Friday, October 09, 2009

Mirándote...

"¿Cómo estarás? Me lo pregunto constantemente. No sé qué porcentaje, exacto y preciso, invertiré pensando en tu bienestar. Sólo sé que lo hago prácticamente siempre. Tampoco sé cuánto tiempo ya lo he hecho, o por cuánto lo voy a hacer...qué sé yo, sólo sé que me encanta tenerte en mi mente. Probablemente sea un pretexto. ¿Te estaré invocando en mi espacio, en mi tiempo, a mi manera? Y es que tu imagen se merece ese rito diario, eterno. Quizás sea mi forma de amarte. ¿La única? Obviamente no. Escribiéndote todo esto, todo lo que ya he hecho, todo lo que eventualmente haré, pretendo crear un esquema de ti. Tus atractivos parámetros, tus vértices únicas y desiguales. Las líneas que, por letras y palabras, intento trazar de ti. Es mi arquitectura de mi amar, mi dibujar... y tú... mi hermoso diseño a pintar..."

Saturday, October 03, 2009

A ti...

"Un fragmento de Infinito que deseo obtener, sin embargo, sólo intento merecerlo...
Lo último que me diste ese Sábado, aparte de los besos, fue este lápiz. ¿Qué habrás intentado decirme con esto? Sostengo el lápiz con codicia, con la obsesividad innata de mi sentimiento posesivo. Para mí, este instrumento de escritura adquiere un valor divino porque Tú me lo diste. Siento este objeto como un arma, como un ejército por entero. Lo siento como la Mano de Dios. Con esto, con tinta de fuego y sangre, soy capaz de plasmar mi vida, enmarcado de recuerdo, de memoria. El poder divino de crear trascendencia en la eternidad, teniéndote a ti como mi musa inspiradora. Dar a saber a todos que quisiera estar contigo toda la vida, con aires fantasiosos, con aires épicos o sólo mortales, terrenales y realistas. Relatar cada vuelta a casa, entre calles, pasajes y ciudad, como si fuera una maldita marcha solitaria a oscuras, deseando llegar a tu lado.

Querida mía... déjame verte otra vez."

Recuerdo...

“Hay quienes desconfiaron totalmente de mi compromiso, pero solo una dijo lo contrario. Cuando ningún animal ni ser se dejó lucir ante la adversidad del campo de batalla, ella no sólo voló entre humo y niebla, sino también me atrapó entre sus brazos. Caí indefenso, derrotado. El cansancio de tanto luchar me forzó a no presentar resistencia alguna. Ya te amaba cuando, de casualidad, mencionaste mi nombre.
No sé cuántas veces ya he escrito tu nombre, observando mis manos que ya han sostenido las tuyas. Desgastadas y envejecidas, demasiada usadas en cosas tan irrelevantes, al igual que mi cuerpo, que mis sentidos, que mi tiempo, mi vida entera. ¡Cómo detesto el tiempo sin ti! Y sí, mientras transcurre, abro mi billetera apenas tengo la oportunidad, y vuelvo a mirar el pequeño retrato tuyo. Qué rara es la frustración que tengo, de no poder describir el bello infinito que abarcas, siendo que una cámara fotográfica lo logra con facilidad. Quisiera que mi mente fuera una, sin embargo, jamás lograría poseer tanta memoria para tanta imagen tuya, sumándose los roces, los aromas, los gestos y todo lo que significa “lo todo tuyo” que intento memorizar.
¿Qué habrá sucedido en el segundo que arribaste a este mundo? Quizás nada fuera de lo normal. Quizás eres sino otra mortal más, inserta entre billones. Tampoco me explico que en menos de cien días ya seas mi Universo. ¿Qué serás, qué serás?
Al final de cuentas, sí es una historia de contar con aires épicos. Los Altos me han impuesto una maldición sobre mí y debo cargarla por años y años por ti, amor mío. Es el costo de tenerte, el costo de poseerte, el costo de amarte, porque el pasado aún vive en mí y jamás lograré erradicarlo de mi ser del todo. Tanto que quiero hacerlo, corazón… no sabes cuánto. El terror del ayer aún me invade de cuando en cuando, en momentos y ocasiones tan… inoportunas. Por ello, una vez más le declaro la guerra a todo lo indigno, a todo lo que esté fuera de cualquier tipo de nobleza que exista.
Hoy, motivos y razones me sobran, y todas circundan en tu alrededor. La Gran Victoria… transformada en tu silueta.”