus golpes han reformado este decaído cuerpo y lo han transformado en una muralla de hierro y acero. Mi mente está sistematizada para sus asedios. Ya sé cómo actuar ante un nuevo golpe. No me sorprende...

... espero que sigas sendo feliz a tu manera... no hay remordimientos... no hay rencor alguno..."

No comments: