Monday, September 22, 2008

Cuando escribo...

"Uno espera llegar a una hoja en blanco, tomar un lápiz y crear lejos la mejor novela jamás leída o contada. Pero en el momento que me siento a escribir, las ideas invaden confusas, nublando lo que deseo escribir. Todo tipo de ideas. De las grandes, como batallas heroicas, y de las pequeñas, como tus labios. Y de las pequeñas se hacen grandes, como, por ejemplo, el desear ver la tierra del color de tus ojos, preciosa. Y las grandes se hacen pequeñas, como, por ejemplo, los miles de años que pasaría conquistando por sólo un beso tuyo. Queriendo agigantar los detalles, y empequeñecer lo grandemente inútil. Lo más curioso de esto, corazón, es que tú formas parte de todo ello. De ti misma me voy confundiendo al querer dedicarte un pedazo de mi existencia. De ti misma me voy mezclando al querer escribirte algo de mi propia poesía. De ti misma me voy enredando al querer crear mi propio mundo para ti.

Jamás me detendré. Nunca dejaré de hacerlo. Es una dulce condena que quise vivir día a día, añorando crearte algo más."

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