Tú y tus ejércitos deberán abandonar estas tierras. No puedo permitir que existan en el mismo mundo que mi amada.
"Intenta obligarnos si lo deseas. Nada nos impedirá conseguir lo que deseamos. Sombras caerán por doquier y el fuego de tu corazón se apagará con los vientos huracanados y desesperanzadores."
Sencillamente obedece o la Justicia Divina caerá por sobre ti y sobre todos ustedes, malditos indignos, que sólo petrifican las aguas purificadoras del cielo. Mi corazón esparcirá su fuego, en el nombre de ella, por todos estos campos... no hay manera que logres vencerme en esta batalla. No hoy, no ahora. Estuviste cerca cientos de veces, sin embargo has fallado y ahora el sol ilumina sólo para mí, con aires victoriosos, la marcha que emprendo hacia el hogar que siempre he anhelado: Junto a mi amor, en colinas ocultas, naturaleza impredecible... y paz eterna.
"Tú y tus patéticos sueños utópicos no hacen más que cegarte de la cruda verdad: Esa clase de felicidad no existe ya... Se ha desvanecido junto con los años, la humanidad y la decencia de estos tiempos crueles. Sabes bien, y lo tienes asumido, que no hay victoria total ante la maldad, ya que es el hombre quien se ha condenado a sí mismo a su propia extinción. Nubes arderán pronto... y tú aquí, soñando lo imposible. Me río de ti..."
-----------------------Se sienta a pensar... ---------------------------------
Por un segundo, quiero ser tuyo.
Por un segundo, quisiera tenerte una vez más.
Por un segundo daría la vida por ti.
Por un segundo, sólo un segundo... quemaría todo rasgo de indignidad que me impide llegar a ti, por un segundo que no intenta ser mío, sólo mío, solamente mío. Un segundo quizás, un segundo no.
Por un segundo, puedo fallarte y puedo ganarte, en un segundo quizás.
Por un segundo, pienso que no tengo razón de seguir de pie, y por un segundo, pienso que puedo conquistar el mundo bajo tu manto divino... bajo tus brazos de terciopelo.
Por un segundo, quisiera asesinar todos los centímetros que me separan de tus labios y robarte un beso para poder seguir respirando... por un segundo.
Por un segundo, quisiera dejar de deliberar y poder vencer lo invencible, en tu nombre, en tu corazón... por un segundo.
Una estrella, a lo lejos, rememora la luz radiante de tus ojos, iluminando mi mente y mi corazón...
-----------------------Abre sus ojos...----------------------------------------
*Levanta su espada al cielo, imponiéndose*
¡YO NO ME DETENDRÉ!
¡CONTRA EL FUEGO, VIENTO Y MAREA, MARCHARÉ INCESANTE E INDESTRUCTIBLE, Y LO QUE PRETENDÍAN BRINDARME EN DIEZ O DIEZ MIL AÑOS, HARÉ QUE SEA EN DÍAS O SEGUNDOS, BATALLANDO POR LA VIDA... POR ELLA!
*Descarga su grito de guerra, causando temor y miedo en sus adversarios*
De profundis clamavi cor meum, epur cor tua non contestat, et anima mea non requiescat. A batallar una vez más...con mi lápiz como espada. La batalla, para los valientes, es un viaje sólo de ida.
Friday, December 25, 2009
Friday, December 18, 2009
La última plegaria...
"Yo sé que pronto moriré... y moriré eventualmente solo, y quizás no amado.
He vivido para ver a mis camaradas caer.
He vivido para recordar lo que creí haber olvidado.
He vivido para crear una historia nueva en cada cicatriz que poseo...
Tuve toda una vida, allegado a mi espada, fiel a mi escudo.
Dudando a quién servía... amando a quién pretendía...
Y ahora, que a quien sirvo es a quien amo por igual,
me hacen pensar en cuánta vida he perdido sin haberla visto.
Ahora que por fin la veo y la siento conmigo, es cuando la Muerte viene por mí.
Y a pesar que me preparo para la más ardua de las batallas, sé que pronto moriré...
y moriré eventualmente solo, y quizás... no amado."
He vivido para ver a mis camaradas caer.
He vivido para recordar lo que creí haber olvidado.
He vivido para crear una historia nueva en cada cicatriz que poseo...
Tuve toda una vida, allegado a mi espada, fiel a mi escudo.
Dudando a quién servía... amando a quién pretendía...
Y ahora, que a quien sirvo es a quien amo por igual,
me hacen pensar en cuánta vida he perdido sin haberla visto.
Ahora que por fin la veo y la siento conmigo, es cuando la Muerte viene por mí.
Y a pesar que me preparo para la más ardua de las batallas, sé que pronto moriré...
y moriré eventualmente solo, y quizás... no amado."
Tuesday, December 15, 2009
Crónicas de una mente corrupta y un corazón puro I : Un conflicto interno...
'He cometido tantos pecados. Mi cuerpo exhausto cambiará la vida de miles, pero no logrará convertir la propia... la mía.'
"No hay manera de cambiar tu vivir, ni vale la pena. Tus años se han ido desperdiciando en vano, persiguiendo ideales que, al fin y al cabo, no permanecerán contigo. Tu recuerdo será borrado de la eternidad..."
'Quisiera limpiar mi alma. Purificarla... no importa el costo.'
"Sí, importará. ¿Qué vale un hombre muerto? Serías otro de los millares que han derramado su sangre, secándose ante el sol, devorada por los cuervos. Los cientos de años y sus lluvias se encargarán de limpiar las tierras del campo de batalla, llevándose consigo tu imagen... desvaneciendo eventualmente."
'Mi amor me brindará la fuerza que necesito para poder persistir. Su luz guiará mis actos y mi camino hacia la Gran Victoria: La Felicidad. Desperdiciaré vida, sí. Derramaré sangre por igual, pero prefiero eso a vivir como uno más entre los billones, mecanizando sus día a día. Es mejor vivir un día como león, que cien años como oveja.'
"Cada paso que das, que crees bendito, te acerca lentamente a lo inevitable, a tu destino final. Te acerca a Sus brazos malditos. Sabes que a Ella no se le escapa alma alguna. La Muerte nos sonríe a todos. Sólo nos queda devolverle la sonrisa."
'Mi cuerpo inerte lo consumirán los días y su tierra. Mis pertenencias desaparecerán con los meses, quizás años. Los relatos e historias de mi vida dejarán de contarse a lo largo de las generaciones. La gran mayoría me olvidará. Sin embargo, siempre habrá alguien que se encargue de encontrar un punto en la tierra, protegido del viento y la lluvia, encendiendo allí una vela por mí. El fuego y el calor que emane revivirán mi ser por unos instantes para aquél o aquélla, y quizás le provoque llorar o sonreír. Con saber eso, me basta para persistir en mis batallas...'
"Tonto iluso. Luchas una batalla que no puede ser ganada, y durante 11 años no te han dado señal de tregua alguna. Vas de caída en caída, y permaneces allí testarudo. A duras penas puedes caminar o respirar, peor aún alzar tu vieja espada sin filo. Ya nada te queda..."
'Ya verás de lo equivocado que estás, compañero sombrío, que los días dejarán de atormentarme...'
"Mírate... mira tus ojos, tu piel demacrada. No das para más..."
'Ya venceré... sé que venceré...'
"No hay manera de cambiar tu vivir, ni vale la pena. Tus años se han ido desperdiciando en vano, persiguiendo ideales que, al fin y al cabo, no permanecerán contigo. Tu recuerdo será borrado de la eternidad..."
'Quisiera limpiar mi alma. Purificarla... no importa el costo.'
"Sí, importará. ¿Qué vale un hombre muerto? Serías otro de los millares que han derramado su sangre, secándose ante el sol, devorada por los cuervos. Los cientos de años y sus lluvias se encargarán de limpiar las tierras del campo de batalla, llevándose consigo tu imagen... desvaneciendo eventualmente."
'Mi amor me brindará la fuerza que necesito para poder persistir. Su luz guiará mis actos y mi camino hacia la Gran Victoria: La Felicidad. Desperdiciaré vida, sí. Derramaré sangre por igual, pero prefiero eso a vivir como uno más entre los billones, mecanizando sus día a día. Es mejor vivir un día como león, que cien años como oveja.'
"Cada paso que das, que crees bendito, te acerca lentamente a lo inevitable, a tu destino final. Te acerca a Sus brazos malditos. Sabes que a Ella no se le escapa alma alguna. La Muerte nos sonríe a todos. Sólo nos queda devolverle la sonrisa."
'Mi cuerpo inerte lo consumirán los días y su tierra. Mis pertenencias desaparecerán con los meses, quizás años. Los relatos e historias de mi vida dejarán de contarse a lo largo de las generaciones. La gran mayoría me olvidará. Sin embargo, siempre habrá alguien que se encargue de encontrar un punto en la tierra, protegido del viento y la lluvia, encendiendo allí una vela por mí. El fuego y el calor que emane revivirán mi ser por unos instantes para aquél o aquélla, y quizás le provoque llorar o sonreír. Con saber eso, me basta para persistir en mis batallas...'
"Tonto iluso. Luchas una batalla que no puede ser ganada, y durante 11 años no te han dado señal de tregua alguna. Vas de caída en caída, y permaneces allí testarudo. A duras penas puedes caminar o respirar, peor aún alzar tu vieja espada sin filo. Ya nada te queda..."
'Ya verás de lo equivocado que estás, compañero sombrío, que los días dejarán de atormentarme...'
"Mírate... mira tus ojos, tu piel demacrada. No das para más..."
'Ya venceré... sé que venceré...'
Monday, December 07, 2009
Nuestra manera...
Hay cosas que no comprenden muchos.
Uno pasea con ella. No hace nada de especial ni anormal... sólo pasea. Por la costanera, por plazas, quizás. De pronto el día oscurece, y trae consigo vientos un tanto más fuertes. Ella, de pelo largo, sufre las alteraciones a su dedicado alisado, e intenta conservar su forma. Sin percatarse, uno la observa en ese momento mágico e irrepetible. Comienza a grabar (sí, a grabar, como si sus ojos fueran una cámara de video con una memoria de eternidad), tratando de no perder detalle alguno de ello. Ya al terminar, ella puede percibir el silencio incómodo y la mirada de reojo, preguntándote cosas como "¿pasa algo?"... y tú respondes esa excusa barata, esa mentira que no quiere ser notoria : "no, nada..."
Con el tiempo, ya habiendo perdido toda clase de lazos y confianza entre ambos, que fueron siendo transformados en cosas que no pretendieron ser tan... no lo sé, malas... por decir algo. Días, semanas... meses; sin embargo, el detalle épico de ese instante no logra ser erradicado con nada, ni se intenta borrar de alguna u otra manera. La colección total de todos esos segundos es lo que hace a un hombre, suponiendo que el individuo es realmente un hombre noble, es lo que hace que él se ENAMORE de aquélla, entre otros aspectos, pero éste es uno de los principales.
Es un arma de doble filo, claramente. Las que efectivamente logran ese efecto en aquél, lo logran enamorar sin buscarlo siquiera. Ya habiéndose ido, él, aunque tenga buena memoria o no, recordará esos fragmentos de magia y eternidad. Recordará a quienes le robaron y hurtaron (claro, con intimidación o no... si entienden lo que quiero decir) esos segundos de su tiempo.
Concluyendo, es por esto que se dice que el hombre noble no ama siempre, sino por instantes, por segundos. Olvidará fechas, números, fotografías... nombres inclusive. Los años pasarán, con sus tragedias y batallas perdidas... lágrimas en vano, sangre por igual. Y sus ojeras, piel desgastada, piernas que no coordinan su paso, mirar envejecido... y no importará. Esos instantes estarán por siempre, entre acosando su día a día y alegrándole el día monótono, permaneciendo constantes a lo largo de su existencia hasta cuando su mente deje de funcionar... y sus pasos avanzar...
Amo a segundos. Amo a instantes, y por feo que suene, no a una en particular. Al fin y al cabo, me impregno de los millares de fragmentos divinos que existen en todo mi mundo, en toda mi tierra.
Olvidar no es opción. Olvidar no es viable...
Para mi amigo Hernán. Camarada y compañero de batalla... ya nos encontraremos, en tus tierras o en las mías. Pronto compartiremos un par de buenas cervezas, frente a un cálido fuego improvisado, y una noche que no sea citadina, sino estrellada y silenciada... porque no hay mayor emoción más reconfortante que compartir las anécdotas, las historias que nos marcaron en nuestro vivir.
Uno pasea con ella. No hace nada de especial ni anormal... sólo pasea. Por la costanera, por plazas, quizás. De pronto el día oscurece, y trae consigo vientos un tanto más fuertes. Ella, de pelo largo, sufre las alteraciones a su dedicado alisado, e intenta conservar su forma. Sin percatarse, uno la observa en ese momento mágico e irrepetible. Comienza a grabar (sí, a grabar, como si sus ojos fueran una cámara de video con una memoria de eternidad), tratando de no perder detalle alguno de ello. Ya al terminar, ella puede percibir el silencio incómodo y la mirada de reojo, preguntándote cosas como "¿pasa algo?"... y tú respondes esa excusa barata, esa mentira que no quiere ser notoria : "no, nada..."
Con el tiempo, ya habiendo perdido toda clase de lazos y confianza entre ambos, que fueron siendo transformados en cosas que no pretendieron ser tan... no lo sé, malas... por decir algo. Días, semanas... meses; sin embargo, el detalle épico de ese instante no logra ser erradicado con nada, ni se intenta borrar de alguna u otra manera. La colección total de todos esos segundos es lo que hace a un hombre, suponiendo que el individuo es realmente un hombre noble, es lo que hace que él se ENAMORE de aquélla, entre otros aspectos, pero éste es uno de los principales.
Es un arma de doble filo, claramente. Las que efectivamente logran ese efecto en aquél, lo logran enamorar sin buscarlo siquiera. Ya habiéndose ido, él, aunque tenga buena memoria o no, recordará esos fragmentos de magia y eternidad. Recordará a quienes le robaron y hurtaron (claro, con intimidación o no... si entienden lo que quiero decir) esos segundos de su tiempo.
Concluyendo, es por esto que se dice que el hombre noble no ama siempre, sino por instantes, por segundos. Olvidará fechas, números, fotografías... nombres inclusive. Los años pasarán, con sus tragedias y batallas perdidas... lágrimas en vano, sangre por igual. Y sus ojeras, piel desgastada, piernas que no coordinan su paso, mirar envejecido... y no importará. Esos instantes estarán por siempre, entre acosando su día a día y alegrándole el día monótono, permaneciendo constantes a lo largo de su existencia hasta cuando su mente deje de funcionar... y sus pasos avanzar...
Amo a segundos. Amo a instantes, y por feo que suene, no a una en particular. Al fin y al cabo, me impregno de los millares de fragmentos divinos que existen en todo mi mundo, en toda mi tierra.
Olvidar no es opción. Olvidar no es viable...
Para mi amigo Hernán. Camarada y compañero de batalla... ya nos encontraremos, en tus tierras o en las mías. Pronto compartiremos un par de buenas cervezas, frente a un cálido fuego improvisado, y una noche que no sea citadina, sino estrellada y silenciada... porque no hay mayor emoción más reconfortante que compartir las anécdotas, las historias que nos marcaron en nuestro vivir.
Saturday, December 05, 2009
Delirios y contradicciones...
"Son las 2:30 am.
He paseado unas 2 o 3 veces por la casa, completamente apagada. Muerta de por sí, y un tanto tétrica para algunos. Siento cómo los techos poseen estrellas ahora, inalcanzables, y las paredes agigantan el lugar. Tanto espacio para uno solo... tanto espacio.
Y pensar que alguna vez estuviste aquí... y pensar que lo estás, y quizás no querer pensarlo, pero inevitablemente te siento. Y no, no eres un mal recuerdo... soy yo el que intenta traerte de manera desesperada, porque no soporta la eterna soledad que lo ha demacrado por tantos años.
Son las 2:33 am. En fin..."
He paseado unas 2 o 3 veces por la casa, completamente apagada. Muerta de por sí, y un tanto tétrica para algunos. Siento cómo los techos poseen estrellas ahora, inalcanzables, y las paredes agigantan el lugar. Tanto espacio para uno solo... tanto espacio.
Y pensar que alguna vez estuviste aquí... y pensar que lo estás, y quizás no querer pensarlo, pero inevitablemente te siento. Y no, no eres un mal recuerdo... soy yo el que intenta traerte de manera desesperada, porque no soporta la eterna soledad que lo ha demacrado por tantos años.
Son las 2:33 am. En fin..."
Sunday, November 29, 2009
Buscando trascender...
Varios se han ido. Varios se han perdido. Los he visto marcharse, como hojas secas azotadas por los vientos. A sólo algunos les he llorado. Al resto, a pesar de no alcanzar a conocerlos. les hago una reverencia como signo de respeto. La furia de la vida, en su campo de batalla, les ha arrebatado las existencias a todos ellos, justa como injustamente. Y no, no les importa irse así como así. He sido testigo de los intentos, y algunos exitosos, de permanecer a lo largo del tiempo. Personalmente me encanta la idea de la trascendencia... intento formar parte de en ello. Toos ellos nos dan alguna lección para la vida. Quisiera aprenderlas todas.
No todos se han ido. Están los que, por voluntad propia o resignación, se mantienen fuertes. Sufren, lloran y desangran de desesperación, pero se quedan. También he aprendido con ellos. He memorizado sus palabras tan valiosas, como también la cantidad de lágrimas que han derramado.
He llegado al final de mi línea. Y a pesar de todos los arrebatos que me han hecho, mi sueño de volar sigue de pie.
Quiero volar contigo, sentir la vieja brisa de la mañana al despertar. Desatarme las viejas cadenas de la monotonía, de la maldita rutina. Liberarme de aquél que me impide ser yo mismo.
Si Ella llegase, antes de lo previsto, de lo que yo esperaba... bueno, no le impondré resistencia alguna y le devolveré la sonrisa.
