Saturday, May 31, 2008

¿Qué pasa si...?

¿Qué pasa si te canto al oído, con aires de susurros, mientras duermes?
¿Qué pasa si me arrodillo ante tus pies, bajando escudo y espada?
¿Qué pasa si recito, a oído de todos, los poemas que ni siquiera pretenden ser bellos, pero sí de mi corazón para ti?
¿Qué pasa si comienzo a marchar a mi perdición, en tu nombre?
¿Qué pasa si te rapto por unas cuantas horas, sólo por querer tenerte a mi lado?
¿Qué pasa si batallo contra miles hasta la muerte, en tu nombre?
¿Qué pasa si invento una nueva ecuación que te defina?
¿Qué pasa si te propongo reinventar nuestra propia realidad?
¿Qué pasa si descubro hasta lo más hondo de tu alma?
¿Qué pasa si tú, al mirarme, me ciegas y me ruborizas tal cual el sol de la mañana?
¿Qué pasa si dejara la vida que poseo por ti?
¿Qué pasa si te amo de una manera incomprensible que ni siquiera yo mismo entiendo?

Friday, May 30, 2008

Para meditar...

“A pesar de mi impenetrable caparazón, es algo inevitable sentir nostalgia, sentir impotencia. Hay plenitud propia por estos días de ausencia de responsabilidad, mas las circunstancias impiden mi desarrollo armónico de mi emotividad. La rutina drásticamente cambiada ha logrado mi mayor enfoque y concentración en lo sentido, en lo vivido.

¿Mi conclusión? Espero que todo esto termine pronto.

Mi constante perfección, por medio de la vida experimentada, sin dejar de lado la nobleza, me dará lo que quiero. Y si no lo logro encontrar, le enseñaré a mi mundo mi legado. De cualquier manera, haré mi propia historia. Que se lean las páginas de mi existencia, mi relato de momentos…”

Wednesday, May 28, 2008

Mi película...

"Bienvenida a mi imperio, corazón. Una bienvenida bastante atrasada… Has estado aquí desde el primer arder del fuego. ¿Qué la trae por estos recónditos lugares, preciosa? Ah, claro, deseas encomendarme un recuerdo tuyo. ¿Qué más deseas dejarme? ¿Un sueño de ti? Claro, cómo no. Hágalo una y mil veces más. Que los aires de tus cristales se trasciendan en mi piel y en mi sonrisa. Tienes entradas reservadas para los primeros asientos de mi propio cielo. Siéntate allí, eternamente, bajo mi ala divina de la ilusión. Bajo ella estarás, bajo ella vivirás, bajo ella me salvarás. Que quede la constancia de nuestros días, y tus visitas inesperadas. Que quede el amor incomprendido, el cariño malentendido, la amistad impura. Que quede el grito que alguna vez aullé a la luna, con tu nombre repetido. Que quede todo esto, una película de mi existencia, de tu asalto, de mi aniquilación. Que quede la derrota de mis ejércitos ante tu mirar, corazón."

Sunday, May 25, 2008

Nobleza

“Cuán valiente es, quien, viviendo de lo indigno, logra mantenerse noble ante todo…”

Thursday, May 22, 2008

Intocable...

“Hola preciosa. Te he vuelto a ver, dicha mía, y qué gozo me das. La desesperación y el maldito insomnio me han vuelto más metálico. ¿Qué pretendes de mí, linda? Vamos… ataca…

He vuelto a mis andanzas, a mis viejos y gloriosos días de batalla. Sólo el Maestro logra comprenderme tal cual me comprendo a mí mismo en este preciso instante. Te amo, ilusión de mis ansiados días. Te amo, amor mismo. Te amo, días de ensueño y noches deleitadas de esperanza. Te amo, mujer de cuerpo intangible y corazón inalcanzable.

He vuelto a ti. He vuelto a mi amor. He vuelto a soñar.”

Sunday, May 18, 2008

He caído...

"Es cierto. ¡Oh que duele que lo sea! Tanto pesar para el desgraciado Paladín que una vez más ha caído en batalla. ¡Oh, Maestro, y lo peor que no fue a lanza enemiga! Caí ante sus palabras, las benditas palabras de la mismísima boca que en centenares de veces gocé de probarla. La que logró quemar cada pedazo de mi cuerpo. Sí, esa misma... y, a la larga, ha terminado siendo otro recuerdo más, plasmado en palabras, papel y lágrimas, lágrimas sangrientas, guardadas en el morral de mi vida. Las cargas, el peso de la pobre y patética conciencia...

No me he rendido. Nunca me rendiré, es cierto. Pero cuánto duele seguir de pie...

