Thursday, January 29, 2009

A la Muerte VIII...

¡Escucha mis súplicas, Maestro! Que mi vida sea un mero trueque por su felicidad... sólo eso...

¿Y tú qué? No me perdonarás, viejo Amor mío. Ya soñaba estar entre tus brazos sensuales, mientras me quitabas en cada centímetro de ellos mi total existencia. He recuperado mi ser, Preciosa. Y ahora, batallo contra Tí una vez más, sin confiar del Destino Divino inexistente. Que ahora, los días, los soles, las lunes y mis flores, decidan por mí. Porque, en el final de esta gran historia de mis Cruzadas, Preciosa... no hay victoria, no hay derrota... sólo yo, contra millares que no paran de llegar, hasta que tenga mi último sueño... y un amanecer rojo.

A ti, vida mía... la que no sabe aún mis cosas y cree saberlo todo, preciosa flor de Esperanza alucinante... espérame... que te hurtaré un beso fugaz, y volveré a mi campo de batalla...

No comments:

Post a Comment