Maldita mundo que ha condenado su propio final. Un final que pareciera ser fantásticamente apocalíptico; sin embargo, ojalá supieran lo que yo sé, y el panorama les será trágicamente sencillo, muy simple de entender.
Por ti, amigo y hermano de mi Camino, quien padece de tanto dolor ahora, a quien le lloré de frente apenas anoche, te dedico algunas palabras... como mínimo:
LUCHASTE POR LO QUE SOÑABAS Y LO CONSEGUISTE. AHORA DEBES LUCHAR POR MANTENERLO VIVO A TU LADO.
Por favor, maestro mío, bríndame un último fragmento de tu infinito.
Te necesito hoy y ahora, más que nunca, cuando todas las oscuridades parecen encerrarme y aprisionarme.
Te necesito hoy y ahora, cuando mi mente ya no puede soportar el pasado de lo que no soy, y mi cuerpo no impone mayor desafío a esos millares.
Te necesito hoy y ahora, cuando mis sueños y anhelos parecen ser desvanecidos lentamente, y mi hermosa Esperanza se va con ellos.
Te necesito hoy y ahora, cuando la interminable y tediosa batalla de la Vida no me da tregua alguna, y Ella no cesa de cruzarse en mi camino, atrayéndome a sus sombríos aposentos, prometiéndome mentiras.
Fly with me forever high,
and with these wings
we'll set the world on fire.
Fly with me, through scorching skies,
you and I, the lie of lies. (Symphony X - Set the world on fire)
Por ti, querido amigo, y por mi querida Esperanza...
Vuelvo a marchar... otra vez...
No todos se han ido. Están los que, por voluntad propia o resignación, se mantienen fuertes. Sufren, lloran y desangran de desesperación, pero se quedan. También he aprendido con ellos. He memorizado sus palabras tan valiosas, como también la cantidad de lágrimas que han derramado.
He llegado al final de mi línea. Y a pesar de todos los arrebatos que me han hecho, mi sueño de volar sigue de pie.
Quiero volar contigo, sentir la vieja brisa de la mañana al despertar. Desatarme las viejas cadenas de la monotonía, de la maldita rutina. Liberarme de aquél que me impide ser yo mismo.
Si Ella llegase, antes de lo previsto, de lo que yo esperaba... bueno, no le impondré resistencia alguna y le devolveré la sonrisa.
Maldita mundo que ha condenado su propio final. Un final que pareciera ser fantásticamente apocalíptico; sin embargo, ojalá supieran lo que yo sé, y el panorama les será trágicamente sencillo, muy simple de entender.
Por ti, amigo y hermano de mi Camino, quien padece de tanto dolor ahora, a quien le lloré de frente apenas anoche, te dedico algunas palabras... como mínimo:
LUCHASTE POR LO QUE SOÑABAS Y LO CONSEGUISTE. AHORA DEBES LUCHAR POR MANTENERLO VIVO A TU LADO.
Por favor, maestro mío, bríndame un último fragmento de tu infinito.
Te necesito hoy y ahora, más que nunca, cuando todas las oscuridades parecen encerrarme y aprisionarme.
Te necesito hoy y ahora, cuando mi mente ya no puede soportar el pasado de lo que no soy, y mi cuerpo no impone mayor desafío a esos millares.
Te necesito hoy y ahora, cuando mis sueños y anhelos parecen ser desvanecidos lentamente, y mi hermosa Esperanza se va con ellos.
Te necesito hoy y ahora, cuando la interminable y tediosa batalla de la Vida no me da tregua alguna, y Ella no cesa de cruzarse en mi camino, atrayéndome a sus sombríos aposentos, prometiéndome mentiras.
Fly with me forever high,
and with these wings
we'll set the world on fire.
Fly with me, through scorching skies,
you and I, the lie of lies. (Symphony X - Set the world on fire)
Por ti, querido amigo, y por mi querida Esperanza...
Vuelvo a marchar... otra vez...
Friday, November 27, 2009
Cediendo...
“Un cielo benigno brilla y enceguece los ojos del pobre moribundo. Se le nota a lo lejos, oculto del sol matutino, bajo unos árboles medio muertos. Sus manos ensangrentadas apenas logran escribir unas palabras.
‘Aquí estoy otra vez, corazón, escribiéndote mientras te extraño en cada letra. ¿Cómo estarás allá arriba, amor? ¿Serán tus brazos o tus alas que me cubren y me entibian?
Ya olvidé el gusto dulce de tus labios, tu tez clara y blanquecina. Perdóname mi amor, por favor. Lo negro aquí es demasiado para mí. Tu luz se ha desvanecido completamente, y la fineza de tu mirar ya no descubre mi sentir. Asumo que sueles pensar en mí, quizás. Espero que así sea… sino esta batalla sin victoria por lograr perderá su verdadero valor.
Te amo, lo sabes. A pesar de los destrozos que ha sufrido mi cuerpo, mi memoria aún no logra fallar. Sí, recuerdo tus curvas a la perfección. Las terminaciones precisas de tu ser, el lugar exacto de cada lunar. Oh amor, si quiero tocarte… sí que quiero…
Cuando brinde el último golpe de mi vieja espada, ¿podré quedarme contigo allá arriba?
Adiós…’
¿Qué habrá de nuevo y bueno para él? Su existir no es más que gritos y gritos. Una balada de espadas y escudos, con cuervos adornando los cielos. Sus graznidos de satisfacción, con sus picos llenos de carne muerta, son la melodía de día y noche en este campo de batalla.
Hoy, no se sabe de su paradero. Dicen en las cercanías que se escuchan llantos en las noches, y gritos en el día…”
‘Aquí estoy otra vez, corazón, escribiéndote mientras te extraño en cada letra. ¿Cómo estarás allá arriba, amor? ¿Serán tus brazos o tus alas que me cubren y me entibian?
Ya olvidé el gusto dulce de tus labios, tu tez clara y blanquecina. Perdóname mi amor, por favor. Lo negro aquí es demasiado para mí. Tu luz se ha desvanecido completamente, y la fineza de tu mirar ya no descubre mi sentir. Asumo que sueles pensar en mí, quizás. Espero que así sea… sino esta batalla sin victoria por lograr perderá su verdadero valor.
Te amo, lo sabes. A pesar de los destrozos que ha sufrido mi cuerpo, mi memoria aún no logra fallar. Sí, recuerdo tus curvas a la perfección. Las terminaciones precisas de tu ser, el lugar exacto de cada lunar. Oh amor, si quiero tocarte… sí que quiero…
Cuando brinde el último golpe de mi vieja espada, ¿podré quedarme contigo allá arriba?
Adiós…’
¿Qué habrá de nuevo y bueno para él? Su existir no es más que gritos y gritos. Una balada de espadas y escudos, con cuervos adornando los cielos. Sus graznidos de satisfacción, con sus picos llenos de carne muerta, son la melodía de día y noche en este campo de batalla.
Hoy, no se sabe de su paradero. Dicen en las cercanías que se escuchan llantos en las noches, y gritos en el día…”
Wednesday, November 25, 2009
Sin salida...
“Una brisa. Un amanecer. Un hombre arrodillado, apoyando su frente a su espalda. Sus ojos cerrados, citando palabras en idiomas antiguos. El rocío de los pastizales humedeciendo las placas de su armadura, purificándola del polvo que acumulaba de hace cientos de días. Una lágrima bailando por su rostro, de mirada arrepentida, mientras sus ojos se dirigen a los cielos que lentamente se oscurecen. Luego, el rugido de odio y fervor se siente a lo lejos, temblando ese campo de nadie, esa tierra muerta. Los truenos comenzaron a resonar en la infinidad de los cielos a medida que los malditos ejércitos marchaban en dirección al hombre solitario. Unas gotas frías cayeron en su rostro, quitándolo del trance de la pronta batalla. Los vientos golpearon fuerte al condenado, sin embargo, su armadura iluminaba. Los gritos de los millares sucumbieron el lugar con temor y miedo, pero el Caballero no retrocedió. El poder de los relámpagos devastó lo poco de vida restante en el extenso valle negro, mas el hombre permaneció inmóvil, ya de pie, sin dejar de observar su destino. De pronto, los cientos de miles aceleraron su paso, mientras uno, aparentemente más grande y fuerte al resto, rugía ordenando los suyos la destructiva carga, apuntando su hacha, bañada en sangre inocente, hacia el pobre ser que yacía solo. Unas cuantas millas los separaban de la gloria y la victoria del mal.
Un recuerdo borró todo rastro de arrepentimiento en el valiente y lo glorificó de honor. El Gran Caballero dejó de sentir el frío de los vientos y la lluvia, a pesar de que éstos eran incesantemente fuertes y no daban tregua al a vida. Una pequeña calidez comenzó a entibiar y abrigar al último defensor de los cielos, mientras él decía en voz baja:
- Te amo
Y comenzó a marchar…”
Un recuerdo borró todo rastro de arrepentimiento en el valiente y lo glorificó de honor. El Gran Caballero dejó de sentir el frío de los vientos y la lluvia, a pesar de que éstos eran incesantemente fuertes y no daban tregua al a vida. Una pequeña calidez comenzó a entibiar y abrigar al último defensor de los cielos, mientras él decía en voz baja:
- Te amo
Y comenzó a marchar…”
Monday, November 23, 2009
Una última vez...
"¿Qué han de imaginar ustedes, patéticos? ¿Qué han de imaginar? Oh, si yo ando y reando tan viejo y cansado, postrado, abatido, casi vencido. Pero no... sigo aquí, sigo vivo, sigo invencible, sigo invicto. Vengan por mí...
Fue hace sólo unas noches, corazón, y aún siento tu arder en mí. Mis músculos se endurecen, mis dientes se aprietan y crujen, mi mirada se agudiza, mi mano aprieta la empuñadura de mi espada, y grito a los cuatro vientos...
Que sea la última batalla. La sangre de los indignos entibian un poco las placas de mi armadura, mientras tu imagen se mantiene constante en mi pensar. ¿Qué queda de mí? No mucho. Mi carne la van demacrando lentamente y sólo atino a aguantar el dolor.
Lo mejor de esa noche, amor mío, fue el borrar rastro alguno de la realidad que me rodeaba, con el beso con el cual sellaste las altas horas de la madrugada, y así marché de vuelta a mi hogar. El frío de la costa golpeando mi rostro que no paraba de sonreír.
Me acosaste mientras dormía. Sí, no te miento corazón, juro haberte visto... lo juro.
Un grito en una tierra de nadie, y un caballero corriendo hacia sus rivales, sin miedo a nada..."
Fue hace sólo unas noches, corazón, y aún siento tu arder en mí. Mis músculos se endurecen, mis dientes se aprietan y crujen, mi mirada se agudiza, mi mano aprieta la empuñadura de mi espada, y grito a los cuatro vientos...
Que sea la última batalla. La sangre de los indignos entibian un poco las placas de mi armadura, mientras tu imagen se mantiene constante en mi pensar. ¿Qué queda de mí? No mucho. Mi carne la van demacrando lentamente y sólo atino a aguantar el dolor.
Lo mejor de esa noche, amor mío, fue el borrar rastro alguno de la realidad que me rodeaba, con el beso con el cual sellaste las altas horas de la madrugada, y así marché de vuelta a mi hogar. El frío de la costa golpeando mi rostro que no paraba de sonreír.
Me acosaste mientras dormía. Sí, no te miento corazón, juro haberte visto... lo juro.
Un grito en una tierra de nadie, y un caballero corriendo hacia sus rivales, sin miedo a nada..."
Monday, November 16, 2009
Una noche diferente...
"No me hallaba en el mismo lugar, y era curioso verte paralela a mí. Me abrazaste, pidiéndome constantemente que cerrara los ojos. Me tomó un par de minutos el procesar tu petición en mi mente, ya que todos mis sentidos, cuerdos y no cuerdos, concentraban su enfoque casi total en ti. Nunca pude descubrir realmente el fragmento divino que yacía en tu mirar. Repentinamente mi cuerpo presentaba claros signos de cansancio. Lentamente mi corazón se adormecía a medida que el aroma de tu cabellera invadía mi espacio. Las batallas que luchaba, y las que alguna vez luché, las olvidaba mientras que tu mano acariciaba la mía. Allí fue cuando caí derrotado, aún testarudo por intentar seguir mirándote. Estaba cediendo a tu bendito encanto, sintiendo mi alma ascender a los cielos, gozando el privilegio de dormir al fin en paz. Sin embargo, bien sabes caro amor, que lo hermoso jamás es eterno. Y así fue como el tiempo cruzó por sobre nosotros, fugazmente, trayendo consigo la cálida mañana, y algunas desagradables bocinas de automóviles...
Una luz diferente iluminó el día. Y yo, pasmado, abrí los ojos... qué tonto confundir el sol con tus ojos. Triste, marché a casa, con pasos lentos y pesados..."
Una luz diferente iluminó el día. Y yo, pasmado, abrí los ojos... qué tonto confundir el sol con tus ojos. Triste, marché a casa, con pasos lentos y pesados..."
Sunday, November 15, 2009
Un sueño de paraíso...
"Hay quien deambula en mi mente. ¡Oh Dios, si sólo miraba el techo perplejo! Me acosaba con aires fantasmales... sin denegarme a recibirlo. Olvidé el peso de mis armas, de mi cuerpo destrozado. Entonces dejó de ser techo, sino oscuridad desvaneciéndose por un haz de luz, con ella aterrizando entremedio. La sangre goteaba por mis manos... secándose con la tierra maldita; sin embargo, exquisitez pura fue sentirla levantarme una vez más, renacer con la fuerza bendita de la cual fui otorgado. Y a centímetros de mis labios, me susurraba palabras en idiomas tan desconocidos... con un tono de voz tan dulce, angelical. Me había salvado...
Y no... No estoy ascendiendo...
- Llévame contigo...
- Debes quedarte, lo siento.
- No quiero seguir aquí. No puedo.
- No es tu hora aún.
- Yo decido mi momento de partir... llévame por favor...
- Perdóname.
- Te amo…
De pronto se había marchado. Triste, tomé mis armas degastadas, con un cuerpo rejuvenecido, escuchando los gritos malignos en el Este. ¿Cuándo? ¿Cuándo podré marcharme?"
Y no... No estoy ascendiendo...
- Llévame contigo...
- Debes quedarte, lo siento.
- No quiero seguir aquí. No puedo.
- No es tu hora aún.
- Yo decido mi momento de partir... llévame por favor...
- Perdóname.
- Te amo…
De pronto se había marchado. Triste, tomé mis armas degastadas, con un cuerpo rejuvenecido, escuchando los gritos malignos en el Este. ¿Cuándo? ¿Cuándo podré marcharme?"
Tuesday, November 10, 2009
El Caballero de los Cielos...
“Lentamente entraba al último lugar del mundo, inmerso entre sus cuatro rincones. Cada vez que pisaba esa tierra extraña, mis armas y mi armadura se hacían más pesadas. El largo y eterno pasillo al fin daba señas de finalizar. Observé a lo lejos una reunión de ángeles, y pequeños seres celebraban mi llegada, como si hubiera resultado victorioso de alguna gran batalla. Una enorme luz me dio la bienvenida y curaba mis heridas. Me susurró unas cuantas palabras que no logré entender del todo mientras me llevaba a un lugar desconocido. Entonces al llegar, desató su Ira Divina.
Miles llegaron. Vastos batallones oscuros ennegrecían la hermosa tierra. Los grandes reyes del pasado yacían muertos, y su noble sangre recorría los suelos que alguna vez brillaban de vida. En ese momento, bajaban de los cielos los ángeles que había visto reunirse. Yo los lideraba. Al otro del campo aparecía una enorme figura negra, el creador del Apocalipsis, liderando el banco opuesto.
Gotas caían. Mi rostro decaído se refrescaba un poco… también mi espada desenfundada, apuntando hacia adelante…”
Miles llegaron. Vastos batallones oscuros ennegrecían la hermosa tierra. Los grandes reyes del pasado yacían muertos, y su noble sangre recorría los suelos que alguna vez brillaban de vida. En ese momento, bajaban de los cielos los ángeles que había visto reunirse. Yo los lideraba. Al otro del campo aparecía una enorme figura negra, el creador del Apocalipsis, liderando el banco opuesto.
Gotas caían. Mi rostro decaído se refrescaba un poco… también mi espada desenfundada, apuntando hacia adelante…”
Thursday, November 05, 2009
Palabrería patética...
Estoy viejo. Estoy viejo y cansado de la barbarie diaria. De lo poco que sé de este mundo, como también de lo mucho que he vivido.
La quise, sí. La amé; sin embargo, siento que ya no tengo vida. Creo que desde que realicé lo tanto que he realizado, no volveré a tener la vida que solía tener. Esos días de soledad tan gratos, encontrando qué hacer a mi manera y a mi modo. Qué salvajes somos... y yo pidiendo tan poco. Moriría de sed y hambre por lo que ansío tanto.
El domingo en la tarde lloré. Lloré y grité, esperando que alguien se presentara. Nadie llegó... me preguntarán quien quería que se presentase... sinceramente no lo sé.
Siento que me quedan años tan largos y... negros, vacíos. Agujeros gigantescos, pero de pronto siento lo contrario. Que algo de esperanza queda, por insignificante que sea. La calidez de unos labios que creo haber sentido, y no. Andan por allí, deambulando. Su mirar y sus manos por igual. Sediento y hambriento de esto estoy, ciertamente. Arrastrándome, patético, en el ardiente desierto, persiguiendo el espejismo.
... y escuchar de fondo la antigua melodía de mis batallas...
... recordar los gritos de desesperación...
... todo por querer ser parte del cielo...
Pero no. Lentamente me encamino a mi último amanecer, vestido en un hombre destrozado, inmerso en un espíritu sin fe alguna.
Tinta patética, debiera ser roja como mi sangre. Me encantaría que me sobrara, para remarcar mis recuerdos en color escarlata.
