"Los cielos cubiertos de nubes, rompiendo su silencio con la inminente lluvia a cántaros. El desgraciado, con la sangre de su puño siendo lavada, buscando a su Luna, sin hallarla siquiera. La perfecta y confundible semejanza de su mujer al astro, hallándose desesperado, en medio del llanto de los cielos. Encontrando un rincón donde dejarse caer, admiró la fuerza e ira del mar, chocando con estrépito contra las rocas, tal cual los escudos y espadas del campo de batalla. La magnificencia del elemento, destallando su poder, como el corazón del infeliz, observando a su mujer. A pesar de las armas, a pesar de las batallas, a pesar de la vida entera de lucha por el honor y la gloria, nada bastaba. La silueta de su musa yacía inerte bajo la mirada del vagabundo.
' ¿Qué tienes, querida? Dímelo. Dímelo todo. Ponme a prueba, corazón. Háblame. Por favor, háblame.
Es un grito. Es un gemido. Es una maldita puñalada, atravesando todo su ser, extrayendo su alma con la hoja de la daga. El vacío lo mataba. El vacío lo destruía. Ninguna de todas las batallas luchadas le enseñaba cómo actuar ante esto...
'Déjame darte un beso. Abre esas manos y recibe este humilde presente de mi corazón. Cierra los ojos y déjate llevar por mi pasión que te pertenece. Acepta este corazón, este cuerpo y esta mente, que de por sí ya son tuyos. Los lograste conquistar sin esfuerzo alguno. Cierra los ojos y entrégate. Déjame llevarte de la mano a los últimos confines de este mundo.'
El divino trueno de los cielos calló su silueta. Ella se había ido..."
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3 comments:
lindo /kis
te quiero mono.
hahaha porsupuesto! soy consecuente,practico lo que predico por lo mismo,saludos para tí. :)
Te cuidas, lindos textos me dí el tiempo para leer más de uno.
Claudia.
Mucha pasión.
ñ.ñ
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