Ha llegado. Comienza a envenenar mi sangre, mi ser entero. Siento una nueva fuerza, casi infinita. Enrojecida de ira, de furia reprimida. El poder que he mantenido tantos años oculto ahora se escapa de mis cadenas. Ya no puedo más...
'¿Qué temes miserable? Déjate tentar por mi fuerza. Tengo sed de venganza, de tantos años encerrado en tu bendita nobleza. Mírate nada más... un Caballero tirado en el campo de batalla, abandonado y desolado.
Quiero poder. ¡Quiero poder! ¡Infinito poder!'
No me queda mucho de mi ayer. Quizás qué será de estos nuevos días... Temo por el resto, pero más temo por mí. Temo por el mundo que he creado y su eventual destrucción.
No comments:
Post a Comment