Derrotado, pero no muerto. Así lo resumo...
Actúo de manera mecánica día y noche, mas... el guerrero dentro de mí duerme un poco, descansa algo siquiera; pronto volverá a desatarse, y la batalla se llevará a cabo una vez más. Por ahora, me quejo de mis días... porque he vivido mejores.
La quise, sí. La amé; sin embargo, siento que ya no tengo vida. Creo que desde que realicé lo tanto que he realizado, no volveré a tener la vida que solía tener. Esos días de soledad tan gratos, encontrando qué hacer a mi manera y a mi modo. Qué salvajes somos... y yo pidiendo tan poco. Moriría de sed y hambre por lo que ansío tanto.
El domingo en la tarde lloré. Lloré y grité, esperando que alguien se presentara. Nadie llegó... me preguntarán quien quería que se presentase... sinceramente no lo sé.
Siento que me quedan años tan largos y... negros, vacíos. Agujeros gigantescos, pero de pronto siento lo contrario. Que algo de esperanza queda, por insignificante que sea. La calidez de unos labios que creo haber sentido, y no. Andan por allí, deambulando. Su mirar y sus manos por igual. Sediento y hambriento de esto estoy, ciertamente. Arrastrándome, patético, en el ardiente desierto, persiguiendo el espejismo.
... y escuchar de fondo la antigua melodía de mis batallas...
... recordar los gritos de desesperación...
... todo por querer ser parte del cielo...
Pero no. Lentamente me encamino a mi último amanecer, vestido en un hombre destrozado, inmerso en un espíritu sin fe alguna.
Tinta patética, debiera ser roja como mi sangre. Me encantaría que me sobrara, para remarcar mis recuerdos en color escarlata.
Derrotado, pero no muerto. Así lo resumo...
Actúo de manera mecánica día y noche, mas... el guerrero dentro de mí duerme un poco, descansa algo siquiera; pronto volverá a desatarse, y la batalla se llevará a cabo una vez más. Por ahora, me quejo de mis días... porque he vivido mejores.
Friday, October 09, 2009
Mirándote...
"¿Cómo estarás? Me lo pregunto constantemente. No sé qué porcentaje, exacto y preciso, invertiré pensando en tu bienestar. Sólo sé que lo hago prácticamente siempre. Tampoco sé cuánto tiempo ya lo he hecho, o por cuánto lo voy a hacer...qué sé yo, sólo sé que me encanta tenerte en mi mente. Probablemente sea un pretexto. ¿Te estaré invocando en mi espacio, en mi tiempo, a mi manera? Y es que tu imagen se merece ese rito diario, eterno. Quizás sea mi forma de amarte. ¿La única? Obviamente no. Escribiéndote todo esto, todo lo que ya he hecho, todo lo que eventualmente haré, pretendo crear un esquema de ti. Tus atractivos parámetros, tus vértices únicas y desiguales. Las líneas que, por letras y palabras, intento trazar de ti. Es mi arquitectura de mi amar, mi dibujar... y tú... mi hermoso diseño a pintar..."
Saturday, October 03, 2009
A ti...
"Un fragmento de Infinito que deseo obtener, sin embargo, sólo intento merecerlo...
Lo último que me diste ese Sábado, aparte de los besos, fue este lápiz. ¿Qué habrás intentado decirme con esto? Sostengo el lápiz con codicia, con la obsesividad innata de mi sentimiento posesivo. Para mí, este instrumento de escritura adquiere un valor divino porque Tú me lo diste. Siento este objeto como un arma, como un ejército por entero. Lo siento como la Mano de Dios. Con esto, con tinta de fuego y sangre, soy capaz de plasmar mi vida, enmarcado de recuerdo, de memoria. El poder divino de crear trascendencia en la eternidad, teniéndote a ti como mi musa inspiradora. Dar a saber a todos que quisiera estar contigo toda la vida, con aires fantasiosos, con aires épicos o sólo mortales, terrenales y realistas. Relatar cada vuelta a casa, entre calles, pasajes y ciudad, como si fuera una maldita marcha solitaria a oscuras, deseando llegar a tu lado.
Querida mía... déjame verte otra vez."
Lo último que me diste ese Sábado, aparte de los besos, fue este lápiz. ¿Qué habrás intentado decirme con esto? Sostengo el lápiz con codicia, con la obsesividad innata de mi sentimiento posesivo. Para mí, este instrumento de escritura adquiere un valor divino porque Tú me lo diste. Siento este objeto como un arma, como un ejército por entero. Lo siento como la Mano de Dios. Con esto, con tinta de fuego y sangre, soy capaz de plasmar mi vida, enmarcado de recuerdo, de memoria. El poder divino de crear trascendencia en la eternidad, teniéndote a ti como mi musa inspiradora. Dar a saber a todos que quisiera estar contigo toda la vida, con aires fantasiosos, con aires épicos o sólo mortales, terrenales y realistas. Relatar cada vuelta a casa, entre calles, pasajes y ciudad, como si fuera una maldita marcha solitaria a oscuras, deseando llegar a tu lado.
Querida mía... déjame verte otra vez."
Recuerdo...
“Hay quienes desconfiaron totalmente de mi compromiso, pero solo una dijo lo contrario. Cuando ningún animal ni ser se dejó lucir ante la adversidad del campo de batalla, ella no sólo voló entre humo y niebla, sino también me atrapó entre sus brazos. Caí indefenso, derrotado. El cansancio de tanto luchar me forzó a no presentar resistencia alguna. Ya te amaba cuando, de casualidad, mencionaste mi nombre.
No sé cuántas veces ya he escrito tu nombre, observando mis manos que ya han sostenido las tuyas. Desgastadas y envejecidas, demasiada usadas en cosas tan irrelevantes, al igual que mi cuerpo, que mis sentidos, que mi tiempo, mi vida entera. ¡Cómo detesto el tiempo sin ti! Y sí, mientras transcurre, abro mi billetera apenas tengo la oportunidad, y vuelvo a mirar el pequeño retrato tuyo. Qué rara es la frustración que tengo, de no poder describir el bello infinito que abarcas, siendo que una cámara fotográfica lo logra con facilidad. Quisiera que mi mente fuera una, sin embargo, jamás lograría poseer tanta memoria para tanta imagen tuya, sumándose los roces, los aromas, los gestos y todo lo que significa “lo todo tuyo” que intento memorizar.
¿Qué habrá sucedido en el segundo que arribaste a este mundo? Quizás nada fuera de lo normal. Quizás eres sino otra mortal más, inserta entre billones. Tampoco me explico que en menos de cien días ya seas mi Universo. ¿Qué serás, qué serás?
Al final de cuentas, sí es una historia de contar con aires épicos. Los Altos me han impuesto una maldición sobre mí y debo cargarla por años y años por ti, amor mío. Es el costo de tenerte, el costo de poseerte, el costo de amarte, porque el pasado aún vive en mí y jamás lograré erradicarlo de mi ser del todo. Tanto que quiero hacerlo, corazón… no sabes cuánto. El terror del ayer aún me invade de cuando en cuando, en momentos y ocasiones tan… inoportunas. Por ello, una vez más le declaro la guerra a todo lo indigno, a todo lo que esté fuera de cualquier tipo de nobleza que exista.
Hoy, motivos y razones me sobran, y todas circundan en tu alrededor. La Gran Victoria… transformada en tu silueta.”
No sé cuántas veces ya he escrito tu nombre, observando mis manos que ya han sostenido las tuyas. Desgastadas y envejecidas, demasiada usadas en cosas tan irrelevantes, al igual que mi cuerpo, que mis sentidos, que mi tiempo, mi vida entera. ¡Cómo detesto el tiempo sin ti! Y sí, mientras transcurre, abro mi billetera apenas tengo la oportunidad, y vuelvo a mirar el pequeño retrato tuyo. Qué rara es la frustración que tengo, de no poder describir el bello infinito que abarcas, siendo que una cámara fotográfica lo logra con facilidad. Quisiera que mi mente fuera una, sin embargo, jamás lograría poseer tanta memoria para tanta imagen tuya, sumándose los roces, los aromas, los gestos y todo lo que significa “lo todo tuyo” que intento memorizar.
¿Qué habrá sucedido en el segundo que arribaste a este mundo? Quizás nada fuera de lo normal. Quizás eres sino otra mortal más, inserta entre billones. Tampoco me explico que en menos de cien días ya seas mi Universo. ¿Qué serás, qué serás?
Al final de cuentas, sí es una historia de contar con aires épicos. Los Altos me han impuesto una maldición sobre mí y debo cargarla por años y años por ti, amor mío. Es el costo de tenerte, el costo de poseerte, el costo de amarte, porque el pasado aún vive en mí y jamás lograré erradicarlo de mi ser del todo. Tanto que quiero hacerlo, corazón… no sabes cuánto. El terror del ayer aún me invade de cuando en cuando, en momentos y ocasiones tan… inoportunas. Por ello, una vez más le declaro la guerra a todo lo indigno, a todo lo que esté fuera de cualquier tipo de nobleza que exista.
Hoy, motivos y razones me sobran, y todas circundan en tu alrededor. La Gran Victoria… transformada en tu silueta.”
Monday, September 21, 2009
Vuelta en casa...
"Hay quienes hablan acerca de la fortuna de vivir. Hay quienes hablan acerca del honor y la gloria en el campo de batalla. Hay quienes hablan de la dignidad y del perfeccionismo constante a lo largo de lo sencillo, del día a día, de lo que suele parecer insignificante para algunos, entonces era cuando solía pensar… ¿qué tal será sentir todo eso en un solo segundo, en un solo instante?
Han pasado unas cuantas horas de mi retorno. Maldito viaje. Cruzando el pasillo del bus, en el par de asientos a mi lado, había una pareja. Jóvenes, como yo. Me era inevitable mirarlos cada par de minutos que solían pasar. Su manera de actuar, tal cual era de esperarse, dificultaban mi viaje y mi pensar. Intentar “olvidar” un poco la sensación de mi partir era en vano, y las casi 20 horas sentado en ese maldito lugar se me hacían más que eternas. Sí, la extrañé… te extrañé, preciosa. Cuántas sorpresas me diste. Mi manera seria de actuar en lugares que para mí eran nuevos, mientras tú tratabas de alegrarme un poco siquiera, haciendo gestos en tu rostro, insinuándome cosas. Sí, las recuerdo una por una. Las cosas… nuestras cosas. Lo nuestro. Cómo te amé en cada instante, en cada minuto transcurrido. Trato de describirlo en este papel, y pienso tener una idea clara de lo que pretendo escribir, y a la vez, no la tengo.
Las calles derruidas por el tiempo, los transeúntes, los perros vagos, los días y las noches en esa bendita ciudad fueron testigos de cuán feliz fui contigo. Cuán feliz soy ahora mientras recuerdo tu piel y tus besos, cuán feliz soy observando las fotografías, las pocas que nos sacamos preciosa. Sí, siento que no son suficientes, como también no siento que sea suficiente el tiempo que pasamos juntos, mano a mano, mirada a mirada.
Siento que odio ese pedazo de papel que marca el horario de mi partida. Siento que odio el vehículo en sí que prácticamente me “secuestró” de ese bendito lugar, para volver a casa. Y también odio que tengas razón, preciosa… debía volver.
Aún no tengo claro si la noche del viernes fue efectivamente la última noche, o la mañana de sábado que lo fuera. O la del miércoles, o la del lunes. ¿Qué habrá sido primero? ¿Qué habrá sido último? ¿Tú me encontraste… o yo caí en ti? ¿Quién fue el primero que dio el beso?
Te amo, Denisse. Ya he vuelto a mis campos de batallas. He vuelto del cielo, de tus brazos, a mis infiernos. He vuelto a reinar una vez más en las tierras impregnadas de cenizas y gritos, sin embargo, ya habiéndote probado como quise hacerlo, como anhelé hacerlo desde tiempos antiguos, me siento más valiente que nunca y capaz de lograr lo inimaginable.
Ya volveré a verte. Debo hacerlo… necesito hacerlo."
Han pasado unas cuantas horas de mi retorno. Maldito viaje. Cruzando el pasillo del bus, en el par de asientos a mi lado, había una pareja. Jóvenes, como yo. Me era inevitable mirarlos cada par de minutos que solían pasar. Su manera de actuar, tal cual era de esperarse, dificultaban mi viaje y mi pensar. Intentar “olvidar” un poco la sensación de mi partir era en vano, y las casi 20 horas sentado en ese maldito lugar se me hacían más que eternas. Sí, la extrañé… te extrañé, preciosa. Cuántas sorpresas me diste. Mi manera seria de actuar en lugares que para mí eran nuevos, mientras tú tratabas de alegrarme un poco siquiera, haciendo gestos en tu rostro, insinuándome cosas. Sí, las recuerdo una por una. Las cosas… nuestras cosas. Lo nuestro. Cómo te amé en cada instante, en cada minuto transcurrido. Trato de describirlo en este papel, y pienso tener una idea clara de lo que pretendo escribir, y a la vez, no la tengo.
Las calles derruidas por el tiempo, los transeúntes, los perros vagos, los días y las noches en esa bendita ciudad fueron testigos de cuán feliz fui contigo. Cuán feliz soy ahora mientras recuerdo tu piel y tus besos, cuán feliz soy observando las fotografías, las pocas que nos sacamos preciosa. Sí, siento que no son suficientes, como también no siento que sea suficiente el tiempo que pasamos juntos, mano a mano, mirada a mirada.
Siento que odio ese pedazo de papel que marca el horario de mi partida. Siento que odio el vehículo en sí que prácticamente me “secuestró” de ese bendito lugar, para volver a casa. Y también odio que tengas razón, preciosa… debía volver.
Aún no tengo claro si la noche del viernes fue efectivamente la última noche, o la mañana de sábado que lo fuera. O la del miércoles, o la del lunes. ¿Qué habrá sido primero? ¿Qué habrá sido último? ¿Tú me encontraste… o yo caí en ti? ¿Quién fue el primero que dio el beso?
Te amo, Denisse. Ya he vuelto a mis campos de batallas. He vuelto del cielo, de tus brazos, a mis infiernos. He vuelto a reinar una vez más en las tierras impregnadas de cenizas y gritos, sin embargo, ya habiéndote probado como quise hacerlo, como anhelé hacerlo desde tiempos antiguos, me siento más valiente que nunca y capaz de lograr lo inimaginable.
Ya volveré a verte. Debo hacerlo… necesito hacerlo."
Thursday, September 10, 2009
La clase contigo y tú...
“¡Qué manera de contar las horas, los minutos, los segundos que me impiden llegar a ti! Sentado aquí, tirado en el mismísimo campo de batalla, escuchar la tormenta de ideas, de conocimiento, observando cuán lento se mueve mi reloj, memorizando el pasar despacio del sol. Las sombras de mis compañeros, de objetos por igual, van cobrando vida, arrancando de la luz, atemorizadas por ser iluminadas. El silencio eternamente incómodo de unas cuantas decenas a mi lado, mientras que la voz del que sabe va cobrando fuerza, esparciéndose por el diminuto lugar, acorralándome a prestar atención. Absorbo todo esto, me inyecto de su interminable condena, y no, no me enfoco sólo en esto. Es obvio lo que diré ahora… ¿no? Y sí, no te equivocas corazón. Las letras de tu nombre las encuentro mezclándose en las sombras, moviéndose… y tu esencia invade por las ventanas de la sala, alumbrando en tono alegre las paredes tristes y rayadas de mi clase. Curioso. Te vas por las sombras y vuelves por la luz. ¿Serás tan divina y maligna a la vez? ¿Será que, amarte a ti y sólo a ti, me brinde un lugar en el cielo o en el infierno? ¿Me salvarás o me condenarás, mi amor? No lo sé, ni lo quiero saber. Déjame probar mi suerte, ciego de mi destino, mientras mis labios se llenan de tus fuerzas opuestas.
Y no. Vuelvo a mirar hacia el frente. No ha cambiado nada. Miro mi reloj. Han pasado ocho minutos.
No sé qué serás, amor mío. Hay un poco de todo en ti. Si me pudieras dar alas amor… si tan sólo pudieras…
Te amo. Me desvanezco por cada segundo que pasa, trascendiendo en esta vida, en esta única vida que me fue concedida, sin embargo… me encantaría desvanecerme en ti.”
Feliz Aniversario, amor mío...
Te amo, Denisse...
Y no. Vuelvo a mirar hacia el frente. No ha cambiado nada. Miro mi reloj. Han pasado ocho minutos.
No sé qué serás, amor mío. Hay un poco de todo en ti. Si me pudieras dar alas amor… si tan sólo pudieras…
Te amo. Me desvanezco por cada segundo que pasa, trascendiendo en esta vida, en esta única vida que me fue concedida, sin embargo… me encantaría desvanecerme en ti.”
Feliz Aniversario, amor mío...
Te amo, Denisse...
Sin sentido...
“Cuento los segundos, sentado en este conglomerado lugar. Observo miles de rostros, angustiados, en la interminable espera. Si bien mi tiempo sobra, me apiado de los que carecen de ello. Sin embargo, para mi desconsuelo, no logro encontrarte amor. De verdad que no. ¡Y cuánto quisiera poseer una pizca de Dios en mis manos para cambiar de lugar y tenerte conmigo! Sé que quedan 8 días corazón, y ya ansío que sea ya mi momento de partir y emprender mi largo viaje. Que las antiguas batallas, en su rememorar, me brinden las alas que necesito para llegar a ti.
Me siento ascender. Me siento celestial. Siento cómo mi mirada se posa en los cielos, en las nubes que lentamente me acompañan en mi despegar. Siento ya que mi paraíso ha comenzado, bajo tu reino divino. Siento cómo, al fin, todo el odio se desvanece y, contigo, recomienzo mi conquista a la paz. Ya siento cómo puedo agradecer irónicamente toda esa vida de tortura y terror, miedo y sufrir, ante tu oportuno llegar, ante el descubrirte.
