Friday, June 29, 2007

Mariposa blanca

"A pesar de todas las cosas, poseo un deseo loco de dejar todo atrás, renunciar a mi vida entera, y secuestrarte... tenerte para mí por siempre, como el viejo Fantasma de la Ópera a su Christine. No se lo quiero decir a nadie, pero a la vez deseo gritarlo: Me intuyes, me adivinas entero, como la dulce mirada de mi madre buscándome curiosa, tratando de descifrar lo que siento. No creo que en todo este Universo se logre crear otro ser o conocer otro ser tan fantástico como tú. Es fría esta maldita noche... tiritando te escribo... lentamente... sí mi amor, lentamente, con un tiempo que creo tener y a la vez no tenerlo. Por mí simplemente te besaría en una esquina, y en realidad ya lo hice, en tu puerta, como un patético ladrón de amor. Patético de niño. Niño de inocente. Inocente de ignorante. Sí, querida mía, de uno que añora mil cosas, pero todas ellas contenidas en una sola: Tú.

A pesar de todas las cosas, todo esto suena egoísta, banal y meramente terco. Quien tiene que sonreír eres tú. Quien tiene que revivir eres tú. Quien tiene que maravillarse de la hermosa vida que se nos ha brindado eres tú. Tu sonrisa, tu bondad, tu propio tú, merecen de la felicidad del mundo entero. ¿Pero sabes qué, mi amor? Me gustaría ser yo el dueño de esa felicidad a brindarte. Me gustaría ser ese pequeño sol que brillará cada día de tu vida. Me gustaría simplemente que todo tu universo fuera paralelo al mío, y vivir juntos en una eternidad incierta, que sólo nosotros podamos crear y gobernar. Y sino... me gustaría lucharte, pelearte, batallarte con toda la pasión que mereces, niña mía, y morir en el intento. En el intento de algo que valía la pena. En el intento de una felicidad plena. En el intento de mil estrellas iluminando un solo golpe de gloria empuñado en toda mi espada que tiene grabado en su luz tu nombre... intacto. Invencible. Invicto. Que tú seas la Gran Razón de todas mis añoranzas. Sí mi amor... moriría por ti.

El cielo sería más azul si lo miraras constantemente, como así también mi vida si por un momento me quisieras tanto como yo te quiero ahora, en este preciso momento, en el que te pienso incesantemente, y hasta te lloro. Lágrimas saladas, lágrimas ensangrentadas... que poseen tu imagen plasmada. Tu rostro sonriendo plasmado. Como dije una vez, en la primera carta que te dediqué, bella mía: "Quizás qué pensarás de mí después de esto..." Pero, a estas alturas, ya nada importa. Solo venía de visita a este planeta, buscando un roce de alegría, y lo encontré... mi amor te encontré. Nunca creí que realmente existieras. Hasta dudé. ¡Perdóname mi amor por dudar de ti, pero no creí que fuera cierto! Oh, si sólo mi amigo Werther me comprende perfectamente. Por nada ni con nada logro olvidar por un momento la suavidad de tu pelo cosquilleándome el rostro decaído, cuando nuestros brazos se cruzan, cuando más desconfías de mí, porque temes a que ataque otra vez, bella mía. Con nada logro olvidar tus ojos oscuros e intimidantes, conquistadores de mundos. Sí mi amor, una mirada y una sonrisa tuya son tu mejor arma.

Me encanta mirarte, así de detenido como observar el segundero de mi reloj avanzar. Lentamente. Detenidamente. Minuciosamente. Tratando de encontrar el origen de tu bella luz encandiladora. Nunca creí que en este infierno habría un escape de paraíso como tú.

He perdido mi aliento.

Soy un alma en busca de cumplir su último deseo para descansar en paz. Al parecer viviré entremedio de la paz y el infierno. No creas, mi amor, que eres una lágrima en mi vida. Eres sino la ironía de las cosas. Y aún así, cruzaría los senderos de llamas infinitas por ti. Debo amar cada detalle tuyo, porque lo quiero. Debo amar cada palabra que haz dicho, a pesar de que la haya escuchado bien o no por estar más bien fijado en tus ojos. Sí mi amor, me distraes. Apareciste tan súbitamente en mi empobrecida existencia, como la mariposa blanca que de pronto se cruza en el camino de un perro vagabundo. Y entre dejarte volar o atraparte en un vaso de cristal, aunque me duela, prefiero que seas libre, y ciegamente lo hago, queriendo que sólo vueles cerca de mi corazón.

