"Cuando las flores mágicas lluevan...
cuando resuciten de la imaginación los unicornios, dignos estándares de la esperanza...
cuando el último grito de muerte sea apagado por la brisa divina...
cuando los hombres se sonrían unos a otros...
cuando la sangre deje de derramarse en los eternos campos de batalla...
cuando los sueños crucen los campos de la realidad...
cuando la eternidad sea de cristal...
cuando el sol ilumine hasta el último rincón de mi tierra...sin fin...
cuando las estrellas sean mis canicas...
cuando pueda abrazar la luna...
cuando dejen de existir los corazones negros...
será el día en el que cumpla mi mayor anhelo:
Sentir la esencia angelical de tus labios"
De profundis clamavi cor meum, epur cor tua non contestat, et anima mea non requiescat. A batallar una vez más...con mi lápiz como espada. La batalla, para los valientes, es un viaje sólo de ida.
Thursday, May 24, 2007
Friday, May 18, 2007
Robo de miradas...
“Estuve presente en el divino santuario que acoge tu persona. Tu todo más bien. Y te tuve en brazos. Una y otra vez. No te quería soltar, como si la muerte nos rodeara. No sé si es una dicha o un sarcasmo… pasan los días… inertes. Gimiendo de dolor por tu ausencia. Te pienso infinitamente. La falta de ti es mi eterno martirio, porque posees la llave de mi corazón. La llave de la eterna salvación. Me robas miradas… constantes… Siento miles de gritos alrededor, pero el canto de tu voz las apacigua lentamente, como el viento acariciando cada hoja marchita. Hipnotizantes ojos y curvas… el dulce sonido de tu voz aclamando mi nombre en gritos de ternura y pasión, con el acto seguido de atraparme en medio de ti y plasmar inyecciones de cariño (¿o será amor?) en mi desgastado cuello. Benditas sean las mil emociones que trato de descifrar, en este misterio de amor, por sólo mirarme. Siento que me invaden miles de manos invisibles en todo mi rostro. Lentamente me reviven… lentamente.”
Wednesday, May 09, 2007
Nuestro imperio de fuego.
"Hay días de gloria. Hay días de pequeñas victorias para todos. Ayer fue el mío. El viento me acompañaba en mi dicha. Era de noche, con frío como el aliento de la muerte. Yacía apoyado en la pared y tú, amenazante, te acercaste. Teniéndote tan cerca pude deslumbrar mejor tus ojos. Dueños de una pequeña flama, como una vela, que ni el más grande de los tornados podrá apagar. Doncella de doncellas, me miraste intrigada, curiosa, impaciente por la respuesta. Sin embargo, me di el lujo de disfrutarte admirándote en tu belleza divina. Tu belleza es mi maldición. Los escasos centímetros también lo eran. Mi corazón, agotado de latir, pedía misericordia. Y mi mente se la condedió dejando soltar las palabras reprimidas por tantos segundos eternos. Sólo fueron dos. Al escucharlas, tus mejillas revelaron un color rojizo, digno de rosas. Fue entonces cuando me atrapaste una vez más. Y tus labios inyectaron su bendito veneno en mi cuello. Dos veces. A pesar del frío, sentir tu cuerpo apegado al mío fue como la lluvia de mil flamas hacía mí. Flamas extasiadas de felicidad. Hartas de ella. Por segundos, nuestro acto fue nuestro imperio de fuego...
nuestro...
sólo nuestro..."
nuestro...
sólo nuestro..."
Tuesday, May 01, 2007
Un vicio llamado tú.
"Y en medio de la maldita madrugada, bien deseo que conquistes mi todo con tu luz. Que cada rincón de mi ser posea impregnado tu aroma de lirios. Que la dulce esperanza de tu mirar esté hasta en el más desamparado corazón... el mío. Porque te necesito... te necesito hoy y siempre. Y ahora que te pienso, yazgo en la desesperación de la paciencia, en las oscuridad eterna... descubriendo tu luz, el sol me es una simple y banal sombra a tu lado. Te pienso y bien quisiera darte el paraíso sólo existente en esta maldita mente. Maldita por tu encanto... eterna condena. Una pizca de tu tan bendita y maldita belleza lleva a la locura hasta el más frío de los hombres. Quiero un poco de ti... embriagarme de ti. Ser destruído en medio de tus brazos. Que el bendito jugo de tus labios envenene mi cuerpo mortal. Cántame mi niña. Que cada palabra de tu boca sea el gatear de este lápiz y de estas manos que intentan plasmar un poco de ti."