Palabras e ideas resuenan en mi mente al pensar en tu nombre y tu imagen, mas no logro conformarlas, ni menos juntarlas. Y aunque te diga “te amo”… jamás lograré decírtelo del todo.”
Me siento ascender. Me siento celestial. Siento cómo mi mirada se posa en los cielos, en las nubes que lentamente me acompañan en mi despegar. Siento ya que mi paraíso ha comenzado, bajo tu reino divino. Siento cómo, al fin, todo el odio se desvanece y, contigo, recomienzo mi conquista a la paz. Ya siento cómo puedo agradecer irónicamente toda esa vida de tortura y terror, miedo y sufrir, ante tu oportuno llegar, ante el descubrirte.
Palabras e ideas resuenan en mi mente al pensar en tu nombre y tu imagen, mas no logro conformarlas, ni menos juntarlas. Y aunque te diga “te amo”… jamás lograré decírtelo del todo.”
Monday, August 24, 2009
La tregua...
"Entonces, en el final de todas las cosas, o que al menos uno lo siente así, cree que la batalla de la vida se ha perdido completamente. No tiene caso seguir luchando, sólo bastaría entregarme sencillamente a la Muerte, manifestarle mi rendición, y luego cerrar mis ojos… Y sí, lo estaba haciendo. El Universo de por sí actúa de manera misteriosa, y me cautiva en parte cuando lo hace. Algo hice… algo hicimos… algo hiciste, no lo sé. Ya mi cuerpo no respondía con la misma energía del ayer. Iba arrastrándose, tal perro hambriento. Y aún siento que debo insistir en recalcar mi admiración hacia el misterio de la Vida. Esas extrañas maneras con las cuales revierte situaciones y logra que quien estaba muriendo, estaba sino conquistando. Es así, amor mío, como mi triste y vacío mirar dio contigo, y no quiso apartarse de ti. Había izado una vez más las banderas cruzadas, refinado la vieja armadura que porté por milenios y milenios, afilando mi gran espada, reforzando el endurecido escudo. Oh mi amor, el sólo hecho de imaginarte besándome, mueve mi día a pasos de gigante, sintiendo que el sol se enfoca sólo en mí, marchando con aire victorioso, sin temor, hacia lo que otros consideran un infierno.
Tu amor fue la chispa que encendió este fuego eterno en mí. La llama de la Dignidad flamea una vez más, erradicando por completo el frío de la desesperanza. No queda más que seguir. Los días del fatídico Ayer aún me acosan, sin embargo, gracias a ti preciosa mía, poseo la fortaleza de marchar sin mirar atrás. Desiertos, mares, montañas y selvas es lo que me depara en este nuevo viaje emprendido, con sólo tu recuerdo en mi escudo, protegiéndote. Que el sabor de tus labios quede impregnado en los míos, el tacto de tu piel en mis manos recubiertas de acero.
Pronto llegaré, amor mío. Las grandes batallas cesarán por unos días y podré al fin palpar la felicidad, en forma de Tú.
Tú… pronto te miraré, pronto te tocaré, pronto te besaré. Eres la tregua que tanto he deseado. Ahora marcho lentamente hacia ti. Te amo"
Tu amor fue la chispa que encendió este fuego eterno en mí. La llama de la Dignidad flamea una vez más, erradicando por completo el frío de la desesperanza. No queda más que seguir. Los días del fatídico Ayer aún me acosan, sin embargo, gracias a ti preciosa mía, poseo la fortaleza de marchar sin mirar atrás. Desiertos, mares, montañas y selvas es lo que me depara en este nuevo viaje emprendido, con sólo tu recuerdo en mi escudo, protegiéndote. Que el sabor de tus labios quede impregnado en los míos, el tacto de tu piel en mis manos recubiertas de acero.
Pronto llegaré, amor mío. Las grandes batallas cesarán por unos días y podré al fin palpar la felicidad, en forma de Tú.
Tú… pronto te miraré, pronto te tocaré, pronto te besaré. Eres la tregua que tanto he deseado. Ahora marcho lentamente hacia ti. Te amo"
Thursday, August 06, 2009
Para Denisse...
¡Cuántos miles de días, corazón! ¡Cuántos miles de días ansiando tu arribo divino! ¡Mi corazón viejo, mi cuerpo demacrado, mi mente cansada, y mi alma agotada ya comenzaban a desesperar, y de pronto apareciste de la nada, tal cual polvo de estrellas disparadas al infinito del Universo, topándose conmigo, en medio de la eternidad! Si tan sólo supieras o vieras siquiera cuán agradecido está mi corazón ahora que al fin llegaste, amor mío. Me cuesta… me cuesta decirlo. Me cuesta reconocerlo, más aún reconocerlo. Los miles de días que pasé inmerso en ese enorme campo de batalla, combatiendo y luchando contra cualquier ser que se me cruzaba en mi camino hacia ti, mi amor. Mi escudo ya roto estaba. Mi armadura ya no lo aguantaba. Mi espada ya sin filo, sin embargo… llegaste. Renovaste mis días, mi moral y mi alegría. Cinco minutos, imaginándome a tu lado, son miles de millares de enemigos derrotados.
No hay Dios. Nunca lo ha habido… y Esperanza me había abandonado hace un largo tiempo. La Muerte ya reía de mí, de mi patético estado. De repente, vi tus ojos… Tus ojos, mi niña. Todo dolor quedó en el olvido. Mis tormentos por igual. Tu existencia, tu presencia por sí sola, desvanecieron todo mal de mi ser, y trajo consigo minutos de felicidad. Minutos al menos… y al fin. Ahora tiene sentido batallar… después de tantos años.
Ya puedo levantarme una vez más. Ya puedo gritar y enaltecer mi alma en el nombre de lo más bello que he visto en esta vida… Tú.
No hay Dios. Nunca lo ha habido… y Esperanza me había abandonado hace un largo tiempo. La Muerte ya reía de mí, de mi patético estado. De repente, vi tus ojos… Tus ojos, mi niña. Todo dolor quedó en el olvido. Mis tormentos por igual. Tu existencia, tu presencia por sí sola, desvanecieron todo mal de mi ser, y trajo consigo minutos de felicidad. Minutos al menos… y al fin. Ahora tiene sentido batallar… después de tantos años.
Ya puedo levantarme una vez más. Ya puedo gritar y enaltecer mi alma en el nombre de lo más bello que he visto en esta vida… Tú.
Friday, July 10, 2009
Tu luz...
“¡Cuán disvariada llega a ser esta infinidad de ideas y alucinaciones que llenan mi mente mortal! La inmensidad, la eternidad de mis batallas, en tu nombre amor, me ha costado prácticamente la vida entera. Ya no me sorprende dedicarte algo, sin embargo, sigo sintiéndome sorprendido. No logro calcular las miles de palabras que debo entrelazar en orden de plasmar un centímetro de tu piel. ¿Cuántas colecciones de libros habré de crear en pos de tu cuerpo siquiera? La pregunta la dejo abierta…
Observo minuciosamente las imágenes inmortales que has creado de ti. Escucho detenidamente tu música y me poso en tus cielos, queriendo estar allí, deseando… ¡Y qué diablos trato de decir, si al final todo se resume en un TE AMO! ¡El deseo reprimido de luchar una última vez, con todo el fuego que llevo dentro, que tú me has dado, que tú me has inventado, y dejar mi vida entera por un solo beso! Ay preciosa, si tan sólo entendieras, y sí… lo haces, me comprendes perfectamente, lado a lado, de par en par, sucesivamente, constante. ¿Qué tienes de especial? ¿Qué será, que me enloquece tanto? ¡Años y miles de años, buscando algo similar, y no puedo explicarlo siquiera! ¡No puedo explicarte! Porque quisiera saltar de lunar en lunar, como un gigante, mas que cada uno de mis pasos sean besos… e ir subiendo o bajando. O bajando y subiendo, qué importa el orden. Y luego de tanto delirar, luego de tanto deliberar, tomarte una mano, o quizás las dos, y llevarte junto a mí, enseñándote mi todo, que quieras cada grano de arena que piso, cada nube que aprecio, cada niño que sonrío, cada palabra que te dedico. Todo esto quisiera hacer, y un poco más, luego de batallarte tal cual quisiera hacerlo por ti. Tú. Tú. Tú. Porque no soy de hierro ni tampoco de acero, sólo un hombre, un Gran Guerrero, pero mal que mal un hombre que ha caído en tu red y no pretende escapar.
Sólo quiero que ilumines mi espacio con tu mirar.
Sólo quiero que me dejes tomar cada centímetro de tu ser y jugar con ellos tal cual como estrellas en constelaciones enteras.
Sólo quiero que, al caer derrotado, me tomes, me consueles, me cures, me revivas…
Sólo quiero que el tiempo diga cuándo es nuestra oportunidad, conquistarla, y construir el momento que tanto quisimos.
Sólo quiero que mi todo sea tuyo, tal cual lo tuyo sea mío.
Solo quiero que mi amor no sólo sea por palabras, sino también por caricias y actos dignos de ser llamados “por amor”.
No cesas, no te detienes, no dejas de encantarme. Hermosa magia de la conquista mental. Déjame quererte… sólo déjame. Ven a mí, querida, y te haré feliz. Por ahora, sólo puedo mirar mis manos y mis pies temblar, mi corazón latir más de la cuenta, un cuerpo agarrotado e impetuoso por batallar… un tanto impaciente por cumplir lo mío. El momento… sólo ése momento, y nada más.
Aguardo en mis aposentos, intranquilo, sabiendo que a millares de mis manos se encuentra mi mayor anhelo. Ahora, entre lápiz y papel, llevo mi alma hasta la locura, cayendo en la demencia del amor… ¿qué quedará del resto?
Dame de tu luz. Sé mi faro al final de mis mares…”
Observo minuciosamente las imágenes inmortales que has creado de ti. Escucho detenidamente tu música y me poso en tus cielos, queriendo estar allí, deseando… ¡Y qué diablos trato de decir, si al final todo se resume en un TE AMO! ¡El deseo reprimido de luchar una última vez, con todo el fuego que llevo dentro, que tú me has dado, que tú me has inventado, y dejar mi vida entera por un solo beso! Ay preciosa, si tan sólo entendieras, y sí… lo haces, me comprendes perfectamente, lado a lado, de par en par, sucesivamente, constante. ¿Qué tienes de especial? ¿Qué será, que me enloquece tanto? ¡Años y miles de años, buscando algo similar, y no puedo explicarlo siquiera! ¡No puedo explicarte! Porque quisiera saltar de lunar en lunar, como un gigante, mas que cada uno de mis pasos sean besos… e ir subiendo o bajando. O bajando y subiendo, qué importa el orden. Y luego de tanto delirar, luego de tanto deliberar, tomarte una mano, o quizás las dos, y llevarte junto a mí, enseñándote mi todo, que quieras cada grano de arena que piso, cada nube que aprecio, cada niño que sonrío, cada palabra que te dedico. Todo esto quisiera hacer, y un poco más, luego de batallarte tal cual quisiera hacerlo por ti. Tú. Tú. Tú. Porque no soy de hierro ni tampoco de acero, sólo un hombre, un Gran Guerrero, pero mal que mal un hombre que ha caído en tu red y no pretende escapar.
Sólo quiero que ilumines mi espacio con tu mirar.
Sólo quiero que me dejes tomar cada centímetro de tu ser y jugar con ellos tal cual como estrellas en constelaciones enteras.
Sólo quiero que, al caer derrotado, me tomes, me consueles, me cures, me revivas…
Sólo quiero que el tiempo diga cuándo es nuestra oportunidad, conquistarla, y construir el momento que tanto quisimos.
Sólo quiero que mi todo sea tuyo, tal cual lo tuyo sea mío.
Solo quiero que mi amor no sólo sea por palabras, sino también por caricias y actos dignos de ser llamados “por amor”.
No cesas, no te detienes, no dejas de encantarme. Hermosa magia de la conquista mental. Déjame quererte… sólo déjame. Ven a mí, querida, y te haré feliz. Por ahora, sólo puedo mirar mis manos y mis pies temblar, mi corazón latir más de la cuenta, un cuerpo agarrotado e impetuoso por batallar… un tanto impaciente por cumplir lo mío. El momento… sólo ése momento, y nada más.
Aguardo en mis aposentos, intranquilo, sabiendo que a millares de mis manos se encuentra mi mayor anhelo. Ahora, entre lápiz y papel, llevo mi alma hasta la locura, cayendo en la demencia del amor… ¿qué quedará del resto?
Dame de tu luz. Sé mi faro al final de mis mares…”
Saturday, July 04, 2009
Declaración...
“¡Cuánto quisiera matar estos miles de kilómetros! Embarcarme en lo que podría ser mi último viaje. Encaminarme, una vez más, a tus brazos, a tus labios, a tus brazos. ¡Cuánto quisiera matar estos centímetros que me separan de ti! La condena eterna, la impotencia de saber que existes y no gozarte como quisiera, me tortura tal cual como un perro separado de su merienda por una barrera indestructible. Sin embargo, no me detiene. No me detuvo y no me detendrá. Llevo mucha fuerza, mucho amor y mucha voluntad acumulándose por miles de años. Ni el Altísimo logrará detenerme. Nada lo hará, excepto Tú. Sólo espero la gran respuesta, un tanto impaciente. El Sí que hará que derrote a todos ellos. El Sí que me brindará una luz tan resplandeciente que ningún mal de este mundo, con su oscuridad más sombría, podrá apagarla. Esta será la oportunidad que me hará despegar y volar directamente a ti, amor mío, porque el carrusel rara vez gira, preciosa, y más me vale haberme subido antes que empiece.
Cae luego, querido enemigo, que mi corazón ya no soporta verte con ella. Cae luego, querido enemigo, que mi mente muere con cada pensamiento que crea contigo y ella. Cae luego, querido enemigo, porque sino… cuando le falles, yo te haré caer, y nunca más lograrás levantarte.
Dame la orden, amor, y desataré el infierno divino.”
Cae luego, querido enemigo, que mi corazón ya no soporta verte con ella. Cae luego, querido enemigo, que mi mente muere con cada pensamiento que crea contigo y ella. Cae luego, querido enemigo, porque sino… cuando le falles, yo te haré caer, y nunca más lograrás levantarte.
Dame la orden, amor, y desataré el infierno divino.”
Friday, June 26, 2009
El Alzar de una espada...
"La soledad cuán devastadora llega a ser, y cuán corrupto llega a transformar nuestro ser"
"Aguardo, esperando la orden divina, impaciente de desenfundar mi espada. Un último llamado de mi bendito honor, arremetiendo contra los malditos, y así limpiar mis tierras en tu nombre, amor mío. Con sangre en mis manos, en mi espada y en mi boca, lanzo mi grito de guerra por última vez. Cuántos miles desesperan al oírme. Que el Cielo y Tus ojos santifiquen mi fuerza, mi poder... mi vida entera. Bríndame, amor mío, un último aliento. Déjame cargar por Ti esta gran armadura, y ser tu escudo. Déjame sangrar y sufrir por Ti, en orden de salvaguardar tu sonrisa. Déjame protegerte una última vez, y así mantener viva la última benevolencia en la Tierra. Después, cuando todos ellos hayan caído, y Tú estés a salvo, poder disfrutarte un minuto entero, olvidando mi todo, para después irme en paz, encomendando mi alma al Altísimo, y Tú tengas lo que tanto luché: Una vida plena... y feliz. Sólo así podré irme con la seguridad y satisfacción de haber hecho algo que valiera la pena. Por ahora... los observo a ellos, y, recordándote una vez más, los ataco a todos.
Espero un día vencer... no puedo fallarte... no puedo"
"Aguardo, esperando la orden divina, impaciente de desenfundar mi espada. Un último llamado de mi bendito honor, arremetiendo contra los malditos, y así limpiar mis tierras en tu nombre, amor mío. Con sangre en mis manos, en mi espada y en mi boca, lanzo mi grito de guerra por última vez. Cuántos miles desesperan al oírme. Que el Cielo y Tus ojos santifiquen mi fuerza, mi poder... mi vida entera. Bríndame, amor mío, un último aliento. Déjame cargar por Ti esta gran armadura, y ser tu escudo. Déjame sangrar y sufrir por Ti, en orden de salvaguardar tu sonrisa. Déjame protegerte una última vez, y así mantener viva la última benevolencia en la Tierra. Después, cuando todos ellos hayan caído, y Tú estés a salvo, poder disfrutarte un minuto entero, olvidando mi todo, para después irme en paz, encomendando mi alma al Altísimo, y Tú tengas lo que tanto luché: Una vida plena... y feliz. Sólo así podré irme con la seguridad y satisfacción de haber hecho algo que valiera la pena. Por ahora... los observo a ellos, y, recordándote una vez más, los ataco a todos.
Espero un día vencer... no puedo fallarte... no puedo"
Wednesday, June 24, 2009
Mis días... tus fases...
"El domingo te dibujé de fuego. Hoy te dibujo de aire, y quizás mañana comience a crear el mayor matiz para tu piel, color arcoiris. Durante la otra semana te añadiré extractos de la tierra, frutos de la tierra. Tierras blancas, tierras rojas. Quizás el otro mes te haga de agua, tranquila y torrencial. Serena y poderosa, tal cual océanos contra rocas. Y cuando mis días toquen un domingo, te reharé de fuego... una vez más.
Que todos comprendan cuánto cambias cada día, cada semana, cada segundo. De elemento, de color por igual. Sin embargo... en todas tus formas y maneras, eres igual de bella, como mi mundo. Amarte es amar mis días, mis noches, mi Tierra, mi Cielo, mi Viento, mis Mares y mi Fuego. Mi Todo agoniza y reencarna día a día al verte invadir cada centímetro de mi tiempo, de mi ser, porque no hay día en el que no piense en ti, segundo en el que no invento otro escenario contigo, ni hora en la que no te batalle en mi mente, en mi corazón.
Eres mi Todo, y por mi Todo he de vencer... o morir..."