La vida y sus infortunios ya no me logran sorprender en lo más mínimo, y no lo harán ya. Sus golpes han reformado este decaído cuerpo y lo han transformado en una muralla de hierro y acero. Mi mente está sistematizada para sus asedios. Ya sé cómo actuar ante un nuevo golpe. No me sorprende...

... espero que sigas sendo feliz a tu manera... no hay remordimientos... no hay rencor alguno..."

Tuesday, May 13, 2008

En forma de luz...

"Oh, exquisitez del mismísimo Maestro, mis pensamientos y mis mentiras ilusionadas me tientan a mantenerme despierto. Son las cinco de la mañana. La vida entera me rodea, en velos de oscuridad, y allí estás en cada lugar. ¿Qué me llama a ti? Algo, sé que es algo. ¡Pero obvio que es amor! ¿Ya estoy delirando, verdad? Si... siempre lo he hecho. Madre de todas mis gigantescas batallas, dame tu mano de una buena vez por todas. Sí, ahora mismo, cuando más la deseo. Años y años de suplicio me han atrapado en este cofre de mil placas de acero, y hoy sólo quiero ser desatado. ¡Vamos amor, libérame ed estas malditas cadenas! ¡Vamos amor, déjame amarte tal cual soy! Que las cuatro paredes de esta divina habitación sean los únicos testigos de lo que pueda pasar. "Soy tuya" me dices. ¿Cuán verdad será eso, preciosa? ¡Pero qué importa! La lengua no pregunta, los labios tampoco. Y el sentir tu corazón, latiendo junto al mío... ni mil dioses podrán exterminar ese recuerdo mío. Mi recuerdo. Nuestro recuerdo...

Años y años de suplicio. ¡¿Qué va?! Ya llegaste a mí, preciosa. ¡Y sí que lo hiciste! Y me quisiste, y me amaste... yo también lo hice. Ya estoy delirando otra vez. Y no me importa seguir haciéndolo, mientras no desespere al confesarte cada fragmento de mi sentimiento.

Te escribo como si fuera un compositor. Como si compusiera música, en palabras. Tú lo eres. Tú lo mereces. Sólo mírate. Eres la tonada más hermosa que he visto. Eres la figura más hermosa que he oído. Y aquí me rindo, ante vuestros pies, siendo que ni millares de ellos lograron arrodillarme. "Yo te quiero" me dijiste, y cuánto mi corazón realmente gozó. Como un milagro caído, en forma de luz, ante las espinas intangibles de mi patética existencia.

A veces, veo tus fotografías. Por ahora sólo las recuerdo, y, por sobre todas ellas, la imagen de tu mirada. Tu mirada... ¿qué es eso? Pienso en ello y me pregunto qué es el Universo. Qué es la vida. Qué es la muerte... qué es lo que siento al recordar esa mirada tuya, destruyéndome por completo...

Soy un maldito obsesivo. Uno de los condenados, y así viviré mis días... hasta que Él, mi Maestro, decida mi propio fin. ¿Un fin a ti? Quizás... ¡ja! Ya hablo de fines.

... mírame, preciosa... sólo mírame por ahora... olvida lo que te abruma... sólo mírame..."

Sunday, May 11, 2008

Para mi madre...

"La vida es un campo de batalla bastante duro, en el cual fácilmente se pueden perder la moral, los ánimos, las ganas, y, por sobretodo, el motivo de luchar. Dar una batalla por perdida, es rendirse. Luchar sin nada que perder, es desesperar...

En cambio, el apoyo incondicional de una madre como tú, brinda la fuerza necesaria para seguir de pie. Ante todo y ante todos, seguir de pie. Porque, una madre como tú, brinda el mayor espíritu de todos: Amor. Y, ante esto, no existe manera alguna de ser vencido..."

Feliz día mamá...

Saturday, May 10, 2008

Sin Armadura, corazón...

"Y, por si fuera poco, el Gran Paladín es gratificado con el mayor regalo del Maestro. Su corazón enardece de alegría. Benditos días del Gran Paladín. Está dispuesto a todo. Su espada cargará su misión, el poder de su misión, la cual logrará sus cometidos a fuerza y valor. Batallando contra los cientos, contra los miles, su corazón lo guiará con el espíritu del amor, para cargar contra su adversario, y salir victorioso. Su escudo protegerá a su amada, y, si fuera necesario, usará su propia vida para alejarla del peligro.

'Ay amor. La batalla de la vida está de nuestro lado. Solo anhelo crear mi propio Universo contigo. Y ya verás que lo haremos, con nuestras propias manos. Seremos los regidores del nuevo lugar y nadie ni nada se nos interpondrán.

