Boomp3.com
Más allá de las nubes
Dormía mi Libertad
La encontré cautiva llorando
Su amarga soledad
Soñé que su llanto
Acogía mi aliento
Tuve un sueño
Soñé ser parte del cielo
Viajé con el viento
Danzando en la tempestad
Le entregué mi alma
Perdida
Buscando su amistad
Sentí su lamento
Descender de lo alto
El me ofreció su hogar
Yo ser su hermano
No dejare de soñar
Ni perderé su lamento
Solo añoro poder ser hermano del viento
Tuve un sueño
Soñé ser parte del cielo
Mi canción al caminar, entre la niebla y la noche...
Monday, September 29, 2008
Sunday, September 28, 2008
Un día en casa...
“Tiempos malditos. Sólo eso. Tiempos malditos. Cualquier día. Sólo eso.
El lento abrir de la puerta principal, y el rugir que lo conlleva. El eco eterno de los pasos pesados en el pasillo. La longevidad de la casa y sus centímetros. La escalera y sus gigantes. El silencio que me abruma y me llama. Las ilusiones… coqueteándome… en el sofá, en la cama y en la terraza. Los recuerdos gritándome, constantemente. Es el infinito de mi hogar y su soledad. ¿Qué haré? ¿Qué haré? Cada día muerto, es una vida exterminada. Cada día naciendo, es una vida reencarnada. ¿Qué haré ahora, que duermo solo, despierto solo, con el recuerdo maldito del ayer, y del otro ayer, y de aquél ayer? Y así, y así y así. Golpeando. Aniquilándome por dentro. La Muerte y la Soledad van de mis manos… contentas, felices, quemando mi entorno, y mis minutos, acompañadas de las tonadas más tristes existentes. Así vivo, suicidándome cada segundo. Maldito sea quien creó la resignación.
Vivo en la espera de su llegada, su ansiado arribo, el más anhelado. Sin embargo, miro atrás, y me corroe sangre negra. De mis ojos, de mis manos, de mis labios. La Culpa me ha condenado eternamente, maldiciendo mis días, mi completa existencia, quitándome motivos, inspiración, recuerdos de viejas glorias y viejas victorias. Si hay algún Dios allá arriba, soy el mayor hazmerreír que posee.
Y ahora, ni tengo ganas de seguir escribiendo…”
El lento abrir de la puerta principal, y el rugir que lo conlleva. El eco eterno de los pasos pesados en el pasillo. La longevidad de la casa y sus centímetros. La escalera y sus gigantes. El silencio que me abruma y me llama. Las ilusiones… coqueteándome… en el sofá, en la cama y en la terraza. Los recuerdos gritándome, constantemente. Es el infinito de mi hogar y su soledad. ¿Qué haré? ¿Qué haré? Cada día muerto, es una vida exterminada. Cada día naciendo, es una vida reencarnada. ¿Qué haré ahora, que duermo solo, despierto solo, con el recuerdo maldito del ayer, y del otro ayer, y de aquél ayer? Y así, y así y así. Golpeando. Aniquilándome por dentro. La Muerte y la Soledad van de mis manos… contentas, felices, quemando mi entorno, y mis minutos, acompañadas de las tonadas más tristes existentes. Así vivo, suicidándome cada segundo. Maldito sea quien creó la resignación.
Vivo en la espera de su llegada, su ansiado arribo, el más anhelado. Sin embargo, miro atrás, y me corroe sangre negra. De mis ojos, de mis manos, de mis labios. La Culpa me ha condenado eternamente, maldiciendo mis días, mi completa existencia, quitándome motivos, inspiración, recuerdos de viejas glorias y viejas victorias. Si hay algún Dios allá arriba, soy el mayor hazmerreír que posee.
Y ahora, ni tengo ganas de seguir escribiendo…”
Monday, September 22, 2008
Cuando escribo...
"Uno espera llegar a una hoja en blanco, tomar un lápiz y crear lejos la mejor novela jamás leída o contada. Pero en el momento que me siento a escribir, las ideas invaden confusas, nublando lo que deseo escribir. Todo tipo de ideas. De las grandes, como batallas heroicas, y de las pequeñas, como tus labios. Y de las pequeñas se hacen grandes, como, por ejemplo, el desear ver la tierra del color de tus ojos, preciosa. Y las grandes se hacen pequeñas, como, por ejemplo, los miles de años que pasaría conquistando por sólo un beso tuyo. Queriendo agigantar los detalles, y empequeñecer lo grandemente inútil. Lo más curioso de esto, corazón, es que tú formas parte de todo ello. De ti misma me voy confundiendo al querer dedicarte un pedazo de mi existencia. De ti misma me voy mezclando al querer escribirte algo de mi propia poesía. De ti misma me voy enredando al querer crear mi propio mundo para ti.
Jamás me detendré. Nunca dejaré de hacerlo. Es una dulce condena que quise vivir día a día, añorando crearte algo más."
Jamás me detendré. Nunca dejaré de hacerlo. Es una dulce condena que quise vivir día a día, añorando crearte algo más."
Saturday, September 20, 2008
Un último respiro...
”Cuando los ángeles fallezcan en medio del Gran Holocausto, cuando los demonios sobresalgan de la tierra, ¿qué me quedará? Sólo espero que tu Santa Reminiscencia sea lo suficiente para que yo pueda seguir en el campo de batalla, sino… no me quedará nada más que cenizas y sombras. Ahora tú eres mi pasado, mi presente y mi futuro, la fuerza que mueve mis mil mundos, el poder de mi espada. Con tu silueta en mi corazón, enfrentaré lo que sea, por última vez.
