Una vez dijeron por allí que los verdaderos héroes son los que no vuelven de los campos de batalla. Heme aquí aún, ya fantasma de mis delirios, fantasma de mis deseos carnales, apasionados, amados, impulsándome a arremeter con todo mi ser. Mato mis pecados, mato mis errores, la conciencia total de haberlos cometido, uno a uno, lentamente, minuciosamente. Sí... los estoy matando a todos. Con uno muerto, una cadena menos que desatar. Pronto el verdadero Caballero volverá a brillar una vez más de nobleza, de dignidad, y mis enemigos volverán a temer. Profecías que se van cumpliendo, mentiras del pasado que ahora son verdad, sueños del ayer, de los benévolos, que hoy son realidad, y pesadillas, de los grandes malignos, que hoy... son realidad.
No traten de huir, no traten de escapar. Los encontraré a todos ustedes por igual, y temerán... otra vez.
A cada uno que derrote, amor mío, será un paso más a tu encuentro. A cada uno que destruya, preciosa mía, será una victoria más a mi triunfo...
Te amo...
No comments:
Post a Comment