Que todos comprendan cuánto cambias cada día, cada semana, cada segundo. De elemento, de color por igual. Sin embargo... en todas tus formas y maneras, eres igual de bella, como mi mundo. Amarte es amar mis días, mis noches, mi Tierra, mi Cielo, mi Viento, mis Mares y mi Fuego. Mi Todo agoniza y reencarna día a día al verte invadir cada centímetro de mi tiempo, de mi ser, porque no hay día en el que no piense en ti, segundo en el que no invento otro escenario contigo, ni hora en la que no te batalle en mi mente, en mi corazón.
Eres mi Todo, y por mi Todo he de vencer... o morir..."
Monday, June 22, 2009
Mi Fuego...
“Deposito los pequeños y grandes pedazos de carbón en mi vieja parrilla. Preparo la botella con el típico prototipo de papeles de diario envolviéndola. Creo un orificio en el cual la botella pueda formar la base de una torre, con la cual el papel pueda ser el centro de la pronta llamarada. Extrayendo la botella y ordenando el carbón, cae la primera víctima incendiada, la chispa que originaría mi mayor vicio: El Fuego.
Observo detenidamente cómo el Fuego consume todo a su paso. El papel no vive tanto para contarlo, ni menos las bacterias y el polvo que rodea mi vieja parrilla. Yo, atento, me obsesiono de las llamas a tal punto, que mi mente comienza a inventar escenarios, todos con un aire de ti, mi amor. ¡Y cuán bella te hice! ¡De fuego! Oh, mi amor, cómo danzabas al ritmo unísono de las flamas y el infierno que levanté de mi mente. Cómo tus curvas resplandecientes ardían mis ojos de recuerdos y fotografías. Cómo mis manos intentaban acercarse a ti, mi nuevo Marte, queriendo rozar el calor de tu cuerpo, en vano. Mi piel mortal e insignificante no bastaba para contenerte dos o tres segundos siquiera. ¡Cuán inestable era mi corazón en ese instante! El arder de mi piel, el arder de mis ojos, el arder de mi mente, el arder de mi corazón, inventaron la mejor escena de mi vida: A ti, hecha de Fuego. Eso eres al fin y al cabo. Me abrigas, me reconfortas, me obsesionas, me brindas poder, me enalteces. Mi propio símbolo es el Fuego, es decir, mi propio símbolo eres tú. ¡Tú, amor! ¡Sólo tú! ¡Y cuánta vida habré de desperdiciar tratando de tocarte!
- ¿El fuego está listo?- Me pregunta mi padre.
- Ehh... sí.- Le contesto, distraído.
Quise escribirte esto, antes que la realidad matara mi creación."
Observo detenidamente cómo el Fuego consume todo a su paso. El papel no vive tanto para contarlo, ni menos las bacterias y el polvo que rodea mi vieja parrilla. Yo, atento, me obsesiono de las llamas a tal punto, que mi mente comienza a inventar escenarios, todos con un aire de ti, mi amor. ¡Y cuán bella te hice! ¡De fuego! Oh, mi amor, cómo danzabas al ritmo unísono de las flamas y el infierno que levanté de mi mente. Cómo tus curvas resplandecientes ardían mis ojos de recuerdos y fotografías. Cómo mis manos intentaban acercarse a ti, mi nuevo Marte, queriendo rozar el calor de tu cuerpo, en vano. Mi piel mortal e insignificante no bastaba para contenerte dos o tres segundos siquiera. ¡Cuán inestable era mi corazón en ese instante! El arder de mi piel, el arder de mis ojos, el arder de mi mente, el arder de mi corazón, inventaron la mejor escena de mi vida: A ti, hecha de Fuego. Eso eres al fin y al cabo. Me abrigas, me reconfortas, me obsesionas, me brindas poder, me enalteces. Mi propio símbolo es el Fuego, es decir, mi propio símbolo eres tú. ¡Tú, amor! ¡Sólo tú! ¡Y cuánta vida habré de desperdiciar tratando de tocarte!
- ¿El fuego está listo?- Me pregunta mi padre.
- Ehh... sí.- Le contesto, distraído.
Quise escribirte esto, antes que la realidad matara mi creación."
Sunday, June 14, 2009
Mi Amar...
Ustedes no comprenden, ni yo por igual. Es un arte incierto, una ciencia, una religión y un vicio a la vez. Porque nadie ni nada podrá compararse en mi plenitud, como tampoco yo. Soy un cetro iluminado del poder del amor, pero no cualquier amor, sino el mío, el mío propio, el mío pleno, el que yo he creado de la nada con mis propias manos, sangre y lágrimas. Y aunque ustedes no comprendan, ni yo por igual, es tan sencillo, tan simple. No hay que ser un genio para mi amar, ni un demente. No hay que ganárselo, ni rezar por ello. Sólo una palabra lo resume todo: Devoción. ¿Devoción a qué? A Ti, amor mío, a pesar que ni siquiera tú misma lo llegas a entender, ni quienes te rodean. Al final me tildan de loco, de sicópata, de... no sé de cuántas otras maneras me han llamado, o al menos he percibido ante la mirada atónita de los ajenos.
Ustedes no comprenden, ni yo por igual, pero daré algo por sentado, diré algo seguro de mí: Mi Amar es tan glorioso, tan pleno, tan dichoso, tan sufrido, tan doloroso, tan digno, que no importa con quién, o cómo y por qué, pero quienquiera que sea, tendrá un fragmento enorme de mi ser que se llevará codicioso. Seré parte de su pasado, su presente y su futuro, y, ni aunque ellos mismos logren comprender, sabrán de mí y me recordarán... eternamente.
Al fin y al cabo, soy capaz de dar mi vida amando a mi manera. Recuérdenlo... recuérdenme...
Ustedes no comprenden, ni yo por igual, pero daré algo por sentado, diré algo seguro de mí: Mi Amar es tan glorioso, tan pleno, tan dichoso, tan sufrido, tan doloroso, tan digno, que no importa con quién, o cómo y por qué, pero quienquiera que sea, tendrá un fragmento enorme de mi ser que se llevará codicioso. Seré parte de su pasado, su presente y su futuro, y, ni aunque ellos mismos logren comprender, sabrán de mí y me recordarán... eternamente.
Al fin y al cabo, soy capaz de dar mi vida amando a mi manera. Recuérdenlo... recuérdenme...
Saturday, June 13, 2009
La Agenda...
Abro mi nueva agenda. Con mi viejo lápiz encuentro algo de distracción en escribir algunas palabras, hasta que veo la palabra "Prioridades" en la parte superior izquierda. ¿Acaso me preguntará que es lo que de verdad me importa, o bien, lo que a "ellos" les importa? ¿Me preguntará personalmente eso? ¿Y qué le responderé en ese caso? Un par de cosas se me ocurren...
¿Qué haré? Porque te amo. Sí... aún lo hago.
¿Qué me queda? Porque estoy muriendo. Sí... todavía lo estoy.
¿Qué quiero? Porque aún te deseo.
¿Qué será de mí...?
Y miro la parte de inferior de esta agenda. Tres meses va contando a medida que pasa el tiempo... y yo con mi lápiz los tarjo, uno por uno... todos con el mismo color. Todos tarjados con la misma pasión que los días anteriores... y los del pasado... y más allá. Y no es de cruel, todo lo contrario. Esos días los recuerdo, a todos por igual. Es sólo que... pocos los tarjé de color rojo, y no de azul.
Enloqueciendo con una agenda. Ja... ¿Qué quedará de mí?
¿Qué haré? Porque te amo. Sí... aún lo hago.
¿Qué me queda? Porque estoy muriendo. Sí... todavía lo estoy.
¿Qué quiero? Porque aún te deseo.
¿Qué será de mí...?
Y miro la parte de inferior de esta agenda. Tres meses va contando a medida que pasa el tiempo... y yo con mi lápiz los tarjo, uno por uno... todos con el mismo color. Todos tarjados con la misma pasión que los días anteriores... y los del pasado... y más allá. Y no es de cruel, todo lo contrario. Esos días los recuerdo, a todos por igual. Es sólo que... pocos los tarjé de color rojo, y no de azul.
Enloqueciendo con una agenda. Ja... ¿Qué quedará de mí?
Friday, May 22, 2009
Necesidad...
“Te amo” te quería decir. Sin rodeos, sin planes. Algo épico quizás, poco sutil, muy sincero, y poco constante. Pero no… hay que hacerlo significativo, hay que hacerlo épico, digno de recordar, digno de admirar. Sólo para ti. Y es un tanto curioso tratar de hacer esto, siendo que siempre observo tu mirar en todo lo que descansan mis ojos, cuando jamás te he visto de verdad. Ni siquiera sé si lo eres… Claro, algo imaginado, alucinado, ilusionado. Una propia creación de mi desesperado ser que desea fervorosamente encontrarte. Sin embargo, todo mi consuelo, toda mi esperanza, yace en que no lo eres.
“Te amo” te quería decir. Con una dignidad tal que fuera humilde a la vez. Como te lo mereces...
“Te amo” te quería decir. Con una dignidad tal que fuera humilde a la vez. Como te lo mereces...
Tuesday, May 19, 2009
A la Muerte XXV: El Último Respiro...
Inmerso en lo último de mi existir, rebusco las viejas energías sagradas que solían mover mi mundo. Algo me queda para un combate más, sin embargo, atrás debo mantenerme. El cielo, murmurándome, me cuenta de los posibles porvenires a llegar. Debo prepararme para su arribo.
Quisiera tenerte entre mis brazos, amor mío, mas necesito derrotar a mi último enemigo. Esta lucha dará fin a toda una vida de cruzadas en tu nombre, mi niña. A un paso estoy de ser feliz, y descansar en tus labios rojizos eternamente. A un paso estoy de ser acabado por completo y sentenciar mi alma, fiel seguidora del Camino de la Dignidad, a los confines del Infierno. Así de delicado... así de frágil. Un solo beso tuyo puede cambiar todo mi Destino Divino. Si hoy fuese el día en el que recibiera esas dos palabras de tu boca, entonces la Gran Victoria sería asegurada.Quién más como tú que pueda cambiar el curso de mi vida.
No sé cuál es la verdad ni la mentira, como así no sé si eres cierto o no...
Miles y miles de años han pasado, y, sin embargo, mi amor por ti sigue intacto...
No me esperes... pronto llegaré.
Te amo.
Quisiera tenerte entre mis brazos, amor mío, mas necesito derrotar a mi último enemigo. Esta lucha dará fin a toda una vida de cruzadas en tu nombre, mi niña. A un paso estoy de ser feliz, y descansar en tus labios rojizos eternamente. A un paso estoy de ser acabado por completo y sentenciar mi alma, fiel seguidora del Camino de la Dignidad, a los confines del Infierno. Así de delicado... así de frágil. Un solo beso tuyo puede cambiar todo mi Destino Divino. Si hoy fuese el día en el que recibiera esas dos palabras de tu boca, entonces la Gran Victoria sería asegurada.Quién más como tú que pueda cambiar el curso de mi vida.
No sé cuál es la verdad ni la mentira, como así no sé si eres cierto o no...
Miles y miles de años han pasado, y, sin embargo, mi amor por ti sigue intacto...
No me esperes... pronto llegaré.
Te amo.
Saturday, May 16, 2009
A la Muerte XXIV: La Última Batalla y el extracto de luz...
“Logro percatarme de la muerte pronta a llegar, y yo aún te amo. Me río de lo patético que me muestro aquí caído, derrotado. Mis energías se han desvanecido hace ya mucho. Tengo mis memorias, mis leyendas, y mis lamentos de ingratitud: De Ti…
Tú. A Ti, en mi final de finales, van dedicadas estas malditas palabras. A Ti, a quien serví tan fielmente, con eterna soledad, sangre y dolor en retorno, van dedicados estos últimos golpes de mi espada que logro brindar. A Ti, amada mía, quien me extrajo hasta la última gota de dignidad, te tengo un último regalo: Mi adiós. Sin embargo, aún no puedo irme. Una ínfima llama brillando en el crudo invierno persiste. Algo insignificante, pero notorio.
Nada tengo que dar, ni menos recibir. Es hora de desatar el poder divino que llevo dentro de mí, en Tu nombre. Sólo puedo pedir un hermoso y bendito rincón… Pronto llegaré…
Hay un refrán que es todo mi consuelo:
“Hay derrotas que son más gloriosas que victorias”
Tú. A Ti, en mi final de finales, van dedicadas estas malditas palabras. A Ti, a quien serví tan fielmente, con eterna soledad, sangre y dolor en retorno, van dedicados estos últimos golpes de mi espada que logro brindar. A Ti, amada mía, quien me extrajo hasta la última gota de dignidad, te tengo un último regalo: Mi adiós. Sin embargo, aún no puedo irme. Una ínfima llama brillando en el crudo invierno persiste. Algo insignificante, pero notorio.
Nada tengo que dar, ni menos recibir. Es hora de desatar el poder divino que llevo dentro de mí, en Tu nombre. Sólo puedo pedir un hermoso y bendito rincón… Pronto llegaré…
Hay un refrán que es todo mi consuelo:
“Hay derrotas que son más gloriosas que victorias”
Tuesday, May 12, 2009
A la Muerte XXIII : Suicida...
"Nada será lo mismo". Esto digo cuando observo la luna, lloroso, y lo repito un par de veces más, creyéndolo menos cada vez que lo digo. No me resigno aún, ni menos asumirlo o asimilarlo. Me quiebro en vez e eso. Me quedo de pie, quieto, en mi oscuro dormitorio. Luego fácilmente doy con mi cama, dejándome caer en ella. Entre las sábanas siento tu aroma, o al menos así lo quiero sentir, olvidando la crueldad, la brutalidad... y te amo. Malditas palabras que lanzo al aire, a la tierra, como botellas de alcohol quebrándose en las rocas. Mi cuerpo entre ellas.
Observo mis cosas en la oscuridad. Todo me recuerda a ti. Los libros... los ídolos...
Así quiero irme. Los ojos abiertos o no, es la oscuridad misma quien me cobija en sus sombrías alas. Que me lleve lentamente a mi rincón, mi lugar, mi merecido destino. Allí te esperaré, paciente e intranquilo. Mi magnífica cruzada llega a su fin. Digno, me retiro. Mi plan para conquistarte y hacerte mía ha sido un total fracaso...
No comprendo aún... ¿En qué fallé, si te amo?
Relaten mis batallas. Son todo lo que me quedan: Relatos de un Caballero...
Adiós...
Observo mis cosas en la oscuridad. Todo me recuerda a ti. Los libros... los ídolos...
Así quiero irme. Los ojos abiertos o no, es la oscuridad misma quien me cobija en sus sombrías alas. Que me lleve lentamente a mi rincón, mi lugar, mi merecido destino. Allí te esperaré, paciente e intranquilo. Mi magnífica cruzada llega a su fin. Digno, me retiro. Mi plan para conquistarte y hacerte mía ha sido un total fracaso...
No comprendo aún... ¿En qué fallé, si te amo?
Relaten mis batallas. Son todo lo que me quedan: Relatos de un Caballero...
Adiós...
Sunday, April 26, 2009
A la Muerte XXII : El Síndrome del Cruzado...
"Me siento a escribir y no sé por dónde empezar. Los recuerdos anonadan mi garganta de lágrimas mientras intento impregnarlos aquí. De un pasado que no volverá a ser el mismo, un hermoso pasado. De la mayor batalla que he brindado en mi vida y yazco aquí, derrotado y cansado. Lo único que queda es la silueta invicta que he creado de ti, con alas etéreas, siguiéndome día y noche por las peligrosas calles de mi querida ciudad. Es el consuelo de mi soledad.
Mi obstinación me tiene aquí. Mi orgullo, mi porfía y mi fanatismo de volver a batallarte me tienen aquí. La oculta alma de un guerrero que aún no muere. Y te amo, a pesar que no tengas imagen, ni rostro, ni semejanza con ella, la de ayer, te sigo amando con esa devoción infinita. Vivo mis días digno para merecerte, con ese maldito interés que jamás se cumple.
Cruzaría el mundo entero por encontrar tu luz, por encontrar el respiro de mi alma. Un eco de un paraíso, un eco del Edén.
Si vieras mi rostro... Estoy tan cansado... Y te extraño tanto...
Difícil es vivir cuando todo me sabe a ti, de ayer, a ti, del hoy, y a ti, del mañana..."
Mi obstinación me tiene aquí. Mi orgullo, mi porfía y mi fanatismo de volver a batallarte me tienen aquí. La oculta alma de un guerrero que aún no muere. Y te amo, a pesar que no tengas imagen, ni rostro, ni semejanza con ella, la de ayer, te sigo amando con esa devoción infinita. Vivo mis días digno para merecerte, con ese maldito interés que jamás se cumple.
Cruzaría el mundo entero por encontrar tu luz, por encontrar el respiro de mi alma. Un eco de un paraíso, un eco del Edén.
Si vieras mi rostro... Estoy tan cansado... Y te extraño tanto...
Difícil es vivir cuando todo me sabe a ti, de ayer, a ti, del hoy, y a ti, del mañana..."
Saturday, March 28, 2009
Mi Salvación...
"Te quiero conmigo. Te amo ahora, conmigo, aquí, en lo incierto de la noche. Te deseo tal como el hombre que camina por unos cuantos días en el desierto, a solas, esperando el consuelo de la noche lluviosa. Recordando esos días que caminaba de la mano contigo, invictos e invencibles, queriendo besarte, queriendo apretarte contra mi. Que los libros no valían la inspiración que tus dos palabras me daban...
Mis momentos han muerto contigo, pero no tú en mi pecho, ni en mi cabeza. Ni en mis manos, ni en mis labios. Porque vivo del ayer, y sin el ayer, no soy nada hoy, ni mañana. Los momentos muertos, rememorados, reviven mis viejos días, cuando siento que de mis pies cuelgan cadenas rotas...
Aún lo hago... aún lo haré..."