Perdóname. Perdóname por todo esto. Perdóname por todas las cosas de mi vida. Hoy es un día de gloria en tu existencia. 365 días más que vivir. 365 días más en los cuales existir... sólo te digo esto : No existas mi amor... vive. Vive cada día como si fueras a fallecer en el siguiente. Y luego no mueras. Luces y sombras invadirán tu divina presencia. Deseo que prevalezcan indestructibles las luces. Que las sombras sean erradicadas fácilmente. Creo que soy una mi amor. Lo siento.

No te preocupes. Pronto me iré.

Sí... ahí viene mi amor. Ojalá que, cuando mi furibunda cara cruce en el fantástico mundo de tus recuerdos... sonrías. Porque eso quise ser en tu vida: Una sonrisa constante. Como tú lo fuiste en mi vida. No me arrepiento de ello. Nunca. Ni muerto.

Adiós.

Un beso. Siempre tuyo. "

Friday, June 22, 2007

Vencido

"Está nublado. Lo está para mí de hace días... desde que toda esperanza fue apagada de golpe. Desde que cada emoción se tornó gris. Desde que la resignación y el dolor son meras costumbres. Desde que la moral dejó de existir. Desde que comenzó la marcha de los ejércitos de la muerte... buscándome... constantemente. Dicen que ya no vivo... y que no merezco estar aquí. No estoy escondiéndome. Sólo los espero. Arrodillado... con un lápiz en la mano... y mis ojos cerrados."

Saturday, June 16, 2007

Nuestro pacto secreto...

"¡Qué irónico! Creía estar renunciando al mayor de todos mis deseos, al más añorado, y brindo un último ataque, a pesar que sabía que todo estaba perdido. Sentí el fuego de mi corazón dominarme. Aniquilando la intimidante distancia, había creado un sello de amor. ¡Mi niña, por segundos me amaste! ¡Por segundos fui el hombre más feliz del mundo! ¡Por segundos sentí la esencia de miel en mis labios! Los mil y un efectos posibles en fracciones de segundos... ¡y aceptaste mi gran afán! La noche lucía contenta, enorgullecida de mi acto de valentía. Mis días de blanco y negro fueron, hasta ese martes... que a besos y palabras lo pintaste como tú quisiste. Pintaste esa noche... en día. Pintaste las flores marchitas... en primavera. Todo lo que conozco, soy y seré, fue tuyo, es y será. Me transmitiste la alegría del mundo. Destruiste mi tristeza entera. Descubrí el placer hecho piel y pétalo de rosa. Bendita sea la pared que te sostuvo mientras mis brazos te encerraban completamente. Y tu mirada buscando mi respuesta. Y tus manos acariciando las mías. Y tu aroma hipnotizándome. Y el silencio ideal. "

Sunday, June 10, 2007

Cinco horas...

"La oscura tarde fue testigo. La eternidad poseía una forma... después de todo. Forma de ángel, de ninfa. Y caminé a su lado. Y reí a su lado. Admiré su rostro, sus ojos, y me desilucioné de las estrellas. Me bendijeron con cinco horas junto a ella. Cinco horas en las que sólo un segundo le bastaba para fascinarme. Un segundo para abrasarme. Un segundo para besarme. Miles de pequeñas alegrías contenidas en el más encantador ser existente. Fuimos ella y yo. Por cinco horas lo fuimos, y nada más. Me sonríe constante y desinteresadamente, sin saber lo que revivía en mí. Desesperado, trataba de gritarle por los ojos lo que tanto deseaba confesar otra vez, mas ella, tímida, se escondió en mi pecho, acurrucándose. Vencido y derrotado, cesaba el fuego de mi sinceridad. Y ahora pienso: Creo que nunca te dejaré, aunque eso me cueste la felicidad de miles de años. Sin embargo, la batalla ahora se ha tornado más dura, porque no hay enemigo contra el cual luchar. No he logrado conquistarte por completo, y creo que nunca lo lograré. Creo que nunca te dejaré. Ojalá me concedieran el deseo de morir por ti, mas me han condenado a verte en cada rincón de mis días. ¡Qué manera tan irónica de amar! Pensar en el final de mi existencia, y a ti como el verdugo más hermoso que he conocido. Todo se ha muerto a mi lado, y aún así cuento los segundos que han pasado desde la última vez que te vi. Creo que nunca te dejaré. Una rosa marchita y las hojas heridas por mis palabras serán el legado que dejaré atrás... y un corazón deseoso de amor.

Prometo que si llegas a mi lado, no te tendré por mucho tiempo... aunque planee tenerte por siempre."