Una Nueva Cruzada ha llegado… y yo estoy listo.”
Una Nueva Cruzada ha llegado… y yo estoy listo.”
Wednesday, September 17, 2008
La Nueva Cruzada por ella...
“Después de tanto tiempo, el Paladín resurge. Ha decidido unirse a la Nueva Cruzada. Ha decidido volver a regocijarse con la Santa Reminiscencia de su amada.
‘Es impresionante cómo una imagen logra darle vida a un viejo corazón. Tu luz alumbra mucho más en mi oscuridad, preciosa, y así será durante el pasar de estos nuevos días míos.
Sueño que vamos de la mano recorriendo un mundo nuestro, en un tiempo sin fin. Sueño que no existe maldad en donde descansas tu mirar. Sueño que, al final, me salvas de mí mismo. Sueño que no hace falta degustar de lo más dulce, cuando ya he probado tus labios. Es un sueño que tengo una, y otra, y otra vez.’
El hombre que se convierte en Caballero. El Caballero que trasciende a Paladín. El Paladín que pelea por ella. Ésta es la historia de un guerrero iluminado.
’Da gusto volver. Da gusto dejar lo inútil. Da gusto retomar la senda. Que el nuevo tiempo diga lo que quiera de mí. He vuelto a mi hogar...’
Que la Luz te reciba entre sus cálidos brazos, viejo guerrero."
‘Es impresionante cómo una imagen logra darle vida a un viejo corazón. Tu luz alumbra mucho más en mi oscuridad, preciosa, y así será durante el pasar de estos nuevos días míos.
Sueño que vamos de la mano recorriendo un mundo nuestro, en un tiempo sin fin. Sueño que no existe maldad en donde descansas tu mirar. Sueño que, al final, me salvas de mí mismo. Sueño que no hace falta degustar de lo más dulce, cuando ya he probado tus labios. Es un sueño que tengo una, y otra, y otra vez.’
El hombre que se convierte en Caballero. El Caballero que trasciende a Paladín. El Paladín que pelea por ella. Ésta es la historia de un guerrero iluminado.
’Da gusto volver. Da gusto dejar lo inútil. Da gusto retomar la senda. Que el nuevo tiempo diga lo que quiera de mí. He vuelto a mi hogar...’
Que la Luz te reciba entre sus cálidos brazos, viejo guerrero."
Thursday, September 11, 2008
Soldado de acero.
“El arder del dolor eterno inflama al Gran Paladín, pero él sigue marchando. Sus cicatrices abren lentamente, dejando escapar gotas de recuerdos rojos, mas él sigue marchando. La madre naturaleza lo golpea con lo mejor que tiene, sin embargo él sigue marchando. Siente su cuerpo delirar, siente su cuerpo chillar, siente su cuerpo gritar… y sigue marchando. La ira y la locura lo han envuelto en sus enormes capas de ambición y han hecho de él un soldado de acero. Su corazón llora desconsoladamente, pero esta vez es capaz de no apaciguar el dolor, sino ignorarlo. No evitarlo, sentirlo y sencillamente dejarlo de lado, tal cual se camina en senderos infernales. Lentamente, paso a paso, nuestro Héroe marcha… por un Destino… por un Fin… por su Cruzada.”
‘Ay, mi amor, si tan sólo supieras…’
‘Ay, mi amor, si tan sólo supieras…’
Sunday, September 07, 2008
La brisa de la Nueva Cruzada...
“El Gran Paladín no encuentra consuelo alguno. La flecha clavada en su corazón arde más que mil infiernos. Sus palabras lo han herido cruelmente. Entonces cae... derrotado.
‘¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? No logro entender absolutamente nada, y mi ser entero se lamenta en dolor. Lo último que quiere saber un guerrero terco, como yo, es creer que la Batalla fue en vano. ¡Cuántos años, cuántos miles de años! ¡Cuántos millares acabados! ¡Cuántas lunas! Y estuve tan cerca… tan cerca, que creí sentir ese ansiado fuego, como la mano ensangrentada en la fogata de esperanzas. Y ahora este eterno invierno gobernará tiránicamente mis nuevos días, mientras me retire lentamente del campo de batalla.
La misión, el motivo y la inspiración, alivianan el peso de esta armadura. Ahora, con este vacío por dentro, se siente cada placa como rocas puntiagudas. Mas, un viento, una dulce brisa, me guía a la dirección contraria: Hacia la Cruzada.’
Entonces el Paladín se recuesta, apoyado en un enorme árbol verde, entre tanta nieve, y espera… espera… y espera.”
‘¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? No logro entender absolutamente nada, y mi ser entero se lamenta en dolor. Lo último que quiere saber un guerrero terco, como yo, es creer que la Batalla fue en vano. ¡Cuántos años, cuántos miles de años! ¡Cuántos millares acabados! ¡Cuántas lunas! Y estuve tan cerca… tan cerca, que creí sentir ese ansiado fuego, como la mano ensangrentada en la fogata de esperanzas. Y ahora este eterno invierno gobernará tiránicamente mis nuevos días, mientras me retire lentamente del campo de batalla.
La misión, el motivo y la inspiración, alivianan el peso de esta armadura. Ahora, con este vacío por dentro, se siente cada placa como rocas puntiagudas. Mas, un viento, una dulce brisa, me guía a la dirección contraria: Hacia la Cruzada.’
Entonces el Paladín se recuesta, apoyado en un enorme árbol verde, entre tanta nieve, y espera… espera… y espera.”
Subscribe to:
Posts (Atom)