Mis momentos han muerto contigo, pero no tú en mi pecho, ni en mi cabeza. Ni en mis manos, ni en mis labios. Porque vivo del ayer, y sin el ayer, no soy nada hoy, ni mañana. Los momentos muertos, rememorados, reviven mis viejos días, cuando siento que de mis pies cuelgan cadenas rotas...
Aún lo hago... aún lo haré..."
Wednesday, March 25, 2009
"La Cruzada de un Caballero Enamorado"
Bueno, luego de tanto deliverar, rabiar a veces jaja, y crear, tengo el agrado de hacer saber que ya por fin he concluído mi pequeño libro. La fantasía propia en un héroe creado por mis manos. Eso es, básicamente, lo que persigue el libro. Mantener esa manía que poseemos varios de todos nosotros de soñar e imaginar, siendo que, los sueños, son el único mundo donde somos verdaderamente libres. Y, hoy en día, se ha perdido eso. Ya somos pocos los que queremos escribir, pintar, dibujar, imaginar en sí. La monotonía de la sociedad ha ido opacando ese magnífico poder del ser humano racional: El poder de crear.
Toda esta historia te la dedico a ti, mi niña. Tal cual dice en la pequeña dedicatoria que escribí en los comienzos del libro:
"Para quienes me dieron su mano en la batalla de la vida, y, por sobretodo,
para Dominique,
mi más grande amor, mi mayor inspiración.
Mi vida entera…"
Para quienes lo quieran de ustedes, mis amigos, no hesiten en pedirlo. El libro lo he creado sin ánimos de lucro ni tomar provecho de mi "cualidad literaria". Sencillamente no me gusta...
En fin. Cerrando esta página de mi vida, puedo decir con orgullo que estoy feliz de haber creado algo de mi propia mente, de mis propias manos. No hay nada mejor que eso sinceramente.
Gracias a todos.
Toda esta historia te la dedico a ti, mi niña. Tal cual dice en la pequeña dedicatoria que escribí en los comienzos del libro:
"Para quienes me dieron su mano en la batalla de la vida, y, por sobretodo,
para Dominique,
mi más grande amor, mi mayor inspiración.
Mi vida entera…"
Para quienes lo quieran de ustedes, mis amigos, no hesiten en pedirlo. El libro lo he creado sin ánimos de lucro ni tomar provecho de mi "cualidad literaria". Sencillamente no me gusta...
En fin. Cerrando esta página de mi vida, puedo decir con orgullo que estoy feliz de haber creado algo de mi propia mente, de mis propias manos. No hay nada mejor que eso sinceramente.
Gracias a todos.
Friday, March 20, 2009
La Cruzada del ayer...
Había olvidado lo bueno que era soñar. Lo bueno que era imaginar, pensar, alucinar, razonar, analizar. Quizás la monotonía sí pudo opacar y recubrir esa vieja fantasía gloriosa, la personal, la más común de todas y, a la vez, la más épica. Como dice esa buenísima canción de Iron Maiden...
"I only dream in black and white, I only dream cause I'm alive
I only dream in black and white, to save me from myself"
¿Salvarme de mí mismo? Quizás. Porque, mientras maduré en medio de un sueño que pretendía lograr, había dejado de ser el típico yo. Uno más... venerable. Porque mi manera de obrar, de decidir, de atacar, de vencer; fueron dignas de recordar, dejando todo de lado en un arranque de felicidad. Sin miedo a nada, arriesgándolo todo.
Un Guerrero diferente por cada experiencia. Millares de ellos en una vida. En una vida de un par de años que valieron más que mundos por descubrir. Casi mil días de cruzadas... por mis propias tierras sagradas. De peregrino a mi hogar...
Te recuerdo aún, sonriendo en el transcurso. Lo quería decir...
"I only dream in black and white, I only dream cause I'm alive
I only dream in black and white, to save me from myself"
¿Salvarme de mí mismo? Quizás. Porque, mientras maduré en medio de un sueño que pretendía lograr, había dejado de ser el típico yo. Uno más... venerable. Porque mi manera de obrar, de decidir, de atacar, de vencer; fueron dignas de recordar, dejando todo de lado en un arranque de felicidad. Sin miedo a nada, arriesgándolo todo.
Un Guerrero diferente por cada experiencia. Millares de ellos en una vida. En una vida de un par de años que valieron más que mundos por descubrir. Casi mil días de cruzadas... por mis propias tierras sagradas. De peregrino a mi hogar...
Te recuerdo aún, sonriendo en el transcurso. Lo quería decir...
Monday, March 16, 2009
A la Muerte XXI : La Batalla por la Conquista de uno...
"¡Que así sea! Te declaro la Guerra total, eterno compañero. No puedo seguir viviendo contigo presente. Mis días de dualidad llegarán a su fin cuando tú logres ver la luz de la bondad y la dignidad, y un momento después, te largues de una buena vez por todas.
'Inténtalo maldito. Tu patética misericordia no impedirá que logre mis actos. ¡El tiempo de los Héroes se ha acabado! ¿No lo entiendes? ¿Cuánto más esperarás un milagro así si ya lo perdiste todo? Tu alma está destrozada, tu corazón roto, tu mente envejecida, y tu cuerpo exhausto. Tu batalla no te ha brindado más que sufrir... ¡y no cambias nada para remediarlo! Es tiempo de tomar las riendas y terminar esta batalla.'
La nobleza corroe por mi ser tal cual la sangre por mis venas. No dejaré que algo tan indigno se acapare de mi eterna cruzada contra el mundo, corrupto de maldad, aunque deba ser humillado y derrotado mil veces.
'Patética es tu devoción. ¡Déjame salir!'
No. Hoy comienzo mis nuevos días contra ti, y cuando logre derrotarte... ese día brillará el sol por mí y nada me detendrá.
¡A batallar entonces!"
Y así, el viejo Caballero combate contra sí mismo, contra el Demonio escondido por tantos años. Quizás qué le deparará...
'Inténtalo maldito. Tu patética misericordia no impedirá que logre mis actos. ¡El tiempo de los Héroes se ha acabado! ¿No lo entiendes? ¿Cuánto más esperarás un milagro así si ya lo perdiste todo? Tu alma está destrozada, tu corazón roto, tu mente envejecida, y tu cuerpo exhausto. Tu batalla no te ha brindado más que sufrir... ¡y no cambias nada para remediarlo! Es tiempo de tomar las riendas y terminar esta batalla.'
La nobleza corroe por mi ser tal cual la sangre por mis venas. No dejaré que algo tan indigno se acapare de mi eterna cruzada contra el mundo, corrupto de maldad, aunque deba ser humillado y derrotado mil veces.
'Patética es tu devoción. ¡Déjame salir!'
No. Hoy comienzo mis nuevos días contra ti, y cuando logre derrotarte... ese día brillará el sol por mí y nada me detendrá.
¡A batallar entonces!"
Y así, el viejo Caballero combate contra sí mismo, contra el Demonio escondido por tantos años. Quizás qué le deparará...
Friday, March 13, 2009
A la Muerte XX : El Demonio despierta...
Ha llegado. Comienza a envenenar mi sangre, mi ser entero. Siento una nueva fuerza, casi infinita. Enrojecida de ira, de furia reprimida. El poder que he mantenido tantos años oculto ahora se escapa de mis cadenas. Ya no puedo más...
'¿Qué temes miserable? Déjate tentar por mi fuerza. Tengo sed de venganza, de tantos años encerrado en tu bendita nobleza. Mírate nada más... un Caballero tirado en el campo de batalla, abandonado y desolado.
Quiero poder. ¡Quiero poder! ¡Infinito poder!'
No me queda mucho de mi ayer. Quizás qué será de estos nuevos días... Temo por el resto, pero más temo por mí. Temo por el mundo que he creado y su eventual destrucción.
Tuesday, March 10, 2009
A la Muerte XIX...
Sentado bajo una luna llena, estrellas por doquier, y una oscuridad eterna como compañera, el Caballero reflexiona su día a día, trayendo consigo recuerdos del buen ayer...
"Tantos años que han pasado desde tu partir, amor mío, y aún te siento comos si hubiese sido ayer. La magia invicta de tus luceros me hace rememorarte constantemente en estas laderas de sangre. Son todo lo que tengo por ahora. Un humilde y poderoso regalo de despedida.
De día te batallo, de noche te recuerdo. Ése es mi vivir... y no sé cuánto más duraré así, preciosa...
Está llegando. Lentamente viene a mí. La siento venir... y pronto le devolveré la sonrisa. Pero no me preocupa mi raudo partir, sino en cuántos me acompañarán..."
"Tantos años que han pasado desde tu partir, amor mío, y aún te siento comos si hubiese sido ayer. La magia invicta de tus luceros me hace rememorarte constantemente en estas laderas de sangre. Son todo lo que tengo por ahora. Un humilde y poderoso regalo de despedida.
De día te batallo, de noche te recuerdo. Ése es mi vivir... y no sé cuánto más duraré así, preciosa...
Está llegando. Lentamente viene a mí. La siento venir... y pronto le devolveré la sonrisa. Pero no me preocupa mi raudo partir, sino en cuántos me acompañarán..."
Sunday, March 08, 2009
A la Muerte XVIII...
"Oh, vieja y eterna confidente mía, heme aquí de nuevo relatándote mis pasos, mis señas, mis caricias, y mis tormentos. ¿Qué hago hablando contigo en este final de mis respiros? Lo obvio... lo que no hace falta analizar y algunos se mantienen al margen de ello...
Un último respiro mío por una larga vida. Eso deseo. Eso anhelo,y a Ti, preciosa, te invito a conceder mi deseo... e irme con los míos pronto... muy pronto."
Un último respiro mío por una larga vida. Eso deseo. Eso anhelo,y a Ti, preciosa, te invito a conceder mi deseo... e irme con los míos pronto... muy pronto."
Thursday, March 05, 2009
A la Muerte XVII...
¿Por qué despedir algo que nunca fue? ¿Por qué lamentar algo que nunca quiso? ¿Por qué extrañar algo que nunca hubo? Mi alucinación comienza a ser tan real después de tantos miles de años soñándote, mi amor, que toma forma de flor... y nada más...
Siempre fuiste tú. Tú. Sólo tú, en mi obsesión, a pesar de tanto tiempo transcurrido. Oh mi amor si aún te siento tan viva, aunque mi corazón te haya querido olvidar, y no... Porque aún te amo, por muy tonto que suene. O quizás ame tu antigua reminiscencia, la del ayer, la de nosotros, la de tú y yo en una pequeña chance de dos, en una pequeña posibilidad. Y qué pena es el llanto de un guerrero...
¿Qué me pasará? ¿Qué me pasará entonces, a un guerrero de antaño como yo, que aún vive del ayer, de lo que pudo ser, o es que prefiero el ayer porque solía ser más vivo, y hoy, lucho en una batalla que está perdida de antemano? Tus fotografías persisten, tus palabras por igual. Tu risa es casi invencible, y tus labios inolvidables. Y tus ojos... bueno... no quisiera denigrarlos de su divinidad.
No he dejado de amarte. Dudo que deje de hacerlo, porque dondequiera que ando, mi todo me conduce a ti, abalanzándose a mis manos para restregarlo en mi cabeza, en mi pecho...
Una guerra por volver a escuchar un suspiro tuyo en mi oído, pronunciando esas dos palabras que revivieron mi mundo entero...
Siempre fuiste tú. Tú. Sólo tú, en mi obsesión, a pesar de tanto tiempo transcurrido. Oh mi amor si aún te siento tan viva, aunque mi corazón te haya querido olvidar, y no... Porque aún te amo, por muy tonto que suene. O quizás ame tu antigua reminiscencia, la del ayer, la de nosotros, la de tú y yo en una pequeña chance de dos, en una pequeña posibilidad. Y qué pena es el llanto de un guerrero...
¿Qué me pasará? ¿Qué me pasará entonces, a un guerrero de antaño como yo, que aún vive del ayer, de lo que pudo ser, o es que prefiero el ayer porque solía ser más vivo, y hoy, lucho en una batalla que está perdida de antemano? Tus fotografías persisten, tus palabras por igual. Tu risa es casi invencible, y tus labios inolvidables. Y tus ojos... bueno... no quisiera denigrarlos de su divinidad.
No he dejado de amarte. Dudo que deje de hacerlo, porque dondequiera que ando, mi todo me conduce a ti, abalanzándose a mis manos para restregarlo en mi cabeza, en mi pecho...
Una guerra por volver a escuchar un suspiro tuyo en mi oído, pronunciando esas dos palabras que revivieron mi mundo entero...
Un día en el café...
Estoy aquí otra vez, ganándome el mal llamado "pan de cada día", cumpliendo una penitencia que cumplen miles de millares de personas apenas sale el sol. Comienzo a pensar el porqué... ¿por qué todo esto? La cabeza llega a disvariarme tantas ideas de repente, salvándome de la rutina.
- Javier faltan cucharas de café
A la larga funciono a piloto automático. Trato de no perder mi esencia por unos cuantos billetes. A la larga, el único audífono que tengo puesto de mi mp3 player, con algo de heavy metal, salva la monotonía de los platos sucios. Y la gente que llega por montones.
- Javier faltan vasos de soda.
Lo primero que pienso es "acabo de poner 30 vasos y se van de una ida". Trato de no perder mi idea, mi escrito que pretendo plasmar aquí, pero está desvaneciéndose con las órdenes de jugos que bajo de la cocina.
- Javier, de paso, tráeme hielos por favor.
Mientras subo, pienso en esto. El sistema que nos enseña cada día que somos parte de un todo, cuando en realidad deberían inculcarnos que cada uno de nosotros es un todo diferente. Este sistema que te denigra a producir, a ser una herramienta de trabajo, tanto física como mental, el tan llamado "capital humano". Qué triste por lo demás. Qué triste, porque hay quienes, peor que yo, que están condenados a seguir por lo mismo por años y años, absorbidos por el sistema, cumpliendo un deber que ni siquiera es bien remunerado. Entonces sus hijos (la mayoría al menos) intenta entrar a la "elite intelectual" de la Universidad, para "marcar la diferencia". Claro. Son pocos (para no decir prácticamente nadie) la real diferencia. El resto pretende ganar algunos billetes, si es que llegan a conseguir trabajo. Y los viejos te dicen "tienes que seguir estudiando". Hay quienes lo logran a la perfección, perdiendo toda la magia de la vida, de la juventud, del gozo social, y cuando se encuentran con la bestia laboral, caen derrotados una vez más, para no volver a levantarse. Hay quienes, sin mover un dedo, el mundo es suyo. La mayoría de las veces por "ascendencia familiar" (clase alta). Billetes. Billetes. Billetes. Billetes. Porque siempre falta plata. Y los préstamos, y las deudas, y las cobranzas, y los remates, y los despidos... todo girando en torno a esos malditos papeles con valores que, aunque nos digan que no lo es todo, lamentablemente SÍ lo es. Entonces, cuando uno, como yo, no quiere caer resignado a la idea, escapa un poco, escribiendo, escuchando música. Siendo uno a la larga... siendo lo que es.
En el día de mañana, no seré Javier el economista, sino Javier el escritor. Espero que mi habilidad tan vanagloriada no se vea desperdiciada en papeles que empiecen con "Lamentamos informale que..."
- Javier faltan cucharás de té.
Y ahí voy. Al menos salvé lo que traté de decir.
Mi pequeña dedicatoria al Proyecto Venus, y mi anuncio de guerra total contra el sistema monetarista.
Como escuché por ahí "Vive cada día de tu vida como si fuera el último. Un día acertarás."
Ja...
- Javier faltan cucharas de café
A la larga funciono a piloto automático. Trato de no perder mi esencia por unos cuantos billetes. A la larga, el único audífono que tengo puesto de mi mp3 player, con algo de heavy metal, salva la monotonía de los platos sucios. Y la gente que llega por montones.
- Javier faltan vasos de soda.
Lo primero que pienso es "acabo de poner 30 vasos y se van de una ida". Trato de no perder mi idea, mi escrito que pretendo plasmar aquí, pero está desvaneciéndose con las órdenes de jugos que bajo de la cocina.
- Javier, de paso, tráeme hielos por favor.
Mientras subo, pienso en esto. El sistema que nos enseña cada día que somos parte de un todo, cuando en realidad deberían inculcarnos que cada uno de nosotros es un todo diferente. Este sistema que te denigra a producir, a ser una herramienta de trabajo, tanto física como mental, el tan llamado "capital humano". Qué triste por lo demás. Qué triste, porque hay quienes, peor que yo, que están condenados a seguir por lo mismo por años y años, absorbidos por el sistema, cumpliendo un deber que ni siquiera es bien remunerado. Entonces sus hijos (la mayoría al menos) intenta entrar a la "elite intelectual" de la Universidad, para "marcar la diferencia". Claro. Son pocos (para no decir prácticamente nadie) la real diferencia. El resto pretende ganar algunos billetes, si es que llegan a conseguir trabajo. Y los viejos te dicen "tienes que seguir estudiando". Hay quienes lo logran a la perfección, perdiendo toda la magia de la vida, de la juventud, del gozo social, y cuando se encuentran con la bestia laboral, caen derrotados una vez más, para no volver a levantarse. Hay quienes, sin mover un dedo, el mundo es suyo. La mayoría de las veces por "ascendencia familiar" (clase alta). Billetes. Billetes. Billetes. Billetes. Porque siempre falta plata. Y los préstamos, y las deudas, y las cobranzas, y los remates, y los despidos... todo girando en torno a esos malditos papeles con valores que, aunque nos digan que no lo es todo, lamentablemente SÍ lo es. Entonces, cuando uno, como yo, no quiere caer resignado a la idea, escapa un poco, escribiendo, escuchando música. Siendo uno a la larga... siendo lo que es.
En el día de mañana, no seré Javier el economista, sino Javier el escritor. Espero que mi habilidad tan vanagloriada no se vea desperdiciada en papeles que empiecen con "Lamentamos informale que..."
- Javier faltan cucharás de té.