Ayer, bendito ayer, te di mi todo. Y vos me lo retruibuiste de igual manera. Descubriste el tesoro enterrado hace siglos y siglos, despojándome de toda placa de mi Gran Armadura de Plata. Sin armadura, preciosa. Ni escudo, ni espada. Sólo yo. Y sonreíste al descubrirme... y me besaste al descubrirme...'

La Gran Batalla del tiempo ya comienza a introducir enemigos en sus tierras. Mas, ellos, lado a lado, y con el amor de su aliado, el corazón como espíritu... dan indicios de una victoria anticipada.

... fui tuyo... fuiste mía..."

Monday, May 05, 2008

Una hazaña a punto de comenzar...

"El Paladín yace solo en lo más hondo del campo de batalla. La lluvia trae consigo tormenta y los truenos del lugar. No se inmuta ante el viento, ni el frío. Espera tranquilo, de pie, de frente. Y de pronto, desde el horizonte, una niebla se asoma. El Paladín levanta su escudo y desenvaina su espada, preparándose para la muerte si es necesario.

La niebla se disipa. Desde la misma, surgen cuatro guerreros montados. Uno porta una gran espada, el segundo un martillo, el tercero una lanza, y el cuarto un arco. Eran los Guerreros de la Muerte. ¡Y justo detrás de ellos, aparece el infinito ejército de la Muerte! Para esto se preparaba el Gran Paladín. Su vida entera dedicada a esta batalla. Todo por este sólo golpe que brindar. La última Gran Batalla.

En su pecho, yace el sentir de la mano de su amada. Allí, en su corazón, guarda codiciosamente el amor que ella le ha entregado. Siente el latir de su corazón, cuando yacían juntos en el lecho divino. Cierra los ojos por un momento, a pesar de la inminente lucha, y la piensa... y la imagina... y la sueña...

'Llegaré un poco tarde a casa, amor... no me esperes despierta...'

Y así, dichas estas palabras, el Gran Paladín marcha una vez más... hacia ese ejército, hacia ese destino, hacia esa batalla, y quizás, hacia ese fin.

... un pilar fundamental en la batalla es la moral... pero el moral del amor, es lejos, el mayor espíritu de todos..."

Friday, May 02, 2008

Tu fuerza...

"Mi amor...

Siento que me brindas la mayor de las fuerzas jamás conocidas. ¡Qué bien se siente! El recuperar las ganas de vivir en medio de estos campos de batalla. El proveerme de la fortaleza para seguir luchándote. Perder el sentido de las cosas por unos cuantos segundos, y lograr sonreír ante cualquier cosa. Mi niña querida... no tienes idea.

Mis días pasan lentos, pero dichosos. Quisiera describírtelos uno por uno. Cada hora que transcurre, y el sabor a ti que posee cada una de ellas. Mi amada, ¿qué te daré? ¿Qué te dhe de dar yo, un humilde Paladín? Dímelo...

He conocido la luz, a través de tus ojos, y no quisiera apagarlos ante nada. Los protegeré hasta la muerte, como tu corazón, que pretendo conquistar.

Este gozo me era totalmente desconocido..."

Una tarde...

"¿Quién lo diría, preciosa? Una tarde, sin invasiones de titanes nubosos, ni suspiros del Gran Maestro. Encerrados en la intimidad de estas cuatro paredes, sellamos nuestro afán. ¡Qué cosa más bella! ¿Quién lo diría? Tus labios saben a miel, frutilla y café, corazón. Y la canela de tu mirar... sí, la canela de tu mirar. Me animas a batallarte. Me animas a lucharte. Me animas a pelear por ti, como los antiguos que alguna vez cayeron por idealismos. ¡Qué exquisito este idealismo llamado tú! ¡Sí que lo es, mi amor! La vida me sonríe, con mil y un máscaras. Nadie ni nada se interpondra entre tú y yo. Te lo juro.

Grandes días del Paladín. Grandes victorias, después de tantas vidas pasadas. Después de arduas batallas, ha logrado lo que millares han perseguido. Victorioso, marcha hacia su destino. Hacia sus brazos. Hacia sus labios.

... el pasado batalla a morir contra el futuro... sólo el presente es quien puede hacer el cambio..."

Thursday, May 01, 2008

Un día normal...

"Un día normal, un día común y corriente, con aires de único. La vida me circulaba y me susurraba en mis oídos, con el viento de vehículo. El mar me acogió una vez más entre sus titánicos brazos de calma y paz. La vida era sencilla. Lo era a las 1 de la tarde, sumido en mis pensamientos y complacido con tu recuerdo, corazón. Ahora, paseándome entre la oscuridad de mi cuarto, ansío tu arribo de mañana, preciosa. Lo siento, corazón. Soy impulsivo. Lo sabes..."