Y ahí voy. Al menos salvé lo que traté de decir.
Mi pequeña dedicatoria al Proyecto Venus, y mi anuncio de guerra total contra el sistema monetarista.
Como escuché por ahí "Vive cada día de tu vida como si fuera el último. Un día acertarás."
Ja...
Para aquélla...
Ya han sido 150 días de tu raudo partir, y aún lo siento como si hubiese sido ayer. ¿Seré muy egoísta al sentirme así? Es probable. Las ganas me sobran de tenerte a mi lado una última vez, y reivindicarme de mis fechorías, de mis arranques de superficialidades y cosas meramente triviales, mas, brinda algo de consuelo el saber que no soy el único que se siente así, o al menos eso pienso.
Mirando el cielo y el mar, a lo lejos, trato de encontrarme contigo una vez más. Trato de encontrarte también, sonriente como solías serlo. Rara vez te vi caer en penas. Rara vez te vi derramar una lágrima siquiera. El amor que esparcías a tu andar era invaluable, y aún lo es. Apenas lograba cruzar el umbral de la distancia, me atendías como un rey de reyes. Me atrapabas en tu ternura y lograbas alejarme de la realidad. ¡Cuántos miles de recuerdos contigo!
Sé que me observas desde la lejanía, desde el reino del cielo, sentada, sonriendo por mis pequeños logros, por muy insignificantes que sean. Te hacía saber que lograba algo, y me hacías sentir más que especial. ¡Qué lástima que te hayas ido ya, cuando tanto añoro una última oportunidad y despedirme de ti como te lo merecías! Sin embargo ésa es mi carga, mi penitencia. Abrazaré con fuerza esta rosa con espinas que me han sentenciado admirar.
Aún no te digo adiós como quien se despide de quien no volverá a ver... Te veré en la otra vida, en ésa de gozo puro, y espero que me recibas con los brazos abiertos, con los mismos que me diste tantas veces, todas las que trato de rememorar hoy y ahora.
Te amo.
Q.E.P.D. Ketty Miranda (Mi querida abuelita Ketty)
Mirando el cielo y el mar, a lo lejos, trato de encontrarme contigo una vez más. Trato de encontrarte también, sonriente como solías serlo. Rara vez te vi caer en penas. Rara vez te vi derramar una lágrima siquiera. El amor que esparcías a tu andar era invaluable, y aún lo es. Apenas lograba cruzar el umbral de la distancia, me atendías como un rey de reyes. Me atrapabas en tu ternura y lograbas alejarme de la realidad. ¡Cuántos miles de recuerdos contigo!
Sé que me observas desde la lejanía, desde el reino del cielo, sentada, sonriendo por mis pequeños logros, por muy insignificantes que sean. Te hacía saber que lograba algo, y me hacías sentir más que especial. ¡Qué lástima que te hayas ido ya, cuando tanto añoro una última oportunidad y despedirme de ti como te lo merecías! Sin embargo ésa es mi carga, mi penitencia. Abrazaré con fuerza esta rosa con espinas que me han sentenciado admirar.
Aún no te digo adiós como quien se despide de quien no volverá a ver... Te veré en la otra vida, en ésa de gozo puro, y espero que me recibas con los brazos abiertos, con los mismos que me diste tantas veces, todas las que trato de rememorar hoy y ahora.
Te amo.
Q.E.P.D. Ketty Miranda (Mi querida abuelita Ketty)
Thursday, February 26, 2009
A la Muerte XVI...
"¿Cuántos sueños más debo soñar para mantenerte conmigo por siempre? La ilusión y la imaginación se acaban a medida que mis segundos mueren, mientras la monotonía de la sociedad me corrompe y me hace cada vez más suyo. Quizás sí sea un arranque de fantasía la batalla que he creado enteramente sólo por ti, pero es todo lo que tengo hoy en día, mi amor..."
Suspiros son lo que se logra escuchar en las tierras de nadie, y un Caballero llorar...
"¿Qué tengo que hacer? Dímelo. Dímelo, por favor. Mi corazón va gimiendo de dolor y mi paciencia se acaba con los diez mil años que he estado aquí, por ti. ¡Envíame una señal por Dios! Maldita impotencia... porque a la larga, eres tú absoluta, y yo, una memoria pasajera."
Y el Caballero cae de rodillas...
"Sería irónico, y cómico, que Ella llegase primero que tú. Y también el pensar que tú fuiste regalo divino de sólo algunos que creo que ni siquiera te merecían, pero amor... ¿estoy incluído en esa lista indigna? Mi mente envejecida se está hartando de saber injusticias cada día. Del padre que predica durante el día y durante la noche viola a un pobre infante. Del mendigo que pide misericordia en forma de dinero y quizás termine siendo el hombre más honrado de todo el mundo. De los millares que fallecen asesinados por cosas que ni siquiera hicieron. De los millares que están deambulando, indignos, en las calles de nuestro hoy, manchando de negro nuestro existir. De las guerras habidas y por haber... Me encantaría detener todo esto por sólo un segundo y lograrte encontrar con mis propios ojos, en la pausa universal más bella que haya existido, y poder tenerte entre mis brazos al fin, preciosa.
Heme aquí. Tenme, gózame... yo aún espero y batallo en el negro infinito de mis días. Mi único deseo ahora es que Ella no llegue primero que tú... Sólo eso... por favor cielo mío..."
El Gran Guerrero se queda arrodillado, esperando lo impredecible.
Suspiros son lo que se logra escuchar en las tierras de nadie, y un Caballero llorar...
"¿Qué tengo que hacer? Dímelo. Dímelo, por favor. Mi corazón va gimiendo de dolor y mi paciencia se acaba con los diez mil años que he estado aquí, por ti. ¡Envíame una señal por Dios! Maldita impotencia... porque a la larga, eres tú absoluta, y yo, una memoria pasajera."
Y el Caballero cae de rodillas...
"Sería irónico, y cómico, que Ella llegase primero que tú. Y también el pensar que tú fuiste regalo divino de sólo algunos que creo que ni siquiera te merecían, pero amor... ¿estoy incluído en esa lista indigna? Mi mente envejecida se está hartando de saber injusticias cada día. Del padre que predica durante el día y durante la noche viola a un pobre infante. Del mendigo que pide misericordia en forma de dinero y quizás termine siendo el hombre más honrado de todo el mundo. De los millares que fallecen asesinados por cosas que ni siquiera hicieron. De los millares que están deambulando, indignos, en las calles de nuestro hoy, manchando de negro nuestro existir. De las guerras habidas y por haber... Me encantaría detener todo esto por sólo un segundo y lograrte encontrar con mis propios ojos, en la pausa universal más bella que haya existido, y poder tenerte entre mis brazos al fin, preciosa.
Heme aquí. Tenme, gózame... yo aún espero y batallo en el negro infinito de mis días. Mi único deseo ahora es que Ella no llegue primero que tú... Sólo eso... por favor cielo mío..."
El Gran Guerrero se queda arrodillado, esperando lo impredecible.
Saturday, February 21, 2009
Para aquél...
Tú, que hace 62 días dejaste de caminar entre nosotros, aún denotas una presencia mortal entre quienes te quisimos. Los recuerdos hechos fotografías, platillos, jardines y mar. En tu memoria transcribiré algunos pensamientos, aunque en los mil intentos fracase unos mil también. Logro rememorar tu lento y quejumbroso andar, tal cual quien camina sobre espinas, queriendo salir de la prisión de nuestros hogares y poder observar tu amado jardín. Tu último venir fue digno también de recordar. Disfrutaste tanto revivir esos tiempos de antaño en los que solías observar detenidamente el mar, cuando las paredes no nos separaban tal cual fronteras a países (y hoy hay cercos eléctricos). Tus historias de cuando solías ser como yo, comparando universos completamente diferentes, mientras te acomodabas en tu gran sillón de cuero, tal cual el aprendiz platicando con su maestro. Un par de lágrimas se mecen entre mis mejillas cada vez que tu imagen invade mis humildes palabras...
Tu rectitud siempre me asombró. Ya hubiera querido viajar en el tiempo y admirar tu juventud, como también el momento en el que encontraste a tu compañera de vida entera. Lo lamento, viejo amigo... para ella le tengo otras palabras...
Un beso de un mortal, un abrazo de un niño...
Q.E.P.D. Jorge Miranda (sé que te llamas Pedro,pero te encantaba que te dijeran Abuelito Jorge...)
Tu rectitud siempre me asombró. Ya hubiera querido viajar en el tiempo y admirar tu juventud, como también el momento en el que encontraste a tu compañera de vida entera. Lo lamento, viejo amigo... para ella le tengo otras palabras...
Un beso de un mortal, un abrazo de un niño...
Q.E.P.D. Jorge Miranda (sé que te llamas Pedro,pero te encantaba que te dijeran Abuelito Jorge...)
Wednesday, February 11, 2009
A la Muerte XV...
¡Dueña de mi tiempo y mi mente! Eso eres, siendo que hoy, y ayer, y mañana, no me quieres aquí contigo. Ni me das el lujo de usarte en mis alocados sueños, de flores y campanarios, sino heme aquí, plantado en lo infinito, pensando monótonamente...
Nuestro encuentro era inevitable, lo sabes. Ahora mismo me eludes de cuando en cuando, en aquéllos en los que logro reunir toda mi fuerza y valentía, osándome a saludarte, a hablarte, y huyes de mí. ¿Qué quedará de mí entonces, amor mío, cuando batallo día a día por un mañana entre tus besos? Si son pocos los que me sostienen mi moral, preciosa, siendo que el cielo conspira contra mi voluntad.
¡Un mañana contigo! ¿Qué será eso? ¿Cómo será eso? La sola imaginación me atormenta por entero, temblando mis labios y mis manos. Finalmente terminas siendo un breve y hermosísimo recuerdo, como el cometa que cruza por todo el espacio de mi corazón, conquistando mi oscuridad con tu luz fugaz, de segundo a segundo, forjando el momento en un recuerdo digno de rememorar...
Creo que me voy convirtiendo en un adicto de ti...
Nuestro encuentro era inevitable, lo sabes. Ahora mismo me eludes de cuando en cuando, en aquéllos en los que logro reunir toda mi fuerza y valentía, osándome a saludarte, a hablarte, y huyes de mí. ¿Qué quedará de mí entonces, amor mío, cuando batallo día a día por un mañana entre tus besos? Si son pocos los que me sostienen mi moral, preciosa, siendo que el cielo conspira contra mi voluntad.
¡Un mañana contigo! ¿Qué será eso? ¿Cómo será eso? La sola imaginación me atormenta por entero, temblando mis labios y mis manos. Finalmente terminas siendo un breve y hermosísimo recuerdo, como el cometa que cruza por todo el espacio de mi corazón, conquistando mi oscuridad con tu luz fugaz, de segundo a segundo, forjando el momento en un recuerdo digno de rememorar...
Creo que me voy convirtiendo en un adicto de ti...
A la Muerte XIV...
Y he vuelto al fin cuando nada ha cambiado. Los mismos muertos tirados en la indiferencia de la vida. Los mismos caídos, derrotados y aniquilados. Los mismos caminos... Mas, ahora mi amor, tienen otro matiz al añadirte en este viejo mundo mío. Ahora da gusto caminar por mi viejo campo de batalla... y ya no como perro viejo...
Thursday, February 05, 2009
A la Muerte XIII...
"Te dedico estas últimas palabras, amor mío, porque hoy dejo estas tierras paradisíacas. Los demonios han caído derrotados y por fin puedo volver a mi hogar, sereno y feliz. ¡Cómo cuesta dejar tus flores, tus rosas, tus besos, tus sueños, tus esencias infinitas de esperanza y vida eterna! Ahora debo marchar lentamente a mi viejo campo de batalla, del cual huí por siglos y siglos de desolación, muerte y derrotas amontonadas como rocas en el fondo de los abismos infernales. Mi agonía acrecienta a medida que me alejo de ti, preciosa. Mi tiempo aquí ha terminado. Retomaré la vieja senda del Guerrero como debí haberlo hecho antes, pero no quería hacerlo sin verte una última vez. ¡Qué masoquista de mí imaginarte en vez de mirarte! Lamentable es que, después de todo, es lo que me queda... moldear una silueta y huir a ella, a sus brazos soñados, sentir abrazar la mentira, y besar la ilusión."
El viejo Caballero se pone de pie, mientras toma su espada, levantándola. De pronto siente el viento soplar de manera particular...
"Quédate, no te vayas. Quédate por favor... ¿no lo entiendes aún? Eres lo que me queda. Mi vida y mi muerte. Mi deseo y anhelo. Mi aire y mi agua... ¿a quién serían las batallas si no son a ti? Hija de Luces, te lo imploro... quédate un momento..."
El viento comienza a disiparse. El Caballero deja correr una lágrima tras el grueso yelmo de plata...
"Adiós mi amor... hasta siempre. Sé que nunca fui destinado a tenerte, amor. Sólo memoricé tus ojos y te dibujé en mi mente, fotografiando por entero tu alma. Fuiste mía en mis sueños al menos... Bendito es ese escape de realidad.
... yo tuve la culpa...
pensé demasiado en ti..."
El viejo Caballero se pone de pie, mientras toma su espada, levantándola. De pronto siente el viento soplar de manera particular...
"Quédate, no te vayas. Quédate por favor... ¿no lo entiendes aún? Eres lo que me queda. Mi vida y mi muerte. Mi deseo y anhelo. Mi aire y mi agua... ¿a quién serían las batallas si no son a ti? Hija de Luces, te lo imploro... quédate un momento..."
El viento comienza a disiparse. El Caballero deja correr una lágrima tras el grueso yelmo de plata...
"Adiós mi amor... hasta siempre. Sé que nunca fui destinado a tenerte, amor. Sólo memoricé tus ojos y te dibujé en mi mente, fotografiando por entero tu alma. Fuiste mía en mis sueños al menos... Bendito es ese escape de realidad.
... yo tuve la culpa...
pensé demasiado en ti..."
Monday, February 02, 2009
A la Muerte XII...
"Son demasiados... siempre lo han sido, y hoy lo son más. ¿A cuántos debo matar? ¿A cuántos debo derrotar? Siento que mi fuerza y mi voluntad, en tu nombre preciosa, no son suficientes para derrocar este Imperio de Sombras. ¿Cuántos más deben caer, amor, para por fin estar en tu corazón, en tu lecho, entre tus manos? El sol renace viéndome luchar... y muere viéndome luchar. La luna me llora mientras cientos de miles llegan a arruinar todo lo que he tratado de construir: Un Universo entero, sólo contigo..."
Constantes jadeos del Gran Caballero que ya no batalla como en el ayer. Y esta vez, no hay ángel protector, no hay Dios que intervenga, no hay arranques de Esperanza, de fuerza divina. Sólo él con el recuerdo de su amada en su corazón, y ellos... los millares de ellos...
"Vamos amor, envíame con el viento otro de tu sinfin de memorias ya olvidadas por los hombres. De los ínfimos, los detallados. Los que en suma me hicieron enamorarme de ti como ahora, como hoy, como en este preciso segundo que mi espada bebe la sangre de quienes pretenden destruirlo."
El viento es fuerte. Su mensaje llegará fácilmente...
El día en que el Caballero deje de creer que ella existe... él morirá. Su cuerpo, su espíritu, dejarán de tener misión alguna en esta realidad. Su escudo dejará de tener motivo y su espada dejará de tener fuerza. Su corazón dejará de tener amor y su mente dejará de tener sueños. La mismísima Guerra Eterna que le ha declarado a las sombras, a la oscuridad, se convertirá en cenizas que no volverán a ser fuego como antes. Ella es su todo.
Constantes jadeos del Gran Caballero que ya no batalla como en el ayer. Y esta vez, no hay ángel protector, no hay Dios que intervenga, no hay arranques de Esperanza, de fuerza divina. Sólo él con el recuerdo de su amada en su corazón, y ellos... los millares de ellos...
"Vamos amor, envíame con el viento otro de tu sinfin de memorias ya olvidadas por los hombres. De los ínfimos, los detallados. Los que en suma me hicieron enamorarme de ti como ahora, como hoy, como en este preciso segundo que mi espada bebe la sangre de quienes pretenden destruirlo."
El viento es fuerte. Su mensaje llegará fácilmente...
El día en que el Caballero deje de creer que ella existe... él morirá. Su cuerpo, su espíritu, dejarán de tener misión alguna en esta realidad. Su escudo dejará de tener motivo y su espada dejará de tener fuerza. Su corazón dejará de tener amor y su mente dejará de tener sueños. La mismísima Guerra Eterna que le ha declarado a las sombras, a la oscuridad, se convertirá en cenizas que no volverán a ser fuego como antes. Ella es su todo.
Sunday, February 01, 2009
A la Muerte XI...
El Gran Caballero siente el rugir del ejército, pronto a llegar. Mientras los siente marchar, cierra sus ojos por un momento...
"Sólo escucho música. Sólo escucho tu voz acariciando mis oídos, amor mío. Mis pies, cubiertos de acero, sienten el recuerdo de miles de hombres que han derramado su sangre aquí. Sus gritos, sus glorias."
La Muerte incrementa el paso de sus tropas, gritando el nombre del Caballero en señal de enemistad...
"Tratan de opacarte amor. Toco por última vez tus pétalos, aún vivos, antes de cargar con esta mano mi envejecida espada. Un beso al aire, a tus labios ojalá, pero por ahora el aire es todo lo que tengo."
El Caballero se arrodilla por un momento, con sus ojos aún cerrados, tomando un poco de tierra del campo...
"Espero que esta tierra se vea teñida de su sangre, no de la mía, sino... sería triste no volver a besarte nunca más...
Cielo mío, encomienda mis últimas súplicas a su oír. Que sepa que alguna vez existí, en esta vida o en la otra. Que tenga que cargar todas las cicatrices que sean necesarias, para reinvindicar todo pecado, todo error del maldito pasado. Que la Santa Retribución me logre devolver su Reminiscencia."
El ejército está a punto de llegar...
"Te amo. Sí que te amo. Nunca lo olvides, porque es este amor el que me tiene aquí, y bajo mi juramento, por este amor batallaré, por este amor quizás muera, por este amor quizás sea feliz. Sólo... muéstrame el camino a tus brazos... y correré a ellos, en nuestro mundo de paz, de armonía, de gozo. Pero... si no puedo llegar a ti, a tus besos, a tus venerados besos, entonces que mi vida sea el precio de una sonrisa tuya..."
Las arenas del tiempo se detienen. Se siente con creces el primer choque de espada y escudo...
"Sólo escucho música. Sólo escucho tu voz acariciando mis oídos, amor mío. Mis pies, cubiertos de acero, sienten el recuerdo de miles de hombres que han derramado su sangre aquí. Sus gritos, sus glorias."
La Muerte incrementa el paso de sus tropas, gritando el nombre del Caballero en señal de enemistad...
"Tratan de opacarte amor. Toco por última vez tus pétalos, aún vivos, antes de cargar con esta mano mi envejecida espada. Un beso al aire, a tus labios ojalá, pero por ahora el aire es todo lo que tengo."
El Caballero se arrodilla por un momento, con sus ojos aún cerrados, tomando un poco de tierra del campo...
"Espero que esta tierra se vea teñida de su sangre, no de la mía, sino... sería triste no volver a besarte nunca más...
Cielo mío, encomienda mis últimas súplicas a su oír. Que sepa que alguna vez existí, en esta vida o en la otra. Que tenga que cargar todas las cicatrices que sean necesarias, para reinvindicar todo pecado, todo error del maldito pasado. Que la Santa Retribución me logre devolver su Reminiscencia."
El ejército está a punto de llegar...
"Te amo. Sí que te amo. Nunca lo olvides, porque es este amor el que me tiene aquí, y bajo mi juramento, por este amor batallaré, por este amor quizás muera, por este amor quizás sea feliz. Sólo... muéstrame el camino a tus brazos... y correré a ellos, en nuestro mundo de paz, de armonía, de gozo. Pero... si no puedo llegar a ti, a tus besos, a tus venerados besos, entonces que mi vida sea el precio de una sonrisa tuya..."
Las arenas del tiempo se detienen. Se siente con creces el primer choque de espada y escudo...
Friday, January 30, 2009
A la Muerte X...
Diez días, diez siglos, diez mil años, ¿qué más da? Todo el tiempo es el mismo al luchar contra Ti, Preciosa. Mas, ahora llegan a dar gusto, cuando cargo esta flor en mi corazón, en mi escudo. El último clavel que crecía en estos campos muertos, el último signo de vida de la Madre Tierra. Otórgame el honor de enfrentarme a tu infinidad de hordas, Querida. Otórgame tus sombras, tus maldiciones, tus noches, tus oscuridades enteras. Ni tengo que pedirlas, porque supongo que ya las cursas por estos lugares... ¡Que vengan entonces!
Amor benigno, tu respirar brinda gozo y dicha. Cuán liviana es mi misión ahora que tú has traído luces a mis días. El horror y el terror de aquéllos tiempos del pasado se desvanece con tu caminar, como polvo en el viento. El campo muerto besa tus pies, reviviendo prados ya olvidados. Las ramas de los árboles caídos rozan tu cabellera, resucitando flores quemadas. Las imágenes de bailes tuyos, plasmados en la vieja arena, en el recuerdo de mi envejecida memoria, me da de beber en este desierto de días. Y cuando tu mirar encuentra el mío, ataca con mil dagas mi pecho, mis pulmones, mi cuello, mi todo, exprimiendo las lágrimas reprimidas de mis ojos que bajan lentamente y se evaporan en el suelo maldito. Oh mi amor, ni los poemas más gloriosos podrían llegar a describir una mera idea de ti. Solamente depravarían esa silueta que hoy la he guardado en mi alma. Rodeas toda la dignidad, la gloria, y lo sagrado en ti, fantástica creación de mi Maestro...
¿Qué esperas? Tarde o temprano, llegará mi último día, y yo no permitiré que sea un día, sino un siglo, un milenio a su lado, un infinito como mínimo bajo su regazo. ¡¿Qué esperas?! ¡Ataca!
Amor benigno, tu respirar brinda gozo y dicha. Cuán liviana es mi misión ahora que tú has traído luces a mis días. El horror y el terror de aquéllos tiempos del pasado se desvanece con tu caminar, como polvo en el viento. El campo muerto besa tus pies, reviviendo prados ya olvidados. Las ramas de los árboles caídos rozan tu cabellera, resucitando flores quemadas. Las imágenes de bailes tuyos, plasmados en la vieja arena, en el recuerdo de mi envejecida memoria, me da de beber en este desierto de días. Y cuando tu mirar encuentra el mío, ataca con mil dagas mi pecho, mis pulmones, mi cuello, mi todo, exprimiendo las lágrimas reprimidas de mis ojos que bajan lentamente y se evaporan en el suelo maldito. Oh mi amor, ni los poemas más gloriosos podrían llegar a describir una mera idea de ti. Solamente depravarían esa silueta que hoy la he guardado en mi alma. Rodeas toda la dignidad, la gloria, y lo sagrado en ti, fantástica creación de mi Maestro...
¿Qué esperas? Tarde o temprano, llegará mi último día, y yo no permitiré que sea un día, sino un siglo, un milenio a su lado, un infinito como mínimo bajo su regazo. ¡¿Qué esperas?! ¡Ataca!
Thursday, January 29, 2009
A la Muerte IX...
Una vez dijeron por allí que los verdaderos héroes son los que no vuelven de los campos de batalla. Heme aquí aún, ya fantasma de mis delirios, fantasma de mis deseos carnales, apasionados, amados, impulsándome a arremeter con todo mi ser. Mato mis pecados, mato mis errores, la conciencia total de haberlos cometido, uno a uno, lentamente, minuciosamente. Sí... los estoy matando a todos. Con uno muerto, una cadena menos que desatar. Pronto el verdadero Caballero volverá a brillar una vez más de nobleza, de dignidad, y mis enemigos volverán a temer. Profecías que se van cumpliendo, mentiras del pasado que ahora son verdad, sueños del ayer, de los benévolos, que hoy son realidad, y pesadillas, de los grandes malignos, que hoy... son realidad.
No traten de huir, no traten de escapar. Los encontraré a todos ustedes por igual, y temerán... otra vez.
A cada uno que derrote, amor mío, será un paso más a tu encuentro. A cada uno que destruya, preciosa mía, será una victoria más a mi triunfo...
Te amo...
No traten de huir, no traten de escapar. Los encontraré a todos ustedes por igual, y temerán... otra vez.
A cada uno que derrote, amor mío, será un paso más a tu encuentro. A cada uno que destruya, preciosa mía, será una victoria más a mi triunfo...
Te amo...
A la Muerte VIII...
¡Escucha mis súplicas, Maestro! Que mi vida sea un mero trueque por su felicidad... sólo eso...
¿Y tú qué? No me perdonarás, viejo Amor mío. Ya soñaba estar entre tus brazos sensuales, mientras me quitabas en cada centímetro de ellos mi total existencia. He recuperado mi ser, Preciosa. Y ahora, batallo contra Tí una vez más, sin confiar del Destino Divino inexistente. Que ahora, los días, los soles, las lunes y mis flores, decidan por mí. Porque, en el final de esta gran historia de mis Cruzadas, Preciosa... no hay victoria, no hay derrota... sólo yo, contra millares que no paran de llegar, hasta que tenga mi último sueño... y un amanecer rojo.
A ti, vida mía... la que no sabe aún mis cosas y cree saberlo todo, preciosa flor de Esperanza alucinante... espérame... que te hurtaré un beso fugaz, y volveré a mi campo de batalla...
¿Y tú qué? No me perdonarás, viejo Amor mío. Ya soñaba estar entre tus brazos sensuales, mientras me quitabas en cada centímetro de ellos mi total existencia. He recuperado mi ser, Preciosa. Y ahora, batallo contra Tí una vez más, sin confiar del Destino Divino inexistente. Que ahora, los días, los soles, las lunes y mis flores, decidan por mí. Porque, en el final de esta gran historia de mis Cruzadas, Preciosa... no hay victoria, no hay derrota... sólo yo, contra millares que no paran de llegar, hasta que tenga mi último sueño... y un amanecer rojo.
A ti, vida mía... la que no sabe aún mis cosas y cree saberlo todo, preciosa flor de Esperanza alucinante... espérame... que te hurtaré un beso fugaz, y volveré a mi campo de batalla...
A la Muerte VII...
¡Cuán eterna la noche benigna! El constante mirar a un cielo estrellado, iluminado de sus pequeñas esperanzas, todas constantes en tu mirar. Mas... aún sigo soñando, sigo alucinado.
¡Enemigo querido, eterno contrincante, ven a mí de una buena vez! Mi cuerpo demacrado y malherido con suerte logra mantenerse en alto, mientras los años caen encima, como rocas en arena. A veces no logro volver a levantarme con tanta armadura encima. Sin embargo, mi corazón sigue tan lleno de vida, así como diez mil años atrás, porque el amor es algo sumamente infinito, y en un Caballero... es toda su existencia.
Espero lograr levantarme otra vez.
Espero levantar mi vieja espada...
Vengan a mí...
¡Enemigo querido, eterno contrincante, ven a mí de una buena vez! Mi cuerpo demacrado y malherido con suerte logra mantenerse en alto, mientras los años caen encima, como rocas en arena. A veces no logro volver a levantarme con tanta armadura encima. Sin embargo, mi corazón sigue tan lleno de vida, así como diez mil años atrás, porque el amor es algo sumamente infinito, y en un Caballero... es toda su existencia.
Espero lograr levantarme otra vez.
Espero levantar mi vieja espada...
Vengan a mí...
Wednesday, January 28, 2009
A la Muerte VI...
Y yo he sido mil vidas, mil hombres, mil seres diferentes, en mil tipos diferentes de historias, momentos, lugares y mundos. De pájaro a mariposa, de mariposa a elefante, de elefante a hombre, de hombre a mito. Pero en todos, en todos ellos, te he amado de esas mismísimas diferentes maneras, mi amor. Porque en todos ellos logro captar que eres la mayor y mejor creación del Altísimo, mi Bendito Maestro...
Te amaré mientras dure el Universo...
Te amaré mientras dure el Universo...
Tuesday, January 27, 2009
A la Muerte V...
Admiro vidas pasadas, recuerdos de almas olvidadas. Deseo amar de la manera que ama un Guerrero: Con su vida. Y tal cual como escuché o leí por ahí: Todos nosotros morimos, pero pocos realmente viven. Amar cada detalle... ¿cómo sería volver a eso...?
Te recuerdo a ti por igual, un tanto borroso, pero te recuerdo de todos modos. Mi Santa Reminiscencia, mi Reminiscencia Divina. ¿Qué será de ti?
Hablaré poco esta vez. Tengo un ejército que derrotar...
Te recuerdo a ti por igual, un tanto borroso, pero te recuerdo de todos modos. Mi Santa Reminiscencia, mi Reminiscencia Divina. ¿Qué será de ti?
Hablaré poco esta vez. Tengo un ejército que derrotar...
Monday, January 26, 2009
A la Muerte IV...
¡Cuánta ironía! Estas malditas adversidades que se presentan a mis ojos, a mis manos, siendo borradas minuciosamente por la paz y tranquilidad de este bendito lugar. ¿Qué pensarás de mí, Querida? Amada contradicción de negro. ¿Qué será de mí ahora, que mi alma se aferra a algo tan volátil y tan glorioso a la vez? Ése es el verdadero problema... ¿verdad? El vivir de tanta oscuridad circundante, y el sólo ser testigo de una suerte de luz, brinda tanto gozo de repente.
Que sea correcto o no, no me importa. Por ahora, mi vida y mis batallas son de ella. Por ahora, tengo dos caminos: Convertirme en ángel... o en demonio.
Que sea correcto o no, no me importa. Por ahora, mi vida y mis batallas son de ella. Por ahora, tengo dos caminos: Convertirme en ángel... o en demonio.
Saturday, January 24, 2009
A la Muerte III...
Ya has alzado tu estandarte contra mí, Querida. Qué lástima... yo que aún te quería de amante, de hermana, de eterna compañera. Qué tristeza de verdad. Una vez más me veo obligado a levantar armas contra Tí, preciosa, siendo que ya me estaba acostumbrando a vivir contigo a mi lado. ¡Que así sea entonces! Te has vuelto una vez más mi eterna enemiga...
No sé qué forma tiene esta flor en particular, ni la manera, ni su modo. No sé su origen, ni cuánto durará floreciendo... sólo sé que la quiero... sólo sé que la amo a mi modo, y también sé que usaré mi cuerpo de escudo si es necesario, por protegerla.
¡Cuán indescriptible!
No sé qué forma tiene esta flor en particular, ni la manera, ni su modo. No sé su origen, ni cuánto durará floreciendo... sólo sé que la quiero... sólo sé que la amo a mi modo, y también sé que usaré mi cuerpo de escudo si es necesario, por protegerla.
¡Cuán indescriptible!
A la Muerte II...
Lo siento, Querida. Anoche me postré entre estrellas, buscando de nuevo esa flor que quizás no volveré a ver otra vez...
Me preguntas cómo es esa flor tan particular. Con sólo decirte que ha conquistado cualquier locura que cruza por mi vieja cabeza, es darte una mera idea (y los ángeles vestían de blanco... y verde). Traté de volver, mas no pude amor. Lentamente logro olvidar tus curvas. Mi corazón de caballero se ha vuelto a enaltecer, levantándose de las cenizas de viejas batallas. Ay querida, temo envolverme en telas caprichosas. Tú conoces los finales. Tú conoces mi final, y si bien me permites decirlo, podría finalizar mi existencia, defendiendo cada pétalo de esa flor.
¿No te gusta la idea? ¿No te gusta mi frenesí de encanto? Lástima. Con el tiempo comprenderás porqué te amé tanto, porqué te había deseado tanto, y también comprenderás, temor de todos los hombres, porqué estoy pensando en ella...
Me preguntas cómo es esa flor tan particular. Con sólo decirte que ha conquistado cualquier locura que cruza por mi vieja cabeza, es darte una mera idea (y los ángeles vestían de blanco... y verde). Traté de volver, mas no pude amor. Lentamente logro olvidar tus curvas. Mi corazón de caballero se ha vuelto a enaltecer, levantándose de las cenizas de viejas batallas. Ay querida, temo envolverme en telas caprichosas. Tú conoces los finales. Tú conoces mi final, y si bien me permites decirlo, podría finalizar mi existencia, defendiendo cada pétalo de esa flor.
¿No te gusta la idea? ¿No te gusta mi frenesí de encanto? Lástima. Con el tiempo comprenderás porqué te amé tanto, porqué te había deseado tanto, y también comprenderás, temor de todos los hombres, porqué estoy pensando en ella...
A la Muerte I...
Aquí estoy, al fin. He cumplido mi parte, mi deuda, mi condenada promesa. He logrado huir de mi realidad a tierras aparentemente paradisíacas, encontrando descubrimientos nunca antes vistos, lo sabes camarada. Y nadie mejor que tú para confesarte estas intimidades, cosa inexistente. Quizás qué pensarás de mí después de esto, mas, a estas alturas de la vida (o tú, no los veo diferentes), ya no importa tanto. Y es que el corazón de un joven caballero es tan fogoso, lleno de ambiciones y glorias del pasado. Tú lo has dicho, eterna amiga mía. Dime tú, querida, ¿te cuento? Tú, que a tantos traes y a tantos te llevas... y muy pronto, a mí también... bueno lo haré. De todas maneras las malditas lenguas de los hombres suelen soltarse por sí mismas, contra mi voluntad.
Encontré una flor. ¡Por supuesto, ésa misma! Lógico que te darías cuenta. He estado perdiendo mi eterno enamoramiento por ti, Querida. Sí, lo siento, estoy dejando de lado la tentación y las tierras infernales que con tanto gusto me has ofrecido. Lo sé, lo sé... ¿cómo las podría rechazar? Soy dueño de esos terrenos, dignos de indignos. Perdóname... encontré una flor... sí, no sé... quizás...
Encontré una flor. ¡Por supuesto, ésa misma! Lógico que te darías cuenta. He estado perdiendo mi eterno enamoramiento por ti, Querida. Sí, lo siento, estoy dejando de lado la tentación y las tierras infernales que con tanto gusto me has ofrecido. Lo sé, lo sé... ¿cómo las podría rechazar? Soy dueño de esos terrenos, dignos de indignos. Perdóname... encontré una flor... sí, no sé... quizás...
Thursday, January 08, 2009
Sólo recordaba...
“Y ya me conoces tan bien, que predices todo lo que haré. Uno que ha tenido sólo una suerte de roce de ti, que no tiene idea alguna de lo que eres tú. Me evades fácilmente, me eludes, en estos días que quisiera asesinar, unos más que otros. Sólo una vez te vi, fugazmente, y batallé tanto por volverte a ver, muriendo en el intento. ¡Cómo balanceaba la espada que consagraste con tu imagen, en un campo de batalla que no poseía fin! Y esos días… ¡ésos sí eran días! Veía luces por doquier, mundos por conquistar bajo tu nombre. ¡Todo estaba dando indicios de ser derrotado, y aún así seguí! Oh, qué testarudo, preciosa. Lógico que sabes…
Batallé tanto por volverte a ver, y morí en el intento.
Luché tanto por volverte a sentir, mas morí en el intento.
Hace más de un año conocí lo más cercano a la felicidad que pude haber pensado alguna vez… sólo lo volvía a recordar, otra vez.”
Batallé tanto por volverte a ver, y morí en el intento.
Luché tanto por volverte a sentir, mas morí en el intento.
Hace más de un año conocí lo más cercano a la felicidad que pude haber pensado alguna vez… sólo lo volvía a recordar, otra vez.”